MERCADO CAMBIARIO

¿Dólar bajo control?: la City prendió las alarmas por la falta de acumulación de reservas

Con el dólar controlado y sin acumulación de reservas, desde la City esperan definiciones clave para sostener la calma cambiaria en los próximos meses
Por Marcos Phillip
FINANZAS - 21 de Mayo, 2025

El dólar minorista se vendió este miércoles en las pantallas del Banco a $1.160.  En el mercado informal, el dólar blue se negoció en $1.175. En el segmento financiero, el dólar contado con liquidación (CCL) registró un descenso de 0,8% a $1.162, mientras que el dólar MEP bajó 0,4%, para ubicarse en $1.148. En el segmento mayorista, el dólar cotizó en $1.146,50, con una suba de $3,50 respecto de ayer.

El comportamiento del dólar y su impacto sobre la economía fue uno de los ejes centrales analizados por expertos relevados por iProfesional, en un contexto marcado por la implementación del nuevo régimen de flotación entre bandas. Los analistas destacaron que, pese al salto del tipo de cambio hacia fines de abril, el pass-through a precios fue prácticamente nulo, desafiando las expectativas iniciales del mercado. Esta dinámica, combinada con una mayor estabilidad cambiaria, contribuyó al buen dato de inflación de abril, lo que fortaleció la percepción de que el nuevo esquema cambiario podría sostenerse sin generar presiones significativas sobre los precios.

Sin embargo, también advirtieron que la falta de acumulación de reservas desde la unificación cambiaria plantea interrogantes. Bajo la metodología del acuerdo con el FMI, las reservas netas continúan en terreno negativo y alcanzar las metas pactadas se presenta como un desafío. Para los especialistas, la estacionalidad favorable del segundo trimestre por la cosecha podría ayudar, pero si no se logran compras en este período clave, la situación se volverá más compleja en la segunda mitad del año, cuando los flujos exportadores se debilitan y el proceso electoral gane protagonismo.

Como posibles soluciones, los analistas señalaron el rol que podría tener un nuevo acuerdo de financiamiento tipo repo con bancos internacionales y la emisión de deuda en moneda local. Este último instrumento, si bien implica mayor exposición al riesgo de salida de inversores, permitiría reforzar las reservas sin depender de dólares externos. Asimismo, indicaron que avanzar con un marco regulatorio que facilite la circulación de los dólares no declarados podría inyectar liquidez al sistema, ya que el sector privado mantiene importantes tenencias fuera del circuito formal.

En ese sentido, remarcaron que el fortalecimiento de las reservas continúa siendo una preocupación genuina del mercado. Mientras no haya acceso pleno al financiamiento internacional, la sostenibilidad del régimen cambiario dependerá de mantener la credibilidad y de encontrar fuentes de dólares sin poner en riesgo la estabilidad lograda. La demanda de divisas en el mercado spot, las intervenciones puntuales y las señales sobre posibles nuevas herramientas configuran un escenario donde la gestión del dólar se vuelve clave para consolidar el rumbo macroeconómico.

Estabilización exitosa en un contexto de riesgo elevado

Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, el equipo económico ha optado por decisiones poco convencionales, alejándose muchas veces de los consensos tradicionales de la profesión. En este contexto, la consultora 1816 destaca que, pese a las apuestas arriesgadas, los resultados en materia de estabilización fiscal y nominal han sido contundentes. Los expertos señalan que el Gobierno logró corregir desequilibrios macroeconómicos relevantes con una velocidad que sorprendió incluso a los analistas más optimistas.

En particular, durante 2024 se implementó un ajuste fiscal de gran magnitud, superando lo que en principio se consideraba viable tanto social como políticamente. A pesar de esto, el Producto Bruto Interno mostró un crecimiento y la pobreza, medida de punta a punta, descendió, lo que refleja que el impacto social agregado fue más leve de lo esperado. Este resultado refuerza la idea de que las medidas adoptadas, aunque drásticas, lograron estabilizar variables críticas sin provocar un deterioro inmediato del tejido social.

Otra medida clave fue la unificación del mercado de cambios, que se concretó sin generar el salto inflacionario anticipado por la mayoría de los economistas. Si bien las expectativas fueron ajustándose con el correr de las semanas, la rápida convergencia del tipo de cambio unificado al valor del "blend" anterior evitó que se disparara la nominalidad. Para la consultora, este hecho marca un punto a favor en la implementación de políticas cambiarias que buscan mayor transparencia y menor distorsión.

Los analistas también subrayan que, aunque la inflación núcleo muestra cierta persistencia, la inflación general se desaceleró en abril respecto de marzo. Los primeros indicadores de mayo muestran un panorama favorable, y el mercado ha respondido con optimismo en cuanto a la evolución futura de los precios, como reflejan las curvas de tasas fijas y ajustadas por CER.

El costo de la estabilidad: reservas sin acumulación

Pese a los logros en inflación y cuentas fiscales, desde 1816 advierten que estos resultados no han sido gratuitos. El mayor costo hasta ahora ha sido la falta de acumulación de reservas tras la unificación cambiaria. A la fecha, las reservas netas, calculadas según la metodología del FMI, alcanzan un saldo negativo de u$s 8.300 millones. Para cumplir con la meta establecida para el 13 de junio, deberían reducirse a u$s -2.700 millones, lo que plantea un objetivo difícil de alcanzar.

