Uno de los indicadores que sirven para medir el grado de confianza de la población es sin duda alguna la forma en que evoluciona el tipo de cambio paralelo o blue y el otro que es seguido por analistas y ahorristas se basa en la forma que se mueven los depósitos en moneda extranjera en los bancos locales.

En el caso del primero, el año pasado comenzó cotizando a $346, que a precios de hoy sube a $1.570, pero con el correr de los meses llegó a un máximo de $1.110 en octubre ($2.270 de hoy) para cerrar el año a $1.015, o $1.460 de hoy si se ajustan por IPC.

En cuanto a los depósitos en dólares, también es oportuno recordar lo sucedido el año pasado cuando mostraron dos comportamientos claramente diferenciados. El primero de ellos comenzó en febrero cuando luego de cierta estabilidad comenzaron a caer en forma escalonada de la mano de los acontecimientos, pues pasaron de los u$s16.400 millones a solo los u$s14.100 millones contabilizados a fines de noviembre. Esta pérdida de u$s2.300 millones implicó una caída del orden del 14 por ciento.

Buena parte de esta caída puede atribuirse a la incertidumbre que generaba el continuo drenaje de las reservas del Banco Central y la preocupación sobre la utilización de los encajes por parte de la autoridad monetaria.

Pero a partir de la asunción del nuevo Gobierno y de hacer explícita su política de recomposición de reservas, que viene arrojando resultados positivos hasta el presente, parece estar generando un cambio en la percepción de los ahorristas que se corrobora a través de la forma en que vienen evolucionando ambos "drivers".

En el primer caso, contra todos los pronósticos el blue cotiza por estos días a $1.000, que si se comparan con los precios de los últimos años ajustados por inflación hay que remitirse a julio de 2019, es decir antes de las PASO de ese año para encontrar un nivel más bajo.

De un tiempo a esta parte se está registrando un notable cambio de tendencia en la evolución de ambos "drivers"

Pasando a los depósitos en dólares, luego de tocar su mínimo a mediados de diciembre comenzaron a crecer en forma sostenida, para ubicarse en la actualidad en torno a los u$s16.400. Con esta suba del orden de los u$s2.340 millones no hacen otra cosa que recuperar los niveles de febrero del año pasado, que fueron el punto más alto de aquel momento.

¿Por qué se sigue de cerca su evolución? Sencillamente por que están directamente vinculados con las cuentas externas del BCRA, dado que los encajes de estas colocaciones en moneda extranjera son computados como parte de las reservas brutas del ente monetario.

¿Cómo se distribuye la suba?

Los depósitos en dólares trepan desde mediados de diciembre un 16,5%, pero es interesante analizar como se distribuye la suba entre sus diferentes segmentos. Asi por ejemplo, las cajas de ahorro que son las más permeables a cambios de humor de los ahorristas muestran un crecimiento del 19%, pues pasaron de u$s11.267 millones a más de u$s13.000 millones. Pero si se abren por montos de depósitos, surge que los saldos superiores al millón de dólares fueron los que más subieron, pues muestran un incremento de casi el 21 por ciento, en tanto que los de ahorristas minoristas muestran un incremento de casi tres puntos menos. De hecho, estos últimos pasaron de u$s7.639 millones a unos u$s9.022 millones.

En sentido inverso, los depósitos a plazo fijo, cuya tasa de interés es muy poco tentadora, muestra una suba de apenas el 8,3 por ciento.