Mucho se viene hablando en las últimas semanas sobre la posibilidad cierta de que la frágil situación económica desemboque en un proceso hiperinflacionario cuyas consecuencias son imposibles de evaluar. Más allá de la probabilidad de que este fenómeno que tiene raíces monetarias y fiscales llegue a producirse, hoy se advierten algunas señales que algunas compañías han comenzado a tomar medidas "como si ya se estuviera en hiper".

En tal sentido, algunas de ellas hacen recordar a los más memoriosos lo sucedido en 1989 y 1990, cuando, entre otras medidas las empresas disponían adelantos de dinero a cuenta del sueldo que se cobraría a fin de mes que finalmente terminaban siendo sumados al total. Algo de ello se está registrando por estos días, a partir de la aceleración de la inflación minorista, que con el 12,4% de agosto se ubicó en el nivel que es el más alto de los últimos 32 años.

Frente a esta situación y teniendo en cuenta que es muy probable que de ahora y por espacio de algunos meses se repitan inflaciones de dos dígitos, es que algunas empresas empezaron a adelantar sueldos, bonos e incluso el aguinaldo de fin de año.

Es lo que ha sucedido en un conjunto de principales bancos y compañías de seguros, que tomaron medidas de este tipo, obviamente por el avance de la inflación. Uno de ellos es uno de los bancos líderes de capital nacional, que decidió otorgarle a su personal un adelanto del sueldo de diciembre. 

En un comunicado que incluso tuvo amplia difusión por las redes, desde la entidad informaron que "Para mitigar el impacto significativo que tuvo la política monetaria en el último tiempo, con los haberes del mes de septiembre acreditaremos un anticipo de sueldo especial del 50% de la remuneración de nuestros colaboradores, que se descontará de su liquidación en diciembre 2023″.

¿Llegó la hiperinflación? Para algunas grandes empresas y corporaciones parece que sí

Con la misma intención, pero con otros mecanismos, otros dos bancos e incluso una compañía de seguros ofrecieron, aunque no lo informaron públicamente, un adelanto opcional de sueldo para sus empleados, que en ambos casos se implementaría como un préstamo a tasa cero, aunque a diferencia del anterior, sería voluntario. Algo similar está sucediendo en algunas compañías multinacionales, aunque a diferencia de los anteriores, la oferta pasa por adelantar el pago del aguinaldo o un anticipo de bono a octubre.

¿Estamos en hiperinflación?

Ante esta situación, la pregunta es si estamos atravesando un periodo de alta, mega o se están yendo lisa y llanamente a una hiperinflación. En tal sentido, existen marcadas divergencias entre los economistas en cuanto a cual es la mejor definición de cada uno de ellos.

Para el Premio Nobel de Economía, Thomas Sargent,  "La hiperinflación es un fenómeno en el que el nivel general de precios en una economía aumenta rápidamente y de manera sostenida, lo que lleva a una erosión significativa del poder adquisitivo de la moneda".

La definición tradicional de hiperinflación es la que se formuló en la década del 50 que afirmaba que para alcanzarla era necesaria una tasa de inflación mensual del 50% como mínimo. Si fuera así, aún con el resultado de agosto, se estaría muy lejos, aunque nunca se sabe que puede suceder en un escenario de escalada de precios.

Mucho más cercanas en el tiempo, las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) consideran que se está en hiper cuando:

• La población prefiere conservar su riqueza en forma de activos no monetarios o en una moneda extranjera relativamente estable;
• Los saldos de moneda local se invierten de inmediato para mantener la capacidad adquisitiva de la misma.
• El grueso de la población considera las cantidades monetarias en términos de otra moneda extranjera.
• Los precios pueden establecerse en esta otra moneda.
• Las ventas a crédito son a precios que compensan la pérdida de poder adquisitivo esperada
• Las tasas de interés, salarios y precios se ajustan en función de la variación de los precios
• La tasa acumulada de inflación en tres años se aproxima o sobrepasa el 100%.

De un tiempo a esta parte un conjunto de compañías está desarrollando estrategias que hace recordar lo sucedido en los años 1989 y 1990

Incluso surgió otra definición que sostiene que una hiperinflación moderna se produce con una tasa inflacionaria de 2 dígitos mensuales durante al menos 4 meses, o bien una tasa anual de 3 dígitos.

En definitiva, cualquiera sea la definición que se adopte, el problema está y lo peor es que a la luz de los acontecimientos llevará muchos meses superar este fenómeno, con las consecuencias que ello genera para la sociedad en su conjunto.