Semáforo de bonos: cuáles están en verde, amarillo y rojo tras el sacudón post elecciones
Contra todos los pronósticos, el peronismo nucleado en Fuerza Patria (FP) se impuso con el 47,3% de los votos, dejando muy atrás al oficialismo de La Libertad Avanza (LLA), que apenas alcanzó el 33,7%. La diferencia de 13,6 puntos no solo sorprendió a los encuestadores, también descolocó a los mercados y obligó a la City a recalibrar su semáforo de bonos.
Consultoras y ALyCs coincidieron en el diagnóstico de que el resultado electoral no estaba priceado y obliga a recalibrar estrategias.
- SBS señaló que el resultado "claramente sorprendió" y que la dinámica de mercado reflejó un veredicto negativo. Advirtió que el gobierno deberá enfrentar un escenario complejo hasta las legislativas nacionales de octubre, con el desafío de contener la presión cambiaria y sostener el rollover de deuda en pesos.
- Facimex habló de un golpe que obliga a reaccionar y remarcó que, pese a la promesa oficial de continuidad, la baja en la demanda de pesos tras la derrota electoral podría forzar al BCRA a vender reservas y eventualmente ajustar el esquema monetario. En este marco, subrayó que los inversores deben prestar atención al dólar breakeven, que ya descuenta depreciaciones relevantes para los próximos meses.
- PPI fue contundente: "Seguir creyendo que estas elecciones no son relevantes ya no es opción". Alertó que la derrota del oficialismo revive el fantasma del kirchnerismo y que la capacidad del BCRA de sostener la banda cambiaria es limitada, dado que de las reservas brutas solo u$s5.000 millones serían líquidas.
- Allaria detalló que los bonos en dólares cayeron con fuerza, con pérdidas de hasta 9,9% en el GD35, y que incluso los papeles indexados por CER y TAMAR sufrieron bajas. La única excepción fueron los dollar linked, que subieron levemente, reflejando cobertura ante la presión cambiaria.
El nuevo semáforo de bonos de la City
En este escenario, resulta clave identificar qué activos conservan atractivo y cuáles quedan bajo la lupa. La metáfora del semáforo permite dividir el mapa de la renta fija en tres categorías: verde, amarillo y rojo.
Verde: refugios conservadores y excelente relación riesgo-retorno
En este grupo entran los instrumentos que todavía ofrecen cierta seguridad. Según el asesor financiero Damián Palais, de Cocos Gold, un ejemplo claro es el MGCQD, junto con la ON de Pampa Energía a 2028, que rinde cerca de 7,75% anual. "Son opciones bien conservadoras, pensadas para perfiles que buscan dolarizarse sin asumir la volatilidad extrema de los [bonos] soberanos", explicó.
La visión se complementa con el posicionamiento de Facimex, que recomienda mantener una parte de la cartera en plazos fijos y Lecaps cortas (S30S5), donde las tasas reales implícitas superan el 40% TEA. Allaria también destacó que, en medio de la turbulencia, los dollar linked fueron de los pocos papeles que mostraron alzas, funcionando como cobertura cambiaria.
En definitiva, los bonos y obligaciones negociables de empresas sólidas y con bajo riesgo de crédito aparecen en verde, al igual que las letras de muy corto plazo en pesos, que permiten devengar tasas elevadas con riesgo acotado.
Amarillo: rendimientos atractivos, pero con algo más de riesgo
El segundo grupo corresponde a los instrumentos que pagan más, pero cuya exposición los hace vulnerables a mayor cantidad de shocks. Aquí entra el YM34D, así como la ON de YPF con vencimiento en 2034, con tasas cercanas al 9% anual.
"En caso de que el riesgo país siga subiendo, estos bonos se van a ver afectados por su alta duration. No son malos activos, pero requieren monitoreo constante", advirtió Palais.
Facimex marcó que la curva CER está fuertemente invertida, con tasas reales superiores al 40% en el tramo corto pero que luego bajan hacia el 15%. Eso refleja un mercado que espera altísima nominalidad hasta octubre y después un escenario incierto, lo que deja a los bonos de duration intermedia en una posición de incertidumbre total.
SBS también señaló que el apretón monetario y la caída en la demanda de pesos complican las licitaciones del Tesoro, por lo que no descarta regulaciones que fuercen a bancos a demandar títulos en pesos. Ese tipo de medidas podría alterar el pricing de estos papeles.
En amarillo, entonces, se ubican los bonos de mediano plazo: rinden más, pero pueden transformarse en trampas si la incertidumbre no desaparece.
