Los ahorristas siempre buscan encontrar la alternativa de inversión más rentable, de acuerdo al grado de riesgo que aceptan para dejar sus pesos, pero no todas las elecciones terminan siendo la mejor opción.

Por eso, es bueno repasar cómo le fue en estos 11 meses a quien decidió comprar dólares en los distintos canales, o colocar un plazo fijo tradicional o UVA (que ajusta por inflación), o comprar alguna acción líder en la Bolsa de Comercio.

En este sentido, iProfesional realizó un ejercicio comparativo entre todos estos instrumentos de inversión. El mismo consta en calcular cuánto dinero tendría hoy un ahorrista si a inicios de año hubiera invertido $10.000 en alguno de ellos.

En el caso de las distintas formas de comprar dólares, cabe destacar que hubo significativos cambios durante el año en las cotizaciones del billete estadounidense, tanto por la devaluación de la moneda como por la tensión en la City ante determinados temas centrales desde lo económico y político.

A ello se le debe sumar que, desde la plaza oficial, se empezaron a aplicar diversos impuestos y cerrojos para encarecer el acceso a la compra de billetes desde bancos y casas de cambio.

De esta forma, además del máximo autorizado de compra de u$s200 mensuales y el impuesto País del 30% con el que empezó el 2020, a lo largo del año se sumaron nuevas medidas.

Así, se implementó a mediados de septiembre un nuevo gravamen, como fue el cobro por adelantado de Ganancias del 35%. Algo que encareció y acercó más el valor del dólar oficial al blue.

En resumen, quien pudo comprar divisas estadounidenses en bancos, o prefirió realizar una compra de un producto costoso en el exterior con tarjetas, tuvo un alza en el precio del dólar en los primeros 11 meses del año de casi 75%.

Gran parte de los ahorristas buscaron protegerse en el dólar y los incrementos en su precio le dieron la razón.

¿Cuánto ganó el que puso $10.000 a inicios de año?

A principios de año, el pequeño inversor con sus $10.000 podía comprar u$s130, por lo que hoy obtendría alrededor de $20.500 en las cuevas. Es decir, ganó el doble de lo que tenía.

Si hoy se compara con el valor de adquisición en su mercado original, el comprador del blue sería el más beneficiado, pero si se referenciara en "la mejor cotización", el orden se alteraría en favor de la compra de dólar Bolsa (MEP). 

Concretamente, si la opción hubiera sido el dólar MEP, aquel inversor que puso $10.000 en el inicio de 2020 para adquirir dólares en la Bolsa, hoy acreditaría un capital cercano a los $21.000 si vendiera esos "verdes" en el blue.

Aunque si los volviera a comercializar dentro de la plaza bursátil obtendría alrededor de $19.700. Es decir, ganaría más de 9.000 pesos.

Ahorristas que invirtieron $10.000 al inicio del año llegan a duplicar su capital en algunas alternativas de inversión.

El billete "solidario", subió de precio por las microdevaluaciones oficiales y la inclusión del adelanto del impuesto a las Ganancias, alrededor de 75%. Por lo que solamente por estos dos factores, aquél que compró en la plaza local estaría obteniendo ahora $17.474, o sea, más de $7.000 del capital inicial.

Y si se lo compara con el precio que tiene el blue, podría considerarse que estaría recibiendo más de $19.000. Es decir, unos $9.000 extras a lo invertido originalmente.

En las antípodas, quien optó por comprar acciones en la Bolsa de Buenos Aires estaría recibiendo unos $13.000, apenas $3.000 de ganancia.

También quien optó por la sucesiva renovación de un plazo fijo, tanto tradicional como UVA (ajustado por CER), estaría obteniendo un dinero similar.

"Los compradores de dólares sentirán que ganaron por goleada, y el resto de los ahorristas, simplemente, mantuvo el poder de compra de sus ahorros", señala Andrés Méndez, economista de AMF Economía.

Variables ganadoras y perdedoras

Por lo que se puede apreciar, hubo una disparidad notoria en los rendimientos de las distintas alternativas de inversión durante todo el año.

"Si el primer día hábil de 2020 un pequeño inversor poseedor de sólo $10.000 hubiera tomado la decisión de colocar esos fondos en algún tipo de colocación, el resultado a la fecha sería sorprendente", asegura Méndez.

Según sus palabras, este ahorrista podría tener nominalmente alrededor del 100% adicional de aquel importe en caso de haber adquirido dólares estadounidenses en el blue, o bien, una renta que haya seguido el aumento de los precios minoristas registrados en el período, que es hasta el momento de alrededor del 30%.

Los distintos tipos de dólar fueron los que mayor rendimiento ofrecieron en todo el 2020.

A ello este economista le suma el factor de debilidad del peso, dentro de una situación fiscal que "sólo agravó su estado de salud".

"El Banco Central creó abundante dinero para socorrer a las finanzas públicas en un contexto en el que el respaldo en divisas de los pesos se deterioró significativamente, algo letal para la confianza en la moneda local", sentencia Méndez.

Si a eso se le suma la incertidumbre económica por la pérdida de reservas y las mayores restricciones, más las señales políticas poco amigables con el mercado en el año, llevó a que los argentinos "volaran" a la moneda más fuerte: el dólar estadounidense.

"Este es el resultado de estos once meses: una valorización de aquellos fondos colocados en divisas que actualmente acceden a una canasta de bienes y servicios muy superior a la que hipotéticamente disponían al iniciarse 2020. No obstante, entre fines de octubre y noviembre, la artillería gubernamental logró frenar este proceso, quitándole sólo una porción de la gran ganancia registrada en el resto del año"

En cuanto a las colocaciones en pesos, los ahorristas que fueron renovando mensualmente, desde enero a la fecha, sus plazos fijos, vieron como la tasa de interés fue ascendiendo con el tiempo al ritmo del incremento de la inflación.

En resumen, empezaron logrando un rendimiento anual del 26,6% a inicios de año, pero luego fue ascendiendo en otros cuatro momentos del año más hasta llegar al actual 37% anual.

Es que en junio el Banco Central lo subió al 30%, en agosto al 33,06%, el 16 de octubre avanzó a 34% y en las últimas semanas la autoridad monetaria escaló la renta de los plazos fijos tres puntos porcentuales más, hasta el mencionado 37% anual.

El resultado de todos estos incrementos, es que la ganancia media que alcanza un plazo fijo tradicional en el acumulado de los primeros 11 meses es del 32%, de acuerdo a cálculos de Andrés Méndez, economista de AMF Economía.

Desde el lado del ahorrista que se inclinó por el plazo fijo UVA, los primeros meses del 2020 tuvo una tasa muy baja porque la inflación estuvo contenida debido a la caída de la actividad en varios sectores por la cuarentena, pero desde octubre se empezaron a recalentar algunos precios y se ubican en torno al 4% mensual.

En el plano bursátil, aquél inversor que apostó por comprar "papeles" de empresas en la Bolsa de Comercio, se encontró con una amplia volatilidad, en los que hubo meses claramente ganadores y otros para el olvido.

De hecho, hasta el momento, en todo el 2020, el principal índice de acciones de Buenos Aires, el Merval, acumula una ganancia de apenas por encima del 30%.

En un contexto en el que el nivel de actividad se desplomó a un ritmo anual de dos dígitos por la pandemia de Covid-19, "los papeles bursátiles no gozaron de un buen desempeño en gran parte del año. Sin embargo, a la par que se fueron restaurando las operatorias sectoriales y comenzó a contarse con la certeza de un inminente proceso de vacunación, el Merval ´explotó´ con una suba superior al 30% en el bimestre octubre/noviembre", detalla Méndez.