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Ex director del BCRA alerta: "La brecha se moderó pero la inestabilidad del dólar está latente"

Francisco Gismondi, ex director del Banco Central y actual Empiria Consultores, habló con iProfesional sobre qué puede pasar con el dólar y las reservas
15/08/2022 - 08:32hs
Ex director del BCRA alerta: "La brecha se moderó pero la inestabilidad del dólar está latente"

Tras la publicación del registro de inflación del mes pasado y el precio de dólar libre que se estabilizó por debajo de una referencia de $300, el mercado está expectante al anuncio de medidas económicas que contengan el avance de estas variables determinantes para la Argentina.

En este escenario, iProfesional dialogó con el economista Francisco Gismondi, ex director del Banco Central y actual cabeza principal de Empiria Consultores, donde manifestó, entre otras cosas, que no hay lugar para reformas graduales. "Las opciones son shock o shock", afirmó.

Además detalló que las reservas tienen pocas posibilidades de aumentar con una brecha tan alta, con atraso cambiario y con cepo.

-¿Qué está ocurriendo hoy en la economía en medio de los cambios políticos?

-En resumen, faltan dólares y sobran pesos. Eso es lo que determina el nerviosismo del mercado, la inflación y la brecha cambiaria. La falta de reservas posiblemente no se pueda arreglar con las actuales restricciones cambiarias y sus sucesivos parches. A su vez, el excedente de pesos se agrava por el déficit fiscal, que lejos de reducirse viene aumentando desde que se firmó el acuerdo con el FMI en marzo.

Entonces, la actividad económica comienza a encontrar límites en la falta de energía y en las restricciones para importar. Y la pobreza, luego de algunos "buenos" trimestres, está volviendo a crecer y se mantiene en un rango cercano al 40%.

-El panorama no luce alentador, ¿qué se necesita?

-La situación actual es bastante crítica y el Gobierno no transmite la sensación de que fuera consciente de la realidad. Se necesita liderazgo político, claridad de diagnóstico, un equipo competente y un plan consistente para encausar la economía. Por el momento, sólo se ven medidas aisladas y relativamente marginales. Incluso, muchos de los últimos anuncios no llegaron a implementarse por estar mal diseñados, como es el caso del dólar para turismo receptivo o los "beneficios" para los productores agropecuarios.

La brecha cambiaria por arriba del 100% preocupada a los economistas, sobre todo en un contexto de pocas reservas.
La brecha cambiaria por arriba del 100% preocupa a los economistas, sobre todo en un contexto de escasas reservas.

-Tras el recalentamiento que hubo el mes pasado, ¿cuál es el análisis que realiza sobre el precio del dólar?

-El dólar oficial se viene atrasando cerca de un 25% desde comienzos del año pasado. Pero para poder mantener ese atraso cambiario con una brecha de más del 100%, las restricciones (cepo) son cada vez mayores, llegando a afectar la actividad económica.

De esta forma, por la falta de reservas y el excedente de pesos no demandados, la brecha cambiaria o el precio del dólar libre vienen subiendo, que llegaron a un nuevo pico en julio pasado, después de la renuncia del Ministro Martín Guzmán. Ahora, en agosto, se moderó, pero la inestabilidad está latente.

-¿Cuánto puede afectar la amplia brecha cambiaria que hay entre el billete oficial y los dólares libres?

-En cualquier caso, una brecha cambiaria de más del 100% ya es un problema en si mismo. Algo que puede verse en la falta de insumos, en los arbitrajes en la zona de frontera y en la escasa actividad en el mercado oficial de cambios.

Así, aunque el dólar libre esté en valores de pánico, muy por encima de un precio de equilibrio, mientras no se despeje la incertidumbre y no se unifique y libere el mercado, la brecha puede seguir en estos niveles o incluso superiores.

-Ya pasó la temporada de alta de liquidación de divisas del campo, ¿cómo incidirá esto en el precio del dólar?

-El dólar oficial está completamente intervenido por el Banco Central y todas las señales que se dieron hasta ahora indican que es más probable que se sigan restringiendo operaciones (más cepo), antes que habilitar un salto cambiario para recuperar el terreno perdido durante el último año y medio.

En ese sentido, es más probable ver subas en la brecha que en el valor del tipo de cambio oficial, más allá de la devaluación mensual que corre a una tasa cercana al 5% en los últimos meses.

