El dato de inflación de octubre arrojó una suba del 8,3%, es decir muy por debajo de las estimaciones del sector privado, pues lo ubicaban entre el 9 y el 10 por ciento. Pese a la baja, se convierte en el cuarto nivel más alto en lo que va del año. Cabe recordar que la inflación de la Ciudad de Buenos Aires fue de 9.4% en octubre, por lo que en los últimos doce meses alcanzó el 140,9%, según informó la Dirección General de Estadísticas y Censos porteño (DGEyC).

Por su parte, el informe del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y del Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD) revela que "la inflación de las y los trabajadores se ubicó en el 9,8% en octubre, desacelerándose 1,7 puntos respecto a los valores de septiembre".

Los especialistas del IET explican que la desaceleración de la inflación de octubre se explica por el congelamiento del dólar oficial y precios regulados, no obstante, persiste en niveles altos por la inercia del salto cambiario posterior a las PASO.

El guarismo publicado por INDEC se ubicó 5,4 puntos porcentuales porcentuales por debajo del nivel alcanzado en septiembre y supera en 3 punto porcentuales al 6,3% de igual mes de 2022. Cabe agregar que si ese porcentaje se anualiza, la inflación acumulada se elevaría al 160 ciento.

Si se toma en cuenta el lapso comprendido en los últimos doce meses el acumulado es del 142.7%, pero si se desagrega el dato de inflación de acuerdo a los denominados "rubros", el que más sube es Restaurantes y hoteles, con el 164.9%, seguido por Recreación y Cultura, que subió un 154,8% y Alimentos y Bebidas no alcohólicas, que trepó un 153,8%. Un escalón más se ubicaron Equipamiento y funcionamiento del Hogar que trepó el 139% y Bebidas Alcohólicas y Tabaco, con el 137,3 por ciento.

En sentido inverso, los rubros que menos subieron fueron Transporte, con el 122.2% y Educación, con otro 126,5 por ciento.

Los alimentos, con fuertes subas de precios acumuladas.

Si se desagrega este incremento del 142.7% por regiones, las más castigadas son el Noreste, con el 144,2%, seguido por el Gran Buenos Aires (142.9%), la región Pampeana, con el 142.8% y la Patagonia (142.5%), en tanto que el Noroeste subió un 141,6%y Cuyo otro 138.5 por ciento.

En lo que hace a los productos que conforman la canasta básica, un primer análisis arroja como resultado una notable dispersión entre los diferentes rubros que conforman el indicador. En tal sentido, dentro de dicha muestra las mayores subas fueron las siguientes: arroz blanco, 370%, naranja el 334%, azúcar 306% y la docena de huevos el 249 por ciento.

En sentido inverso, las menores subas corresponden a la cebolla, que cayó un 25%, el zapallo anco, que subió un 36%, el aceite de girasol (62%) y el jabón en polvo para ropa, que avanzó un 83 por ciento.

Dónde guardar contra la inflación: freezer vs. alacena

En un contexto como el actual, en el que el aumento de los precios parece haber perforado el piso del 10%, suele surgir la duda de cuál es la mejor inversión para tratar de resguardar el patrimonio de la familia.

En tal sentido, ante la falta de un plan efectivo de parte del gobierno, es evidente que la batalla que libra a diario el consumidor para resguardar su patrimonio frente al avance inexorable de los precios es cada vez más compleja, por lo que es interesante destacar cuáles fueron entre los que pueden ser almacenados, los que más subieron en los últimos doce meses.

Por el lado de los productos pasibles de ser freezados, la mejor "inversión" pudo haber sido comprar diferentes cortes de carne vacuna y guardarlas a buen recaudo, ya que la carne picada subió un 184%, mientras que el cuadril, la paleta y la nalga registraron incrementos del orden del 176%, mientras que el tradicional asado se incrementó un 168 por ciento.

Stockear productos, una práctica defensiva ante la fuerte inflación.

En cuanto a los que se pueden "stockear" en la alacena, los mayores rendimientos fueron para los siguientes: el paquete de arroz blanco (370%), un kilogramo de azúcar que se encareció el 306% o las arvejas en conserva, que subieron un 278%. Por su parte, en lo que hace a los productos de limpieza y tocador, los que más subieron fueron los paquetes de pañales descartables, con el 157%

Lo que viene para los precios

Existe consenso entre las diferentes consultoras que noviembre arranca fuerte, a partir de las muestras que se van obteniendo en los primeros días del mes. En el caso de la consultora EcoGo, su primer registro semanal trepa hasta el 5,1%, lo cual implica una aceleración en el margen de 2,8 puntos porcentuales. A partir de este dato, la proyección del nivel general de la inflación de noviembre se ubicaría así en 12,2% mensual después de un octubre donde el IPC habría sido levemente inferior al 10%.

Desde la consultora apuntan que "si bien el dato aún es preliminar, marca el ritmo de un mes que se proyecta complejo tanto por el fin de los acuerdos de precios que llevaron productos esenciales como naftas, carnes, etc. al alza, como por la búsqueda de cobertura frente la incertidumbre que genera la definición presidencial - continuidad o ruptura- en un contexto de alta volatilidad".

Por su parte, el economista Luciano Cohan afirmó que "estamos registrando una inflación núcleo de 3,9% en los últimos 7 días, lo cual implica una inflación anualizada del 650%". "De esta manera, estamos frente a la quinta semana consecutiva con la inflación núcleo arriba de 2,5%. La última semana, además, tuvo la inflación núcleo más alta desde la devaluación Post PASO, arriba de 3%", concluyó.

Por su parte, Santiago Manoukian, economista y Jefe de Research en la consultora Ecolatina, analizó que el IPC en noviembre "muy probablemente vuelva a superar el 10%".

"Creemos que los riesgos al alza son muchos, teniendo en cuenta que hay una inercia que se consolida en pisos cada vez más elevados, una inestabilidad generada por la ausencia de anclas agudas de divisas, acompañado de un exceso de oferta de pesos", apuntó.

Finalmente, insistió que "la inexistencia de un plan integral y la falta de confianza en el Gobierno para coordinar expectativas genera incertidumbre", lo cual también presiona sobre la inflación.