La Ley de Administración Financiera establece que el 15 de septiembre de cada año es la fecha tope para que el Poder Ejecutivo presente su proyecto de presupuesto para el año siguiente en el Congreso.

A efectos de cumplir con esta norma, que es de vital importancia para la economía en su conjunto, la Jefatura de Gabinete es la encargada de enviar el mensaje del proyecto que establece las previsiones de las principales variables clave, como el nivel de actividad, la evolución de la inflación y la cotización esperada del dólar entre otras, a las que se suma cuáles serán los ingresos y egresos con los que contará la administración central para el 2021 y cómo serán repartidos.

El proyecto, que lleva la firma del ministro de Economía Martín Guzmán, será el primero que presente la actual administración, pues para este año rige la extensión automática del correspondiente al año pasado y será la base para el inicio de las discusiones con el Fondo Monetario Internacional en pos de alcanzar un nuevo acuerdo. 

El presupuesto es clave para muchos analistas porque marca señales sobre el posible plan económico

Más allá de las pautas cuantitativas que lo conforman, su importancia es mayúscula pues para muchos analistas puede ser el punto de partida para que el Gobierno ofrezca señales claras de su plan económico, si es que lo tiene, más aún en un período en el que se comenzará a transitar esta "nueva normalidad", consecuencia directa de los efectos de la pandemia.

Los datos que maneja Guzmán

Las estimaciones sobre la evolución de las principales variables para el próximo año se pueden sintetizar en los siguientes puntos:

• Crecimiento del PBI: 5,5%
• Inflación: 28%
• Déficit del PBI: 4,5%
• Tipo de cambio a fin del 2021: $101,60

En lo que hace a los años posteriores, se proyecta que el crecimiento será en forma de "V", pues se prevé una suba del 4,5% en 2022 y del 3,5% en 2023, con un desvío de medio punto porcentual para cada año. De cumplirse este pronóstico, hacia fines de ese año la economía aún necesitaría crecer un 4,5% para alcanzar el nivel del año 2019.

En lo que hace a la inflación, se estima que irá descendiendo en forma gradual, de unos 4 puntos porcentuales por año, partiendo del 28% para el año que viene para llegar al 20% en 2023.

El mercado también tiene sus estimaciones

En líneas generales existe una marcada diferencia entre las cifras oficiales incluidas en el proyecto de Presupuesto enviado al Congreso y las estimaciones de los analistas del sector privado.

Ello se puede comprobar si se toman como referencia el REM (Relevamiento de Expectativas del Mercado), que compila mensualmente el Banco Central o el habitual informe de LatinFocus, reúne información proporcionada por numerosas fuentes.

En tal sentido, el siguiente cuadro muestra cuales son las estimaciones del Presupuesto y del sector privado.

 

Del cuadro surge que en el único punto donde existe coincidencia de opiniones es en lo que hace al crecimiento del PBI que rondaría el 5,5 por ciento. En el resto de las estimaciones las diferencias son bien marcadas.

Por el lado de la inflación, mientras que la estimación oficial apunta al 28% anual, los consultores que conforman el panel del REM son los más pesimistas pues la elevan por encima del 47%, mientras que los que integran el de LatinFocus la llevan al 44 por ciento.

Existe una marcada diferencia entre las cifras oficiales del Presupuesto 2021 y las que maneja el sector privado

La diferencia no es menor, pues en términos mensuales para el Gobierno la inflación sería del 2%, pero para los analistas treparía un punto, hasta el 3 por ciento.

En cuanto al tipo de cambio, frente a los $101 pautados por el equipo de Guzmán, los pronósticos privados se ubican unos $20 por encima. En este caso, también cobra importancia que cotización se toma para fines de 2020, que según las fuentes ronda entre los $85 y 87 pesos.

De la comparación de las cifras, surge que para el Gobierno la devaluación estimada sería menor al 20%, mientras que para el REM ascendería al 44% y para LatinFocus el 36%.

Estos porcentajes cobran especial relevancia si se los compara con lo que se espera del IPC, pues en todos los casos se prevé que el dólar oficial perderá terreno frente a los precios entre el 2% (Presupuesto) y 8% según LatinFocus.