En forma coloquial al asegurar que había que "apostar para ganar", la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner calificó de "fullero" al ministro de Economía, Sergio Massa, a poco de que éste fuera elegido como el representante de su espacio como precandidato a presidente.

El término "fullero" remite a las personas que son "jugadoras por plata" en cualquiera de sus formas, casino, quiniela, hipódromos, cartas y la versión más aggiornada que ahora con las apuestas deportivas.

"Pegarle" al número de inflación siempre se pareció a una "timba" en la Argentina, por el descrédito que supo ganarse el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), especialmente en los tiempos de Guillermo Moreno como secretario de Comercio, apuntado como responsable de supuestas maniobras para manipular el indicador.

Cabe recordar que la propia Patricia Bullrich comunicaba mes a mes el "Indice Congreso de Inflación", que se calculaba sacando el promedio de los resultados de mediciones privadas.

La situación cambió desde la salida de Moreno y en especial desde la asunción de Marco Lavagna. Incluso vale destacar que en los meses previos al resultado de junio, la inflación comunicada por el INDEC fue mayor a la de las consultoras.

Inédito: un grupo de "fulleros" apuesta por la inflación

Uniendo el nuevo mundo virtual y la incertidumbre y descontrol que es la economía argentina, una casa de apuestas propuso una oferta muy llamativa: acertar el índice de inflación en Argentina.

Quienes apuestan por la inflación mes a mes pueden ganar hasta casi 8 veces más.

Lo que en otro país sería impensado, insólito y poco redituable para una empresa de este tipo, en Argentina resultó un buen negocio y lo están repitiendo mes a mes.

La volatilidad de los precios, la falta de referencias, y la discusión pública hace que la propuesta sea atractiva.

En junio, el resultado sorprendió y hasta los más avezados especialistas "perdieron plata".

El organizador estableció rangos de probabilidades y con la subjetividad propia le asignó "cuotas de pago", que es equivalente a la "ganancia". Esto quiere decir cuánto se le va a pagar a quien acierte cuánto fue la inflación del mes anterior.

El mismo criterio es utilizado para fijar, por ejemplo, una cuota para un partido de fútbol, o un resultado de tenis.

Para la inflación de junio, esta casa de apuestas fijó seis rangos:

1. 7,3%,7,4%, 7,5%
2. 7%, 7,1%, 7,2%
3. 7,6%,7,7%, 7,8%
4. 6,7%, 6,8%, 6,9%
5. 7,9%, 8%, 8,1%
6. Menos de 6,7% o más de 8,1%

Más de un apostador quedó sorprendido por el 6% de inflación en junio.

Como puede apreciarse, el piso de inflación subjetivo con el que se manejó la empresa fue de 6,7% y el máximo 8,1%, y en medio estableció otras cinco opciones en las que manejaba distintas cuotas de pago.

Empresa ofrece apuestas por inflación: ¿cuánto prometía pagar?

• 1) Paga cuota de 2,2. Esto quiere decir que apostando $100 se cobra $220 y la ganancia es de $120
• 2) Paga cuota de 2,5. Esto quiere decir que apostando $100 se cobra $250 y la ganancia es de $150
• 3) y 4) Pagan cuota de 3,4. Esto quiere decir que apostando $100 se cobra $340 y la ganancia es de $240
• 5) Pagan cuota de 5. Esto quiere decir que apostando $100 se cobra $500 y la ganancia es de $400
• 6) Pagan cuota de cuota 7,75. Esto quiere decir que apostando $100 se cobra $775 y la ganancia es de $675

Quienes acertaron fueron los que tomaron la opción 6, que en definitiva era la de mayor cuota o sea que la redituó las mejores ganancias de la grilla.

Cabe apuntar que la casa de apuesta no "paga de su bolsillo" la jugada (como sí pasa en una apuesta de casino o de quiniela  situaciones en que la ganancia está establecida –se llama juego bancado-), sino que el sistema de pago es más parecido al que se utiliza en los hipódromos. Si una apuesta está muy requerida seguramente la cuota de ganancia baje para que la ecuación final le cierre al organizador.

A medida que se acercan las PASO, Massa espera que se mantenga el "guiño" que la inflación le viene dando.

Por consiguiente, establecer como piso el 6,7% para iniciar el rango de apuesta mejor paga supone que la gran mayoría de los apostadores no creía en esa posibilidad, también así como que no superaría el 8,1%, muy cercano al pico de abril de 8,4%.

De ese mismo rango, se puede suponer que el mayor número de jugadores estimaba que no hubiera una espiralización de la inflación, lo cual no es un dato menor que bien podría ser tomado para los análisis de "expectativas".

Apenas cinco días antes, el Banco Central había publicado el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) en el que habían opinado 39 especialistas, entre quienes había 26 consultoras y centros de investigación locales e internacionales y 13 entidades financieras de Argentina.

Para ese selecto grupo, la inflación de junio había sido de 7,3%, o sea 1,3 puntos por encima de la real. Algunos "fulleros" tuvieron más "suerte" que los "especialistas".