La debacle del SVB, que comenzó el miércoles pasado, es decir pocos días después de la sorpresiva liquidación del cripto-banco Silvergate, cuando anunció iba a buscar una ampliación de capital de 1.750 millones de dólares para tratar de hacer frente a sus crecientes dificultades financieras.

Hasta ese momento se había visto obligado a deshacerse de inversiones por valor de unos 21.000 millones de dólares, con una pérdida de unos 1.800 millones.

Esta desesperada venta de bonos respondía a una cuestión de fondo: ante las rápidas subas de las tasas de interés, la competencia entre bancos por atraer depósitos subió en forma sostenida, afectando básicamente a las entidades más pequeñas que son más dependientes de la captación.

"En el modelo bancario tradicional, los depósitos captados se utilizan para colocar préstamos. Los bancos tienen la opción de invertir en bonos cuando, por la razón que sea, la demanda de crédito es baja o las condiciones de emisión de préstamos son menos atractivas.

Inusualmente, SVB empleó una parte mucho mayor de su base de depósitos en bonos a largo plazo que en la concesión de préstamos. Esto significaba que era más susceptible que la mayoría de los bancos al rendimiento de su cartera de bonos", explican los analistas de ING con sede en Nueva York.

Ese simple anuncio desató la corrida y el derrumbe de sus cotizaciones, que marcaron el peor momento el jueves cuando cayeron un 60%.

Tras la crisis del SVB, las acciones de las principales entidades bancarias de EE.UU. mostraban importantes caídas

Naturalmente, esta situación en la bolsa se contagió a toda la banca -las grandes entidades de Wall Street perdieron ese día un 6% y volvieron a caer el viernes. Con el paso de las horas, el efecto se trasladó a Europa, en donde también se registraron caídas significativas.

Pese a que en esta oportunidad el Gobierno de EE.UU. actuó con rapidez, con la intención de evitar que se extienda el contagio, el lunes las acciones de las principales entidades bancarias de ese país mostraban importantes caídas.

En tal sentido, la peor parte la asumía el Citigroup, pues sus acciones retrocedían un 5,4%, seguido de cerca por Wells Fargo, que perdía un 5% y Bank Of America, con el 3 por ciento.

Con estas nuevas caídas, el acumulado desde el cierre de las operaciones del miércoles para cuatro de los cinco principales bancos de los EE.UU. rondan el 10%, siendo la única excepción JP Morgan, que caía un 4 por ciento.

El impacto financiero en la Argentina

Contrariamente a lo que sucedía en el pasado, cuando el impacto directo para los ahorristas locales era muy acotado, ahora se ven afectados a partir de la operatoria de los CEDEARs.

De hecho, el derrumbe de los certificados de estos bancos en la plaza local es también importante, pues por ejemplo, Citi perdía el lunes cerca del 5%, en tanto que Wells Fargo caía un 4,8% y Bank of America otro 3,1 por ciento.

La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, descartó el domingo en un primer momento un "rescate" para SVB

Pero la baja también se extiende a bancos europeos como el BBVa, que retrocedía más del 5% y al HSBC por encima del 2 por ciento. También debe tenerse en cuenta lo que sucede con la aseguradora AIG, que retrocedía un 4,4 por ciento.De esta manera, desde el inicio de la crisis, los certicados locales muestran perdídas que en promedio rozan el 10 por ciento. 

Desplome de SVB: cómo sigue la historia

Más allá de la intervención de las autoridades competentes, llamó la atención la forma en que tomó el tema la Casa Blanca, lo cual no suele ser un bueno augurio en estas situaciones.

La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, descartó el domingo en un primer momento un "rescate" para SVB y trató de marcar distancias con la situación de la crisis financiera de 2008 mientras el regulador busca comprador para la entidad bancaria intervenida el viernes.

En un programa televisivo Yellen aseguró que el Gobierno no recurrirá al rescate bancario, si bien reconoció que hay preocupación por los depositantes. Ante el temor por un efecto contagio a bancos regionales estadounidenses, la funcionaria sostuvo en el programa que el sistema bancario del país es "seguro y está bien capitalizado", y atribuyó el colapso de SVB a la política de subas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal para controlar la inflación.

En ese sentido, agregó que el regulador está considerando las "opciones disponibles" para enderezar la situación, incluyendo la compra de SVB por otra entidad.