Para Gismondi, la cantidad de reservas netas que dispone hoy el Banco Central se encuentra en un
Para Gismondi, la cantidad de reservas que dispone hoy el Banco Central se encuentra en "niveles críticos".

-En el marco del poco ingreso genuino de divisas, ¿qué puede pasar con las reservas?

-La mejor parte del año por el ingreso de la cosecha gruesa ya terminó y las liquidaciones fueron excepcionalmente altas gracias a los buenos precios internacionales. Ahora, hasta que llegue el primer alivio con la cosecha fina de fin de año, viene lo más difícil. Es cierto que este año las fuertes importaciones de energía en el invierno aumentaron la demanda de dólares en el mercado oficial, y eso también estaría llegando a su fin. En cualquier caso, las reservas están en niveles críticos, con reservas netas casi en cero y hay que afrontar los meses de escases sin un colchón suficiente.

Es decir, las reservas tienen pocas posibilidades de aumentar con brecha tan alta, con atraso cambiario y con cepo. Las restricciones cambiarias son más eficientes para evitar la entrada de divisas por el mercado oficial que para frenar su salida. Por eso, cada vez que hubo restricciones cambiarias, las reservas cayeron. Y sólo aumentaron con mayor libertad de acción.

-La inflación volvió a mostrar datos altos tras la escalada cambiaria, ¿qué puede suceder con la marcha de los precios en agosto y en el resto del año?

-La inflación de julio volvió a acelerarse, sobre todo desde los cambios en el Ministerio de Economía, y agosto arrancó muy fuerte también. A este ritmo, la inflación anual apunta a terminar en el 90% o más, y el alza de precios mensual difícilmente vuelva a verse por debajo del 5% en lo que queda del año.

Estos son niveles de inflación que no se veían desde los años ´80, con excepción de las hiperinflaciones de fines de los ´80 y principios de los ´90.

-¿Qué puede hacer el Gobierno para controlar esta situación tan compleja?

-El Gobierno tiene la posibilidad de encausar la situación con hechos, porque ya las promesas no causan ningún efecto. Y los hechos tardan en verse. Los sucesivos ministros vienen diciendo que van a cumplir con lo prometido de reducir el déficit y la emisión monetaria, pero desde marzo sólo aumentan. Por eso, la nueva promesa de cumplir con el acuerdo no tendrá ningún efecto hasta que no se vean resultados concretos que muestren que esta vez va en serio. Pero, en caso de que esos resultados se vean, el resto de las variables pueden comenzar a encausarse. 

Entonces, el primer paso sería volver sobre nuestros pasos y apuntar en la dirección correcta. Lo que viene sucediendo hasta ahora es como que estuviéramos en Buenos Aires, queremos llegar a Mar del Plata y salimos por la Ruta 9 para el norte. Hay que buscar el primer retome y volver hacia el destino.

Las únicas posibilidad para corregir el rumbo económico, para Gismondi, es através de medidas de shock.
Las únicas reformas posibles para corregir el rumbo económico, para Gismondi, son a través de medidas de shock.

-¿Cuáles son los problemas de fondo de esta situación y cómo pueden encausarse?

-El problema es, primero, fiscal, luego es monetario y de deuda. La solución es secuencial, se debe empezar por dejar de gastar más de lo que se recauda, y después hay que reducir el tamaño del Estado, porque el sector privado no va a lograr producir, exportar y crear empleo como necesitamos con el actual peso del Estado sobre sus espaldas.

Es posible que nadie espere tanto del actual Gobierno, entonces le quedará al próximo hacer cambios de fondo que saquen al país del estancamiento y la inestabilidad de los últimos 50 años, por lo menos. No hay lugar para reformas graduales, las opciones son shock o shock, aunque los resultados sobre las variables que se ven (pobreza, empleo, inflación), sean luego parsimoniosos.

-En este marco tan incierto, ¿qué puede ocurrir en los próximos meses?

-No es fácil ser optimista en este momento, pero los mercados le están dando una cuota de confianza al nuevo Ministro, lo que le da algunos días de tranquilidad. Si termina de presentar su equipo con gente idónea y acierta con las medidas, ese voto de confianza puede ayudar a ganar algo de tiempo para que luego, con algunos buenos resultados, sobre todo fiscales y monetarios, baje la incertidumbre. Caso contrario, los 16 meses restantes de la actual administración pueden hacerse muy largos.-

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