La renta mensual del plazo fijo común pierde ante la inflación: cuál es la "tasa ideal", según expertos
La inflación cada vez más alta no sólo golpea a los bolsillos, sino también a los ahorristas que realizan un plazo fijo tradicional ya que la tasa de interés sigue quedando relegada frente al nivel de incremento de precios de la economía. Por lo tanto, el inversor se pregunta cuánta rentabilidad debería ofrecer en este momento un depósito para seducirlo a volcarse por este instrumento en pesos.
Cabe recordar que desde mediados de mayo un plazo fijo tradicional brinda 97% de tasa nominal anual (TNA), para colocaciones realizadas por personas físicas inferiores a los $30 millones. Una renta que equivale a un interés de 7,97% mensual.
Este porcentaje queda por debajo de los últimos registros de inflación, que en abril fue de 8,4% y que en mayo se ubicó en torno al 9%.
En consecuencia, hoy el ahorrista que se vuelca a un depósito bancario obtiene una ganancia que es inferior al índice de precios al consumidor (IPC).
"Dada la seguidilla de datos altos de inflación y posterior suba de tasas del Banco Central, se refuerza la comparación entre tasa versus inflación. Así, en las inversiones personales el planteo es si el interés de los plazos fijos le gana al índice de precios, o si es más conveniente realizar un plazo fijo ajustado por UVA o directamente comprar dólares", resume a iProfesional Roberto Geretto, economista y portfolio manager de Fundcorp.
Plazo fijo: tasa versus inflación
En el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) realizado por el BCRA entre un grupo de cerca de 40 analistas, se estipula que la inflación para el 2023 podría ser del 126%, mientras que para los próximos 12 meses sería del casi 147%.
"Cabe destacar que dicha estimación de mercado fue realizada antes de conocerse dato de abril, por lo que se puede considerar que el REM brinda una ´proyección optimista´ de la inflación. Así, varias consultoras y bancos ya prevén que sea mayor a 150% para este año", advierte Geretto.
Por el lado del plazo fijo minorista tradicional, si bien otorga 97% de TNA, si se considera renovar la colocación inicial más los intereses ganados cada 30 días, durante todo un año, se pasará a obtener una tasa efectiva anual (TEA) del 154,3%.
"Esto se ubica muy justo con las estimaciones del mercado para los precios, o inclusive por debajo, por lo que hay pocos incentivos a realizar este tipo de colocaciones, sin perjuicio de la comparación mensual que siempre se hace de plazo fijo versus inflación", puntualiza Geretto a iProfesional.
Cuál es la tasa "ideal" para el plazo fijo
La conclusión es que un plazo fijo tradicional actualmente no llega a compensar el incremento de precios esperado en el corto plazo, aunque en algún mes particular puede llegar a ganarle o perder.
A pesar de esta incertidumbre, tanto el dólar como la inflación también presentan cierta volatilidad y dificultad para su proyección a futuro, sobre todo en pleno año electoral.
"Por lo tanto, no sólo un plazo fijo debe remunerar la expectativa de inflación, sino que también tendría que compensar el riesgo que se asume en base a todas las variables de la economía", resalta Geretto.
De ese modo, para este experto consultado por iProfesional, bajo un escenario de una inflación del 150% anual, si se le agrega una prima de riesgo del 5%, el interés del plazo fijo como mínimo debería ubicarse en casi una tasa nominal anual (TNA) del 100,44%, para obtener una tasa efectiva anual (TEA) del 162,50%.
Con este nivel sugerido, la renta mensual de una colocación bancaria ofrecería alrededor del 8,26%. Un nivel similar al índice de precios actual.
"Al margen de cuestiones propias del Banco Central, que también afectarían a un plazo fijo UVA, por ejemplo, el principal riesgo de un plazo fijo tradicional es el dólar e inflación. Esto es porque tradicionalmente la tasa de devaluación y los precios han ganado a la tasa de interés. Así, a largo plazo, son muy altos los riesgos de un plazo fijo tradicional, lo cual explica por qué la mayoría son a 30 días, y la comparación respecto al dólar e inflación es mes a mes, y más aún en un año electoral", resume Geretto.
Por lo tanto, el índice de precios al consumidor en niveles cada vez más altos es el que empieza a condicionar y a impulsar al alza al resto de las variables económicas, como el dólar y las tasas de interés. Una inercia que es peligrosa y que sube, lógicamente, el costo de endeudamiento en pesos.-