El euro se fortalece: Morgan Stanley proyecta nueva suba por cobertura de activos en EE.UU.
El euro podría alcanzar nuevos niveles frente al dólar estadounidense en los próximos meses, impulsado por movimientos estratégicos de cobertura de activos por parte de inversores institucionales europeos.
Así lo indica un informe reciente de Morgan Stanley, que estima que el repunte de la moneda común aún no ha llegado a su techo y que podría superar los US$1,30, en parte debido a una reconfiguración de carteras de inversión ante la volatilidad del mercado cambiario.
El equipo liderado por David Adams, estratega de divisas del banco, señaló que la necesidad de proteger activos denominados en dólares frente a posibles fluctuaciones está generando un interés creciente por cubrir posiciones en euros.
En concreto, los inversores institucionales de Europa, incluyendo aseguradoras de vida y fondos de pensiones, poseen alrededor de US$8 billones en activos de renta fija y variable en Estados Unidos. De ese total, aproximadamente US$3,6 billones permanecen sin cobertura frente al riesgo cambiario, según estimaciones del banco.
Crecimiento de la cobertura y su impacto proyectado sobre el euro
Los analistas de Morgan Stanley señalan que un cambio incluso marginal en la proporción de activos cubiertos podría tener consecuencias significativas en la cotización del euro. En ese sentido, calculan que un flujo de cobertura del orden de los US$400.000 millones durante un plazo de 12 meses podría aportar un rendimiento adicional del 7% a la moneda europea.
El informe sostiene que la cobertura cambiaria se verá incentivada por una probable reducción en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. Según las expectativas del mercado, el banco central estadounidense podría aplicar un recorte de 25 puntos básicos en octubre, lo que abarataría el costo de cubrir posiciones en dólares y favorecería un movimiento hacia monedas alternativas como el euro.
Además de los movimientos de cobertura, otros factores estructurales están impulsando el repunte del euro en lo que va del año. Desde enero, la moneda común ha subido un 12%, según los datos de mercado, en un contexto en el que las expectativas sobre el gasto público en Europa en áreas como defensa e infraestructura han sido revisadas al alza.
Este aumento en el gasto es percibido por algunos sectores como una posible fuente de dinamismo económico adicional para la eurozona, lo que refuerza el atractivo de la moneda frente a sus pares. Asimismo, la incertidumbre política en Estados Unidos, marcada por una conducción errática de la administración de Donald Trump en su posible retorno a la presidencia, ha influido en las decisiones de algunos inversores que buscan diversificar su exposición a activos denominados en dólares.
Más bancos anticipan una tendencia alcista para el euro
Morgan Stanley no es la única entidad financiera que proyecta una suba del euro. Otras instituciones de relevancia internacional, como Deutsche Bank, BNP Paribas y Barclays, también han actualizado sus pronósticos para reflejar un mayor valor de la moneda europea en el mediano plazo. Los fundamentos que justifican estas proyecciones incluyen tanto consideraciones macroeconómicas como el reequilibrio de flujos financieros transfronterizos.
En particular, se destaca el rol de los inversores de largo plazo, como las aseguradoras y los fondos de pensión europeos, que han comenzado a ajustar sus estrategias de cobertura ante la percepción de que el dólar podría perder parte de su condición de activo refugio. Esta modificación en la asignación de coberturas representa un cambio relevante en el comportamiento de los grandes actores institucionales del mercado de divisas.
Proyecciones de mediano y largo plazo sobre el valor del euro
En su informe, el equipo de Morgan Stanley afirma que el objetivo de alcanzar una cotización del euro de US$1,30 "no es un riesgo que deba subestimarse". Esta meta supera incluso su proyección anterior de US$1,27 para fines del próximo año, lo que refleja una visión más optimista respecto del desempeño futuro de la moneda.
Si bien los analistas reconocen que las fluctuaciones cambiarias dependen de múltiples variables —como la evolución de las tasas de interés, los flujos de capital y la percepción de riesgo político—, el contexto actual presenta condiciones que podrían favorecer un reposicionamiento sostenido del euro en el mercado internacional.
De concretarse estas proyecciones, un euro fortalecido podría tener implicancias para el comercio exterior, las decisiones de inversión y la política monetaria tanto en Europa como en otras economías avanzadas. Un tipo de cambio más elevado podría impactar en la competitividad de las exportaciones europeas, al tiempo que podría influir en las estrategias de diversificación de reservas de los bancos centrales.
En el plano financiero, un incremento en la cobertura de activos por parte de los grandes inversores europeos podría alterar los flujos de capital internacionales, modificando la demanda relativa de distintas monedas y activos financieros. Este proceso, si se mantiene en el tiempo, podría contribuir a una reconfiguración parcial del sistema monetario global, con un rol más destacado del euro como activo de referencia.