INVERSIONES

Los plazos fijos volvieron a subir y la tasa alcanzó el 55%: cuáles son los bancos que más pagan

En plena volatilidad cambiaria y con elecciones en el radar, suben las tasas a 30 días y los plazos fijos mayoristas ya rinden cerca del 80% efectivo anual
Por Marcos Phillip
FINANZAS - 28 de Agosto, 2025

En medio de un clima financiero cargado de incertidumbre, los pesos vuelven a ponerse en el centro de la escena. Los bancos incrementaron las tasas de plazos fijos tradicionales y ofrecen rendimientos que van desde un 32% hasta un 54% de TNA, dependiendo de la entidad. En paralelo, la Tasa Mayorista de Argentina (TAMAR) se instaló como la nueva brújula del mercado, superando niveles cercanos al 80% de rendimiento anual efectivo.

La inflación del 1,9% en julio abrió margen para que estas tasas recuperen atractivo en términos reales, devolviendo a los plazos fijos el rol de refugio de corto plazo. Sin embargo, el efecto no se limita al ahorro minorista: el crédito también se encarece, golpeando a familias y empresas.

El movimiento responde a la estrategia del Banco Central de absorber liquidez y moderar la presión sobre el dólar, que continúa muy demandado. En ese marco, la competencia bancaria por captar pesos derivó en una grilla de tasas más agresivas que redefinen dónde conviene estacionar fondos.

Banco por banco: quién paga más por un plazo fijo

El comparador oficial del BCRA muestra con claridad la dispersión en las ofertas. En el extremo superior aparecen Banco Tierra del Fuego (54% TNA), Macro (53,5%), CMF (52%), Bica y Voii (51%) y Reba (50%). También se destacan Meridian y Mariva (49%), junto al Banco de Córdoba (48,5%) y Corrientes (48%).

Un escalón más abajo figuran ICBC (47,7%), Hipotecario (47,5%), Comafi, Banco del Sol, Nación y Credicoop (47%). Galicia y BBVA rondan el 45%, Provincia 43%, Chubut 41%, Banco Julio 38% y Ciudad 35%. En el fondo de la tabla se ubican Formosa (32%) y Masventas (30%).

Es decir que en los bancos que más pagan, llegan a rendir casi un 5% por mes.

La dispersión refleja tanto las necesidades de fondeo de cada entidad como la presión que impone el mercado mayorista. Cada banco, además, define condiciones de plazo (predomina el de 30 días) y, en algunos casos, incentivos digitales que mejoran levemente el rendimiento.

Para el ahorrista promedio, el dato clave es la Tasa Efectiva Mensual (TEM), que en los mejores casos llega a 4,5%, suficiente para superar al IPC mensual de julio.

La TAMAR: la nueva referencia que llegó para quedarse

Más allá de los depósitos minoristas, la gran novedad del mercado es la TAMAR (Tasa Mayorista de Argentina). Se trata de un indicador creado por el BCRA y publicado desde el 2 de diciembre de 2024. Su cálculo surge de los plazos fijos de al menos $1.000 millones, con vencimientos de 30 a 35 días, tomados principalmente por bancos privados.

En pocas semanas, la TAMAR mostró una escalada que la llevó a ubicarse por encima del 58% de TNA y cerca del 77% de TEA. Hoy, ronda el 80% anual, consolidándose como el nuevo "precio del dinero" en la Argentina.

Su importancia radica en que reemplaza a la histórica BADLAR, que medía depósitos de más de un millón de pesos. Con el tiempo, ese monto había quedado desfasado frente a la inflación, restándole representatividad. En cambio, la TAMAR actualiza todos los años el monto mínimo para los depósitos incluidos, lo que garantiza que siga siendo un termómetro ajustado a la realidad.

De la BADLAR a la TAMAR: un salto de calidad en las tasas

La transición de BADLAR a TAMAR no fue un simple cambio de sigla: implicó modernizar la manera en que se mide el fondeo mayorista. Al centrarse en operaciones mucho más grandes, la nueva tasa refleja de manera más fiel la liquidez real del sistema.

