A contrarreloj, el equipo económico avanzará hoy, por segundo día consecutivo en Washington, en el cierre de las negociaciones con el Fondo Monetario. Gabriel Rubinstein y Lisandro Cleri, viceministro de Economía y vice del Banco Central, ambos funcionarios de máxima confianza de Sergio Massa tienen a cargo una parte medular de la negociación: de qué manera el Gobierno logra una mejora en la competitividad del tipo de cambio sin necesidad de una devaluación abrupta.

La otra columna de las conversaciones pasa por el capítulo fiscal: los técnicos del FMI objetan el desvío de las cuentas públicas de los últimos meses y quieren que la Argentina cumpla con la pauta de rojo del 1,9% del PIB firmado en la última revisión.

Para el ministro de Economía, esa objeción es inadmisible: pone sobre la mesa que es producto del quebranto por la histórica sequía, que golpea la recaudación de derechos de exportación.

Ayer mismo, el Indec dio a conocer que la actividad del campo derrapó más de un 40% interanual por culpa del shock climático.

La vía de escape china

Sin confirmación oficial, es muy probable que hoy mismo viaje a Washington Raúl Rigo, el estratégico secretario de Hacienda, con el objetivo de abrir la discusión clave de las cuentas públicas que guiarán el acuerdo de acá hasta fin de año.

"Nuestro desarrollo no puede estar atado a la tablita de Excel de un burócrata", apuntó Massa en la noche del martes, dando cuenta de las dificultades en la negociación fiscal. "Hay que consolidar un programa que nos permita fortalecer reservas y un orden en las cuentas, entendiendo que eso está muy lastimado por la sequía", agregó.

El Gobierno negocia un nuevo acuerdo con el FMI. Podría pagar los vencimientos con yuanes

En este contexto, y aunque en las próximas horas haya acuerdo entre las partes, lo más probable es que el Gobierno vuelva a apelar a los yuanes para cumplir con el FMI.

A fin de mes habrá que abonar unos u$s2.630 millones, a los que habría que sumar u$s760 millones que vencen el primer día de agosto. No está claro que este último vencimiento pueda postergarse hasta fin del mes que viene.

Como sea, la Argentina no cuenta con DEGs para pagar. Tampoco dólares suficientes. Por eso mismo se apelaría a los yuanes, a la espera de que -tras la aprobación, primero del staff y luego del Directorio del Fondo Monetario-, el organismo reintegre a la Argentina los yuanes pagados y, en simultáneo, el Gobierno pague los vencimientos con los mismos DEGs que el FMI transfiera al país.

Ese intercambio es clave: el Gobierno viene utilizando los yuanes (renminbis) para financiar importaciones del sector privado que provienen de China. Sin dólares suficientes en el Banco Central, esos yuanes resultan clave para sostener parte de la actividad económica.

Las próximas horas serán determinantes para encauzar la relación con el FMI, pagar los vencimientos de la deuda, y evitar los atrasos.