Rojo: apuestas de muy largo plazo y riesgo elevado
En el grupo más riesgoso, la City coloca a los bonos de mayor duration. El AE38, por ejemplo, es considerado altamente volátil en este contexto. "En épocas de extrema incertidumbre no son el mejor refugio de valor. Solo tienen sentido si se confía en que la certidumbre llegará durante y después del proceso electoral, porque el potencial existe, pero la cautela es clave", señaló Palais.
Los informes de las consultoras respaldan esta lectura. Facimex mostró que los breakevens de inflación a 12 meses superaron el 25% por primera vez desde el nuevo esquema cambiario, anticipando un freno en la desinflación. PPI agregó que los spreads de los globales largos se ampliaron entre 120 y 190 puntos básicos en el premarket tras la elección.
En otras palabras, los bonos largos ofrecen ganancias potenciales enormes si el clima se estabiliza, pero pueden destrozar carteras si el ruido político se intensifica o si el BCRA se ve obligado a gastar reservas de manera agresiva.
La estrategia de los grandes de la City
Con este mapa, las consultoras ajustaron sus carteras recomendadas:
- Facimex propone para la administración de liquidez una combinación de plazos fijos, LECAP cortas (S30S5) y un bono CER de octubre, buscando devengar tasas reales altas y limitar volatilidad.
- Para carteras de retorno total en pesos, sugiere una exposición balanceada con Bonos CER 2026 (TX26, TZXM6 y TZX26), LECAPs cortas y flotantes como la Letam de noviembre (M10N5) o el dual marzo 2026 (TTM26).
- PPI enfatiza que la única forma de sostener la demanda de pesos será subir encajes y forzar a los bancos a incrementar su posición en deuda pública.
- SBS plantea que el gobierno deberá elegir entre dejar flotar el dólar y aceptar más inflación de corto plazo, o bien usar reservas para frenar la escalada, a costa de reducir poder de fuego.
Verde: refugios conservadores y de corto plazo
- MGCQD (recomendado por Palais), ON corporativa en dólares de bajo riesgo.
- ON Pampa Energía 2028, rinde 7,75% aprox., sólida y con respaldo de una empresa AAA.
- BPOD7: Bopreal, bono en dólares, que ofrece un rendimiento en moneda dura de más del 10%
- LECAPs cortas (S30S5 y T17O5), tasas efectivas mensuales cercanas al 4,5%.
- Boncer TX25 (noviembre), con TEA real de 36% aprox., balance entre tasa y cobertura inflacionaria.
- Dollar linked D31O5, con TNA de 11,7% más devaluación, cobertura en caso de mayores saltos cambiarios.
Amarillo: rendimientos tentadores, pero sensibles al riesgo
- YM34D, bono corporativo de YPF con vencimiento 2034 en dólares, duration alta y rendimiento cercano al 9% con alta exposición al riesgo país.
- Dual TTM26 (marzo 2026), cobertura parcial pero vulnerable a un rollover flojo.
- Letam M10N5 (noviembre 2025), flotante de baja duration, sirve como puente, pero depende de tasas reales muy altas.
- GD30: Global, bono en dólares con legislación extranjera, que rinde un 16,3% y vence recién en 2030.
- Boncer TZXM6 (marzo 2026) y TZX26 (junio 2026): ofrecen protección contra inflación, aunque el mercado descuenta tasas reales superiores al 40% en el tramo corto.
Rojo: apuestas de alto riesgo y poco premio
- AE38, emblema de la volatilidad. Puede dar grandes ganancias si mejora el clima político, pero su duration lo hace inmanejable en crisis.
- Globales largos (GD46, GD41), castigados con ampliación de spreads de 120/190 pbs tras la elección.
- BPY26: Bopreal, bono en dólares, que ofrece un rendimiento en moneda dura del 3%. Pésimo retorno si tenemos en cuenta que este es un rendimiento que puede ofrecer cualquier FCI money market en dólares y con liquidez casi inmediata. Como, por ejemplo, el FCI Dólares ahorro de Cocos (4% TNA estimada) o el Dólares Plus de Cocos (6,5% TNA estimada).
- AL41D y AL35D, con paridades por debajo de 55 dólares, reflejan alta probabilidad de stress futuro.
- T30J6 (Boncap junio 2026): el dólar breakeven implícito en $1.883 muestra que el mercado descuenta depreciaciones fuertes.
- TY30P (Bote 2030): tasa fija en pesos hasta 2030 con una TNA del 38,3%. Cualquier política cambiaria del Gobierno que haga subir el precio del dólar generará un derrumbe en el precio de este activo. A modo de referencia, 3 meses después de haberse emitido este bono (04/09/2025), ya lleva acumulado una pérdida que lo hace cotizar al 82% de paridad.
- Provinciales de baja calidad crediticia: más expuestos aún si se intensifica la incertidumbre y se retrae el apetito internacional por riesgo argentino.