El economista Nahuel Bernues, de la consultora Quaestus, señaló que la actualización anual del monto mínimo es crucial para que la tasa no pierda vigencia frente a la inflación. Esto permite que los actores del mercado tomen decisiones más ajustadas al presente económico.

Para los inversores, la TAMAR se convierte en una herramienta robusta. No sólo permite proyectar rendimientos de plazos fijos corporativos, sino también seguir la evolución de bonos y letras que ya comenzaron a usarla como referencia. El Tesoro incluso lanzó instrumentos vinculados a esta tasa, consolidando su rol de brújula financiera.

Cómo influye la TAMAR en créditos e inversiones

El ascenso de la TAMAR no se limita a los grandes jugadores. Su efecto se traslada a toda la economía: cuando sube la tasa mayorista, también aumentan los costos de financiamiento para empresas y familias. Préstamos corporativos, líneas de descubierto y hasta créditos hipotecarios o personales se encarecen como reflejo directo de un fondeo más caro.

Al mismo tiempo, los instrumentos de inversión ganan atractivo. Letras, bonos corporativos y depósitos encuentran en la TAMAR una base más representativa para calcular sus rendimientos. El mercado, en consecuencia, recalibra portafolios para aprovechar las tasas elevadas sin perder de vista los riesgos asociados a la volatilidad.

Factores que mueven la TAMAR

El comportamiento de la TAMAR está determinado por variables de liquidez. Encajes bancarios, competencia por grandes depósitos, licitaciones del Tesoro y cambios en instrumentos atados a la misma inciden directamente en su evolución.

Cuando el Banco Central endurece encajes o absorbe pesos a través de letras, el fondeo se encarece y la TAMAR sube. Ese movimiento, a su vez, repercute en cascada sobre el crédito y el costo de capital de las empresas.

Para Bernues, aunque la TAMAR surge de operaciones mayoristas, su impacto se extiende a todo el mercado financiero y a la economía real, porque condiciona tanto la oferta de crédito como la expectativa de inversión, según explica en su cuenta de la red social X.

Ahorristas: ¿conviene apostar al plazo fijo hoy?

Con la inflación mensual en 1,9% y tasas de hasta 4,5% en plazos fijos, los pesos vuelven a competir contra el dólar. Para el perfil conservador, la ganancia real del mes está asegurada siempre que los precios se mantengan en esa línea.

La ventaja de los depósitos a 30 días es la previsibilidad: ofrecen retornos claros y sin costos adicionales. La contracara es que los fondos quedan inmovilizados durante ese plazo y, al vencimiento, la tasa de renovación puede variar según la dinámica de la TAMAR y la política monetaria del BCRA.

En este contexto, la recomendación más repetida entre analistas es diversificar: parte en pesos a tasa y parte en cobertura cambiaria, equilibrando riesgo y seguridad.

Lo que se viene: elecciones y presión sobre el dólar

De cara al corto plazo, el mercado tendrá dos relojes en la mira: la evolución de la inflación y la demanda de dólares. Si los precios se mantienen contenidos, las tasas reales positivas pueden sostenerse. Si el dólar vuelve a presionar fuerte, los ahorristas podrían priorizar la cobertura cambiaria.

La previa electoral bonaerense agrega incertidumbre. En este escenario, el Gobierno se apoya en la suba de tasas para absorber pesos y contener la volatilidad. Los bancos, por su parte, compiten agresivamente para captar depósitos, conscientes de que la TAMAR se convirtió en el faro que ordena toda la plaza.

Hoy los plazos fijos minoristas ofrecen entre 32% y 54% TNA, con rendimientos efectivos mensuales de hasta 4,5% frente a una inflación del 1,9%. En paralelo, la TAMAR supera el 77% y redefine el mercado mayorista, desplazando a la BADLAR como referencia clave.

El atractivo de los pesos volvió, pero acompañado de un crédito más caro y de la necesidad de monitorear de cerca el dólar y la inflación. En ese equilibrio se jugará, en los próximos meses, el verdadero pulso de la economía argentina.

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