Si bien es posible que esta primera meta no se cumpla, el Gobierno podría acercarse a ella si se concreta el préstamo repo del Banco Central. Sin embargo, aclaran que los primeros u$s 1.500 millones de financiamiento en dólares obtenidos por esta vía no computan para la meta establecida por el organismo internacional. A esto se suma la reciente emisión de deuda atada al dólar por parte del Tesoro, que representa otro intento por reforzar el frente externo.

Los analistas de la consultora consideran que, aunque no se alcance el objetivo en tiempo y forma, el incumplimiento no generaría un efecto alarmante. Dado que el desembolso inicial del FMI cubrió un 60% del total del programa acordado, las consecuencias inmediatas serían limitadas. No obstante, advierten que la acumulación de divisas continuará siendo una preocupación central para los inversores, especialmente en un escenario donde el país aún no recupera acceso pleno al financiamiento internacional.

En este sentido, el seguimiento de la liquidez del Banco Central y los próximos vencimientos se mantiene como una herramienta clave para evaluar la sostenibilidad del esquema macroeconómico. Hasta que el Estado logre volver a colocar deuda en los mercados globales de forma regular, será necesario monitorear cada movimiento con minuciosidad.

¿Un sendero cambiario correcto?

A su turno, desde la sociedad de bolsa Grupo IEB indicaron que, con las dudas sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional parcialmente despejadas y el nuevo esquema cambiario comenzando a mostrar señales de estabilidad, el panorama hacia adelante es alentador. A su juicio, si el tipo de cambio logra mantenerse dentro del rango entre el piso y el centro de las bandas establecidas, esto contribuiría a consolidar el proceso desinflacionario en curso.

También subrayaron que las anclas fiscales y monetarias siguen cumpliendo un rol central en la contención de los precios. A esto se suma la decisión oficial de postergar aumentos en algunos precios regulados y la eliminación de aranceles a la importación de productos electrónicos, lo que suma elementos a favor para aliviar las presiones inflacionarias en los próximos meses.

En este contexto, los analistas prevén que la desinflación podría continuar su curso, siempre que se mantenga la prudencia en la política económica y se refuercen los fundamentos actuales. La estabilidad cambiaria emergente, combinada con un entorno de disciplina fiscal y monetaria, se configura como el andamiaje necesario para una reducción sostenida en los índices de precios.

Dólares del colchón y reservas: estímulos adicionales en el horizonte

Más allá de las variables tradicionales, desde Grupo IEB destacaron dos factores adicionales que podrían potenciar aún más el proceso de desinflación. En primer lugar, hicieron referencia a las posibles medidas destinadas a fomentar el uso de los dólares en efectivo que permanecen fuera del sistema financiero formal, conocidos popularmente como "dólares del colchón".

Según sus analistas, este tipo de iniciativas, que podrían anunciarse en el corto plazo, buscarían incrementar la transaccionalidad de esos fondos, generando mayor disponibilidad de divisas en el mercado interno sin necesidad de recurrir al endeudamiento o a una mayor emisión monetaria. Esta mayor circulación de dólares en la economía formal no solo fortalecería la oferta de divisas, sino que también ayudaría a contener la presión sobre los distintos tipos de cambio.

El segundo punto relevante es la inminente firma de un nuevo acuerdo de financiamiento tipo repo con bancos internacionales, que permitiría reforzar las reservas internacionales del Banco Central. Desde IEB explicaron que este movimiento tendría un doble efecto: por un lado, brindaría mayor respaldo a la política cambiaria, y por otro, ayudaría a empujar el tipo de cambio hacia el piso de la banda, generando expectativas de estabilidad que favorecerían la continuidad de la desinflación.

Ambas medidas se presentan como complementos al esquema actual y podrían jugar un papel importante en el fortalecimiento del frente macroeconómico. En este sentido, los especialistas consideran que estos factores adicionales podrían convertirse en verdaderos impulsores de un nuevo tramo de desinflación en los próximos meses, siempre que se implementen con eficacia y coordinación.

Las vías para sumar reservas: entre deuda y remonetización

Para los expertos de 1816, la forma más saludable de acumular reservas sería a través de la remonetización de la economía. Esto implicaría que el Banco Central, o el Tesoro, adquieran divisas en el mercado único y libre de cambios (MULC) para abastecer la creciente demanda local de pesos en un contexto de expansión económica. No obstante, si la decisión de mantener una flotación administrada está tomada, y la acumulación debe darse vía endeudamiento, se abren otras alternativas.

En ese marco, la consultora considera más favorable que la deuda nueva sea emitida en moneda local. Esto se explica por la baja exposición que los inversores extranjeros tienen actualmente al crédito soberano en pesos. Sin embargo, reconocen que esta opción no está exenta de riesgos: si los nuevos tenedores de deuda decidieran desarmar sus posiciones, podría generarse una mayor volatilidad en el tipo de cambio contado con liquidación (CCL), con potenciales impactos sobre el mercado cambiario oficial.

La situación exige una cuidadosa calibración de los instrumentos de política económica. Si bien endeudarse en pesos ofrece ventajas desde el punto de vista de la sustentabilidad macroeconómica, también supone desafíos en términos de estabilidad financiera. Por esta razón, cualquier emisión deberá ser acompañada de señales claras de confianza para minimizar posibles turbulencias.

Desde 1816 también remarcan que este enfoque requiere una lectura precisa de los flujos del mercado. Si no se logra comprar dólares durante mayo —mes clave por el volumen de liquidación del agro— será mucho más difícil acumular divisas en el tercer trimestre, en pleno proceso electoral y con una estacionalidad exportadora menos favorable.

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