La agenda de esta semana tenía marcado en rojo un día clave: el miércoles. El motivo no era menor pues se esperaba el anuncio de la inflación en EE.UU. Un dato que no solo impacta en ese país, sino también en todo el mundo, incluyendo Argentina. Es que podría haber una salida de capitales y presión al tipo de cambio.

En definitiva, se terminó conociendo que la inflación en EE.UU. se ubicó en el 9,1% en junio, por lo que alcanzó el nivel más alto desde noviembre de 1981, es decir de los últimos 40 años.

El impacto inmediato de la noticia es una baja generalizada en los principales índices bursátiles del mundo, ya que existe consenso que ante estos niveles de inflación la Reserva Federal de EE.UU. tendrá que seguir subiendo las tasas de interés incluso a un ritmo mayor del que se estimaba hasta la fecha, lo cual implica que se pueda afectar a la evolución económica.

Esta posibilidad ya estaba contemplada en el mercado de divisas, pues el dólar venía subiendo con fuerza, llevando al euro por debajo de la paridad, algo que no sucedía desde que se lanzó el euro como moneda comunitaria.

Una de las subas de precios más fuertes en los Estados Unidos fue en la gasolina 

El dato mensual de IPC fue del 1,3%, siendo este el porcentaje más alto desde septiembre de 2005, y muy por encima de lo esperado por los mercados, que habían vaticinado un incremento de los precios del 1%.

"El aumento de precios ha sido generalizado, siendo la gasolina, vivienda y alimentos los que más contribuyeron. El índice de energía aumentó un 7,5% mensual, mientras que el de la gasolina subió un 11,2% y los otros índices de componentes principales también han sumado. El índice de alimentos aumentó un 1% en junio, al igual que el índice de alimentos en el hogar (excluyen la comida en restaurantes, para llevar...)", señala el comunicado publicado por el Bureau of Labor Statistics.

Aumentos "argentinizados"

En lo que hace a la suba por sectores, la energía muestra un avance anual del 42%, con el fuel oil llegando al 100% y la nafta otro 60 por ciento. Mención aparte merece la indumentaria para hombres, que trepó un 25%. En el caso de los servicios, la suba es del 5,5%, con los servicios de transporte registrando un alza del 8,8%.

Por su parte, los alimentos treparon el 10,4% con los huevos un 33,1% más caros y el pollo troceado un 20,4%.

¿Qué puede hacer la Fed?

Se espera que la Reserva Federal anuncie otro incremento del precio del dinero de 75 puntos básicos en la reunión del 27 de julio, aunque no se descarta la posibilidad de que llegue a los 100 puntos básicos, por lo que el costo del dinero sería superior al 2%.

En cuanto al escenario de mediano plazo, algunas fuentes estiman que ante una inflación que no cede, es probable que ese porcentaje pueda duplicarse para fines de año, lo cual "aumenta la probabilidad de recesión el próximo año", señala dijo Cliff Hodge, director de inversiones de Cornerstone Financial.

Se espera que la Reserva Federal anuncie otro incremento del precio del dinero de 75 puntos básicos

Cómo impacta esta inflación en alza y el super dólar en nuestro país

Un escenario recesivo a nivel global con un dólar a la par del euro no son buenas noticias para la economía argentina, pues podrían impactar tanto desde el punto de vista financiero, comercial y cambiario.

En términos financieros, un dólar fuerte provoca una salida de capitales y por ende presiona al tipo de cambio, algo que ya se comprueba en varias monedas de la región.

Desde el punto de vista comercial, la robustez del billete verde implica una baja del precio de las materias primas, a lo que se suma que muchos productos europeos se abaraten para el resto del mundo, afectando a aquellos productos argentinos con los que compiten internacionalmente.

A ello se suma que las mayores subas de precios a nivel global siguen siendo las de materias primas energéticas como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania, por lo que se agravaría la crítica situación que enfrenta la balanza energética.

En cuanto al dólar, el aumento de la paridad puede afectar los volúmenes exportados a otros mercados y golpear el precio de las commodities.

Finalmente, según Nadin Argarañaz, director del IARAF, "si Europa entra en recesión, puede verse afectada la exportación de algunos productos argentinos a ese destino, y en el caso de las importaciones, donde manda el dólar, se generaría una especie de inflación importada".