¿Más cerca o más lejos de un acuerdo?: los expertos de la City analizan cómo sigue el culebrón de la deuda
La situación de la deuda sigue siendo lo que más preocupa al mercado mientras espera que el Gobierno y los bonistas empiecen a negociar. De ahí que muchos especialistas de la city aguardan novedades para poder posicionarse, por ahora solo hay incertidumbre con un final de esta saga.
La consultora Delphos Investment dice que la falta de acuerdo entre el gobierno y los bonistas obliga a que el primero tenga que tomar la próxima definición importante. ¿Acelera o frena? Acelerar sería presentar la propuesta enmendada en la SEC e ir a una propuesta unilateral con adhesión incierta. Frenar sería volver a extender el plazo para intentar reflotar las negociaciones.
"El gobierno aún no definió la estrategia a seguir, siendo el dato más relevante para los bonos en el corto plazo. El ambiente de negociación, especialmente con los fondos que se encuentran en el grupo Ad Hoc, se deterioró tanto que el gobierno necesitará desplegar todo su encanto para volver a encauzar las conversaciones", dice Delphos.
Agrega que eso lo deja en una posición de debilidad, ya que los principales fondos mostraron todas sus cartas y la mejor voluntad posible. Para la consultora, el acuerdo es posible si y solo si el gobierno cede en su posición estructural.
"Las partes están cerca, pero aún más lejos de lo que parece. Y tal como venimos diciendo desde hace semanas, los últimos dólares relevantes en la mesa los tiene que poner el gobierno. Y ello implica ceder en esta negociación, lo cual nunca le fue sencillo al peronismo", remarcan.
Falta de comunicación
Desde Portfolio Personal Inversiones, Santiago Abdala dice que Guzmán no quiere pagar más de 50 dólares, y estos los ubica a unos más o menos de 5 dólares de diferencia con lo que piden los principales acreedores.
"Pero más allá de los detalles puntuales, lo que marca un poco la agenda de estas horas, es el tono de los comunicados emitidos por ambas partes", señala. Así como el cambio de tono en las comunicaciones del gobierno ayudó mucho al precio de los bonos, una manifestación o trascendidos en dirección a que el gobierno estaría sin llegar a un acuerdo con los acreedores, claramente agregará volatilidad en los próximos días a los activos locales (bonos y acciones).
"Ya que no hubiera novedades no era una buena señal, ya que operar sobre rumores y trascendidos de probabilidad incierta es muy complicado", dice Abdala.
Para Capital Markets Argentina, las distintas propuestas no parecen tan alejadas en valor presente (aproximadamente 5-7 dólares) pero se mantienen las divergencias en cuanto a pagos de los intereses corridos, el cupón contingente (PBI o exportaciones) y acerca del Indenture por el cual se emitirían los nuevos bonos.
Los bonistas quieren conservar los contratos originales (2005 para Discount y Par y 2016 para los Globales), mientras que Argentina quiere emitir los nuevos bonos bajo el contrato 2016, con cláusulas más restrictivas.
"No se mencionó ninguna extensión del periodo de negociaciones, por lo que el mismo continúa siendo el 19 de junio, lo que daría un indicio de que las negociaciones se encuentran en un punto muerto", dice CMA.
Riesgo de ruptura más cerca
Finalmente, un informe de Mercados para Todos, afirma que el diablo está en los detalles, y si bien las ofertas de ambos lados mejoraron en términos de Valor Presente Neto, subyacen cuestiones legales expuestas por los bonistas, que de hecho los llevaron a incluir en su última propuesta una serie de nuevos reclamos desde lo jurídico (mover todos los bonos nuevos al contrato Exchange Bonds 2005, por ej.) que parecen a priori muy difícil de digerir para las autoridades locales.
Señala que la Argentina podría avanzar con la oferta aún sin lograr un acuerdo amplio, hecho que tendría efecto negativo ya que abre escenarios inciertos. Ahora el riesgo de no-acuerdo aumentó sensiblemente, enfatiza el Mercados para Todos.
"Recordemos que estamos hablando de 3.000 millones de dólares de diferencia entre las partes para los primeros años del acuerdo (1% del PBI). Mucho para las castigadas finanzas argentinas, pero sin duda menos que el costo de incurrir en un hard-default. Tengamos en cuenta también que el mercado descuenta con un alto porcentaje el acuerdo, y que los valores a los cuales se plantó Guzmán en su última oferta son los que ya estaban implícitos en los modelos devaluación y por ende en los precios", concluyen.