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Duro diagnóstico de economista: "El Gobierno administra la escasez hasta las elecciones"

La suba del dólar y la escasez de reservas inquietan. Por eso, iProfesional habló con José Dapena, director del Departamento de Finanzas de UCEMA
09/01/2023 - 16:40hs
Duro diagnóstico de economista: "El Gobierno administra la escasez hasta las elecciones"

Con los conflictos políticos e incertidumbre en la economía como telón de fondo, los expertos se plantean qué puede pasar en los próximos meses con el precio del dólar, inflación y la marcha de la actividad.

Para conocer cuál puede ser el panorama para este año electoral, iProfesional entrevistó a José Dapena, director del Departamento de Finanzas de UCEMA.

-¿Cuál es su perspectiva sobre la situación económica actual?

-La situación es delicada. Si bien el ajuste fiscal y la suba de la tasa de interés implementado en el segundo semestre de 2022, que representan componentes de un plan ortodoxo si los hay, lograron amortiguar el empeoramiento que venían registrando las variables macro hasta julio, la situación no ha mejorado, solo ha dejado de empeorar.

Y, por el momento, no hay elementos significativos que permitan hablar de un cambio positivo, solamente se administra la escasez hasta las elecciones. Lo paradójico es que con muy poco se podría hacer mucho, pero no está la capacidad política de, por ejemplo, mostrar cierto grado de previsibilidad hacia el futuro. En consecuencia, no hay demasiado apetito para la deuda soberana, lo que redunda en un riesgo país significativo.

Sin embargo, el Índice Merval ha sido la gran estrella de 2022, con una suba de 142% contra una inflación estimada de más de 96%. Esto se puede deber a dos motivos, por un lado, que partía de valores muy bajos, y por el otro que representa uno de los pocos refugios de instrumentos que cotizan que no está en relación directa al riesgo del soberano.

Entonces, frente a restricciones de movimientos de capitales, los ahorros no tienen demasiadas alternativas de destino, y esa es una de ellas. Por ejemplo, una gran suba se dio en el mes de julio, cuando existían ciertas dudas respecto de la deuda en pesos.

La brecha entre el precio del dólar oficial y el libre es cercana al 100% y muestra desfasajes profundos en la economía que generan alerta.
La brecha entre el precio del dólar oficial y el libre es cercana al 100% y muestra desfasajes profundos en la economía, que generan alerta.

-Al hablar de ahorros, el dólar es uno de los destinos preferidos ante tanta incertidumbre. ¿Qué puede ocurrir con su precio en las próximas semanas?

-No hay dudas que existe un retraso en el tipo de cambio oficial, y que por otro lado el precio de los dólares libres se encuentra en un valor significativo, ya que cualquier precio en pesos (en especial, el salario) dividido por el dólar libre arroja como resultado valores bajos.

Entonces, la brecha seguirá existiendo en la medida que siga existiendo un riesgo país significativo, lo que significa, por un lado, los bajos cupones de los bonos en dólares. Y, por el otro, se evidencia cierto nivel de desconfianza en la capacidad del soberano para cumplir con los compromisos.

La buena noticia es que, justamente, frente a un cambio de expectativas, el precio de los bonos tendría espacio para acelerar por la curva que tienen, pero depende de la política.

Por ello, cumplir en lo formal con el plan del FMI es, por lo menos, una señal positiva, más allá de ciertos detalles de sintonía fina. Recuperar la confianza internacional es el gran paso que se debe la Argentina, no por los inversores, sino por el propio bienestar de sus habitantes.

-Mencionaba la amplia brecha cambiaria que hay entre el oficial y los dólares libres, ¿puede normalizarse en algún momento?

-La brecha refleja desconfianza, y es consistente con el riesgo país, que expresa lo mismo. En la medida que se mantenga el plan fiscal de lograr ciertas metas de disminución en términos reales, siendo la inflación en ese caso aliada del Gobierno como hemos visto en los datos del segundo semestre de 2022, se puede pensar en cierta estabilidad, aunque no una mejora significativa.

De esta manera, la posibilidad de retornar a los mercados voluntarios de deuda, en una situación de disciplina fiscal, son los elementos clave para eliminar la brecha y retornar a la normalidad.

La baja cantidad de reservas netas que tiene el Banco Central puede verse profundizada por la sequía en el campo.
La baja cantidad de reservas netas que tiene el Banco Central puede verse profundizada por la sequía en el campo.

-Una de las preocupaciones es el bajo nivel de ingreso de divisas que genera la amplia brecha con el cepo cambiario de trasfondo, ¿qué puede pasar con las reservas?

-No hay elementos que permitan suponer que existirá una acumulación genuina de reservas. Por un lado, la cuenta corriente se ha transformado en negativa, y por el otro no existe entradas de capitales significativas.

Por ello, lo esperable es que se mantengan en los niveles actuales, con subas y bajas ocasionales. Sin embargo, es toda una incógnita lo que puede llegar a pasar a partir de junio. Algunas estimaciones hablan de que por la sequía se dispondría de u$s10 mil millones menos, mientras que por el otro la cuenta energética podría poner presión en caso que afrontar nuevamente un invierno riguroso. Sobre todo si no se cuenta con provisión interna a partir de los desarrollos inmobiliarios que se están llevando adelante.

-Otro dato a tener en cuenta es la inercia inflacionaria alta, ¿cómo pueden evolucionar los precios?

-Ha habido una pequeña desaceleración de la inflación, pero ha sido consecuencia de la disminución de la actividad económica, motivada principalmente en dos factores: el ajuste fiscal, con un gasto en términos reales que ha caído en el segundo semestre de 2022; y el segundo motivo es la suba de la tasa de interés.

Es decir, se sacrifica actividad económica para disminuir la inflación, que en niveles acumulados de 12 meses superó el 90%. Hecho que es un creador serio de pobreza, como lo ha sido en los últimos 14 años. Así, el plan de ajuste puede tener ciertas complicaciones al atravesar un año electoral por las necesidades políticas, por ello mucho de lo que acontezca dependerá de acuerdos que no necesariamente sean públicos.

Tal como están dadas las cosas, no hay elementos que justifiquen una aceleración de la inflación, salvo que se dé por un brote de desconfianza significativo, que es algo que puede suceder, teniendo en cuenta las características de 2023. Aunque tampoco veo una baja significativa, teniendo en cuenta los pasivos que detenta el Banco Central y que digerirlos puede llevar bastante tiempo, excediendo el término y la capacidad política de la actual administración.

-Bajo este marco complejo, ¿qué escenario ve para los próximos meses?

-En el actual contexto, los próximos meses deberían seguir con el mismo tenor que estos tres últimos meses, es decir, con niveles de inflación similares a los actuales y con una tasa de variación del dólar que, eventualmente, puede acelerarse dependiendo de las necesidades que pueda haber respecto de la cuenta corriente.

Además, las experiencias del dólar soja muestran que se pueden pagar tipos de cambio diferenciales para quienes tienen poder de negociación. Dicho eso, y dadas las características de 2023, es probable que veamos más de esos acuerdos en pos de evitar un salto devaluatorio, al menos hasta las elecciones.-

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