Desde el día posterior a las PASO -cuando el Gobierno decidió una devaluación del 22%-, el Banco Central vendió a razón de u$s30 millones diarios en el mercado cambiario para evitar una disparada de la brecha, confiaron fuentes oficiales a iProfesional. 

Esa intervención le permitió mantener a raya al dólar MEP, que se mantiene por debajo de los $700, detrás del contado con liqui (ayer cerró cerca de $780) y del dólar "blue", que quedó en $758, en ascenso.

El martes esta intervención fue superior, cercana a los u$s50 millones, lo que da una idea del recalentamiento del mercado cambiario a pocas semanas de las elecciones presidenciales.

La conclusión es que el Banco Central está utilizando una buena cantidad de los dólares que liquidan los exportadores para mantener al dólar bajo control.

Para abastecer al mercado de divisas, Sergio Massa puso en marcha un "dólar soja 4", un tipo de cambio diferencial más elevado que el "oficial" de $350, y ayer anunció el inminente lanzamiento del "dólar Vaca Muerta", para acercar las exportaciones de petroleras.

No se descarta que lo mismo se haga con el sector minero.

Objetivo: dólar tranquilo

Las intervenciones oficiales ya suman unos u$s1.000 millones desde que terminaron las PASO. Un volumen muy elevado, en medio de la escasez de divisas y el súper cepo.

Massa había negociado con el FMI que una parte de los dólares que ingresaron en el mercado pudieran ser vendidos en el mercado para evitar una disparada de la brecha.

El BCRA vendió u$s50 millones el martes. Ya suman más de u$s1.000 millones desde las PASO

En el Banco Central admiten, ante una consulta de iProfesional, que si se dejara subir al dólar MEP a un nivel parecido al del contado con liqui, eso presionaría al blue y también a la inflación. Y que por ese motivo se tomó la decisión de abastecer de dólares al mercado para bajar la temperatura del mercado.

La inflación, la gran preocupación

Hay una gran preocupación en los despachos oficiales por la inflación. Las últimas estimaciones dan cuenta de un IPC que estará cerca del 12% este mes, un índice que se va a difundir a sólo diez días de las elecciones generales.

Sin embargo, los funcionarios notan que la tendencia de los aumentos de precios se desaceleró en las últimas semanas. Básicamente por dos cosas: el congelamiento en algunos rubros (tarifas, combustibles) y la estabilidad en el valor de la carne, luego de la fuerte suba de agosto, que llegó al 40% según el Indec.

Esa tendencia no es compartida por las consultoras privadas. De acuerdo a los últimos registros de la consultora Eco Go, los alimentos se encarecieron 2,6% durante la tercera semana del mes. Va en el sentido contrario al efecto buscado por el Gobierno, que empezó a publicar la inflación semana a semana (lo hace todos los viernes), pero sin discriminar entre los distintos rubros.

En las semanas previas, la inflación semanal de los alimentos había sido de 2,1% y 2,5%.

Según Marina dal Poggetto, la inflación de los alimentos subirá al 13,1% este mes, un par de puntos por arriba del IPC, que debería llegar al 11,1%, según la consultora.