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El dólar, bajo presión: Massa apuesta a un puente cambiario hasta la cosecha pero el mercado no le cree

El BCRA ya perdió el 27% del aporte del "dólar soja" , mientras el Gobierno quiere convencer de que habrá dólares hasta la próxima cosecha gruesa
16/11/2022 - 07:00hs
El dólar, bajo presión: Massa apuesta a un puente cambiario hasta la cosecha pero el mercado no le cree

"Para nosotros es una buena noticia. Les va a caer muy mal a los que especulan contra el Banco Central. A los que están todo el tiempo especulando si el Gobierno tiene los dólares o no los tiene". Desde Indonesia, donde se lleva a cabo la cumbre del G-20, a Sergio Massa se lo notaba con evidentes signos de cansancio por el cambio horario, pero no demoró el anuncio del acuerdo al que se había llegado con el presidente de China, Xi Xinping, para agrandar el swap de monedas con ese país.

Serán u$s5.000 millones adicionales de libre disponibilidad, que deberían utilizarse para afrontar el déficit comercial con China.

Este año, el rojo comercial con ese país trepará a los u$s8.000 millones. La utilización del equivalente a u$s5.000 millones (en yuanes), que el Gobierno podría utilizar para pagar importaciones desde China aliviarán la carga sobre las reservas del BCRA en los próximos meses. Esa es la clave del acuerdo rubricado entre Alberto Fernández y Xi Xinping.

La apuesta del ministro de Economía es que aquellos u$s5.000 millones sean un verdadero puente hasta la próxima cosecha de soja, cuya liquidación debería comenzar en abril.

El dólar y la pulseada de Massa con el mercado

El anuncio oficial no evitó un recalentamiento del mercado cambiario, que ya se había insinuado en las jornadas previas.

Las cotizaciones de todos los dólares financieros volvieron a estacionarse por encima de los $300. El CCL cerró el martes en $318 mientras que el MEP trepó a $304. El blue llegó a $302, máximo nivel desde finales de julio.

Pese al anuncio de la ampliación del swap con China, los dólares paralelos pegaron un salto este martes.
Pese al anuncio de la ampliación del swap con China, los dólares paralelos pegaron un salto este martes.

De todas formas, son cotizaciones que siguen por detrás de la inflación acumulada en este 2022: suben entre 52% y 57% contra un IPC del 76,6% entre enero y octubre.

En el mercado son mayoría los que piensan que la brecha cambiaria no tiene margen para achicarse. Y que con ese diagnóstico, hay grandes jugadores que empezaron a dolarizar sus inversiones.

La clave de esta dinámica hay que encontrarla en lo que está sucediendo con las reservas del Banco Central.

La sangría de dólares del BCRA

Desde que terminó la liquidación por el "dólar soja" -el 5 de octubre último-, el Banco Central ya vendió un neto de u$s1.403 millones.

Es decir, se le fueron el 27,5% de los dólares que pudo comprar durante la liquidación récord que hicieron las cerealeras. Durante septiembre, el BCRA compró un neto de u$s5.100 millones.

Esta es la dinámica que observan con lupa desde fondos de inversión internacionales y los inversores locales: que si el Gobierno no logra frenar este rojo, no hay chance de evitar un colapso.

Desde que finalizó dólar soja, el BCRA viene sufriendo una pérdida de reservas.
Desde que finalizó dólar soja, el BCRA viene sufriendo una pérdida de reservas.

Por ahora, el sistema de control sobre las importaciones no logra impedir la salida de divisas.  "Se está trabajando para que el SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina) funcione lo mejor posible, sabiendo que todos quieren dólares y que hay empresas que se stockearon para ocho a 10 años, y no las condeno", dijo ayer Gabriel Rubinstein, viceministro de Economía.

Luego graficó: "Es como eran los hospitales en la época del Covid. Había un stress por la cantidad de pacientes que ingresaban y había que ir dividiéndolos entre los que iban a terapia, los que quedaban internados y los que volvían a la casa".

La dolarización tan temida

El "mercado" sabe a la perfección que esta dinámica es insostenible; y que el Gobierno debe dar vuelta la situación en el cortísimo plazo. Que no alcanza ningún acuerdo con China para mejorar las expectativas.

Desde la otra mirada, tampoco hay chances visibles de que el Gobierno logre el ingreso de divisas desde alguna fuente. La entrada de dólares por parte de organismos de crédito internacionales suele servir para repagar vencimientos de esos mismos organismos, más allá de que en algún momento puede quedar un pequeño saldo a favor. No son dólares que sirvan para enfrentar al mercado.

Respecto de la visión entre operadores, la otra cuestión refiere a lo sucedido la semana pasada, cuando el Gobierno sólo pudo refinanciar vencimientos de deuda gracias a la presentación de los organismos del Estado, sin que pudiera convocar a los inversores particulares.

La especulación que ayer hacían en el mercado era que esos inversores estarían dolarizando sus posiciones, lo que presionaba sobre las cotizaciones de los dólares financieros.

MAssa
El mercado no cree que los dólares de organismos internacionales sirvan para mejorar las expectativas.

Daniel Marx, asesor del Gobierno en temas de la deuda, dio cuenta ayer de las expectativas negativas de parte de los inversores. Durante una exposición ante el IAEF (Ejecutivos de Finanzas), el ex secretario de Finanzas dijo que "bajo las actuales condiciones, yo creo que son más los (inversores) que quieren salir que los que quieren entrar y eso significaría una depreciación superior del peso. Entonces entre las condiciones hay que ver qué incentivos, qué razones le damos a que la gente para que quiera entrar más que salir. Me refiero no solo a lo comercial, sino a los portafolios".

Y, encima, la inflación

El dato de inflación de octubre, del 6,3% difundido ayer por el INDEC, no sorprendió. Pero eso no quita que el problema sea indomable.

Massa tomó como una verdadera "política de Estado" evitar una devaluación. El ministro está convencido de que Ese es su límite; que una devaluación en estas condiciones -con escasas reservas en el Banco Central- y un Gobierno que hace rato cayó en el descrédito significaría un desbande total de las expectativas. Y un final inimaginable.