Acciones argentinas y bonos extienden las bajas, mientras la plaza cambiaria se recalienta a niveles récord
Mientras la tensión cambiaria y política vuelve a tomar protagonismo en Argentina, los mercados locales e internacionales muestran señales divididas. Este jueves 31 de julio, el índice Merval anota su séptima rueda consecutiva en alza, subiendo un 1,4% y marcando su mejor racha desde principios de mayo. Sin embargo, los bonos en dólares y las acciones argentinas que cotizan en Wall Street operan con fuertes retrocesos.
Entre las acciones líderes se destacan Aluar, con una suba del 3,8%, e YPF, que avanza 2,6%. También muestran buen desempeño Transener (+2,5%), Central Puerto (+2,4%) y BYMA (+2,3%). Este repunte se da en simultáneo con la suba del dólar blue y de los tipos de cambio financieros, lo que alimenta la expectativa de cobertura por parte de los inversores.
En contraste, las acciones argentinas que cotizan en Nueva York operan con caídas. Tenaris lidera los retrocesos con un derrumbe del 5,2%, seguida por Irsa (-4,5%), Banco Macro (-3,2%), Banco Supervielle (-2,8%) y Globant (-2,4%). Esta divergencia entre la plaza local y los ADRs refleja la cautela externa frente al riesgo argentino.
En el segmento de renta fija, los bonos soberanos en dólares extienden la tendencia adversa. El Bonar 2041 lidera las bajas con una caída del 1,2%, seguido por el Bonar 2035, que pierde 1%.
Mientras tanto, el dólar paralelo vuelve a marcar el ritmo del mercado cambiario. La escalada del blue y los financieros refuerzan la búsqueda de cobertura por parte de los inversores locales, lo que en parte sostiene el rally del Merval, aunque no logra frenar el castigo a los activos en dólares.
Wall Street se dispara por los balances de gigantes tecnológicos
En el exterior, el panorama es distinto. Las principales bolsas de Estados Unidos operan con ganancias tras la publicación de resultados positivos por parte de las grandes tecnológicas. El Nasdaq sube un 0,8%, mientras que el S&P 500 avanza un 0,4%, impulsados por los sólidos balances de Meta y Microsoft, que refuerzan las expectativas en torno a las inversiones en inteligencia artificial.
Por su parte, el Dow Jones muestra una suba más moderada del 0,01%, reflejando un ánimo más cauteloso entre los inversores tradicionales. No obstante, los mercados celebran los buenos resultados corporativos en un contexto donde el crecimiento de la economía estadounidense sigue siendo sólido, aunque persisten las dudas sobre la política monetaria futura.
El dato inflacionario más seguido por la Reserva Federal, el índice de gastos de consumo personal (PCE), mostró una aceleración de precios en junio, manteniéndose por encima del objetivo del 2% anual. Esta dinámica pone en duda la posibilidad de un pronto recorte de tasas por parte del banco central estadounidense.
La Fed mantiene tasas y enfría expectativas de recortes
Tras la reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto, la Reserva Federal decidió mantener sin cambios la tasa de interés. Sin embargo, dos miembros del comité disintieron, reflejando tensiones internas en torno al sendero de la política monetaria.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, fue tajante: "No se ha tomado ninguna decisión sobre un recorte en septiembre". Esta declaración desmintió las afirmaciones del expresidente Donald Trump, quien había sugerido que se avecinaba una baja de tasas en la próxima reunión. Como resultado, las apuestas del mercado sobre un recorte en septiembre cayeron del 60% al 40%, según datos del CME Group.
Mientras tanto, el foco también está puesto en el frente comercial. El gobierno de Trump avanza con una nueva ronda de acuerdos internacionales que buscan evitar un recrudecimiento de la guerra comercial, pero el reloj corre de cara al 1° de agosto, cuando vence el plazo autoimpuesto para aplicar una tarifa general del 15% sobre la mayoría de las importaciones.
Trump acelera acuerdos y crece la tensión global por tarifas
En las últimas horas, Estados Unidos firmó un pacto comercial con Corea del Sur que establece aranceles del 15% para sus importaciones, mientras que los productos estadounidenses ingresarán a ese país sin aranceles. Además, Corea del Sur se comprometió a invertir 350.000 millones de dólares en EE.UU. y a comprar energía estadounidense.
Pese a estos avances, las negociaciones con otros socios estratégicos como Canadá, India y Brasil se encuentran empantanadas. Cada uno enfrenta sus propias tensiones con la administración estadounidense, lo que podría derivar en mayores aranceles en el corto plazo.
Con el 1° de agosto como fecha clave, Trump y sus funcionarios insisten en que no habrá prórrogas, aunque reconocen que las negociaciones seguirán más allá de esa jornada. En paralelo, se espera un posible acuerdo con China que frene por al menos 90 días la escalada arancelaria, según indicó el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
No obstante, el gobierno estadounidense enfrenta un nuevo desafío: un tribunal federal evaluará la legalidad del mecanismo que Trump pretende usar para imponer estas tarifas, lo que añade otra capa de incertidumbre al panorama comercial global.