MERCADO CAMBIARIO

El dólar oficial volvió a subir y el Tesoro intervino para ponerle un techo dentro de la banda

A días de la reunión Milei-Trump, en la City porteña esperan definiciones más claras que calmen la tensión y la presión sobre el tipo de cambio.
Por Marcos Phillip
FINANZAS - 06 de Octubre, 2025

En la primera rueda de la semana, el dólar minorista subió $5 a $1.455, en la pizarra del Banco Nación. En el segmento mayorista, la divisa se negoció con tendencia alcista, a $1.430, con una suba del 0,4%. En el segmento informal, el dólar blue cerró con una suba de diez pesos, en $1.450. En el segmento financiero, el contado con liquidación se negoció a $1.516 (-0,6%), mientras que el MEP se ubicó a $1.499 (-0,1%).

El mercado observó una nueva intervención del Tesoro para contener esta cotización y ponerle un techo dentro de la banda: es decir, sin necesidad que toque el límite superior previsto para las ventas del BCRA. Especialistas señalaron que el Tesoro retomó su postura vendedora, ofreciendo unos u$s300 millones a $1.430, marcando así un techo para el tipo de cambio mayorista.

Desde el mercado señalaron que el Tesoro retomó su postura vendedora, ofreciendo unos u$s300 millones a $1.430, marcando así un techo para el tipo de cambio mayorista.

Se trata de una decisión no exenta de riesgos para la city, ya que genera preocupaciones entre los tenedores de bonos, que consideran que no habrá los dólares suficientes para cubrir los pagos.

"Lo que se ve hasta ahora es que las supuestas posturas de venta oficiales en $1.430 atienden la demanda de divisas, todavía con bajo volumen negociado", explicó el corredor de bolsa Gustavo Quintana

Máxima tensión en el mercado rumbo a las elecciones

El mercado argentino atraviesa una nueva fase de tensión cambiaria, marcada por el deterioro de las expectativas devaluatorias y una creciente búsqueda de cobertura en dólares. Los operadores advierten que la reciente calma se desvaneció con rapidez, impulsada por la presión sobre los tipos de cambio financieros, las intervenciones oficiales y un clima político que mantiene en vilo a los inversores.

El giro en el humor financiero se produce luego de que el Banco Central retomara con fuerza sus intervenciones para sostener el techo de la banda cambiaria, vendiendo más de u$s1.000 millones en una sola semana tras meses sin hacerlo. Las tensiones volvieron a escalar, incluso pese a los anuncios de eliminación de retenciones para exportaciones por u$s 7.000 millones y al mensaje político de apoyo emitido por Washington. Si bien esos elementos otorgaron cierto alivio momentáneo a los activos argentinos, el flujo de divisas extraordinario que ingresó al mercado resultó insuficiente para neutralizar las expectativas de devaluación que ganaron espacio en los últimos días.

Los analistas del mercado coinciden en que el equilibrio cambiario sigue siendo frágil. La suba de las tasas en pesos, la persistencia de una inflación elevada y la percepción de un tipo de cambio atrasado frente a la incertidumbre política contribuyen a un escenario de volatilidad creciente. A medida que se acerca la reunión entre el presidente Javier Milei y Donald Trump, programada para el 14 de octubre, los inversores ajustan posiciones ante la posibilidad de cambios en la política cambiaria o nuevas señales desde el Tesoro estadounidense.

Los analistas observan un nuevo deterioro de las expectativas

Desde Delphos explicaron que, pese a los esfuerzos del equipo económico por anclar las expectativas, el deterioro fue notorio en apenas unos días. Los expertos del bróker señalaron que los tipos de cambio de indiferencia —calculados en función de la paridad de tasas— se movieron con fuerza, lo que refleja un cambio profundo en la percepción de estabilidad. En paralelo, el contado con liquidación marcó nuevos máximos y la brecha con el dólar mayorista se amplió a niveles que no se registraban desde hace semanas.

Para la sociedad de bolsa, el aumento simultáneo de los dólares financieros y de las tasas reales en pesos explica la intensidad del ajuste. Según sus estimaciones, el tipo de cambio real para diciembre de 2026 pasó de alrededor de $ 1.490 a $ 1.871, superando incluso los valores más altos del período de Mauricio Macri. Esa suba revela que el mercado ahora descuenta un escenario de mayor depreciación del peso y de tasas que seguirán elevadas durante los próximos meses.

Por su parte, los analistas de Grupo SBS advirtieron que el tipo de cambio se mantiene como el principal termómetro de la economía. Tras la derrota electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, el peso tuvo una resistencia inicial, pero terminó tocando el techo de la banda, lo que obligó al BCRA a intervenir con fuerza. La autoridad monetaria vendió u$s 1.100 millones en la segunda semana posterior a la elección, una cifra que volvió a encender las alarmas sobre la capacidad del país para sostener su esquema de bandas sin comprometer reservas.

El bróker remarcó que, aunque el anuncio de apoyo estadounidense y la baja de retenciones generaron un breve rebote en los activos argentinos, el alivio fue efímero. Las expectativas devaluatorias se reinstalaron y los futuros en dólares comenzaron a reflejar nuevamente un escenario de mayor tensión, con rendimientos crecientes en los bonos ajustables por CER y una caída en los implícitos de inflación.

Reservas en foco y la fragilidad del esquema de bandas

Los especialistas de Grupo SBS destacaron que el Gobierno enfrenta un dilema entre sostener la estabilidad cambiaria y fortalecer las reservas internacionales. Según explicaron, el flujo extraordinario de dólares provenientes del campo no debería utilizarse para contener presiones temporarias, sino para consolidar la acumulación de reservas netas (RRNN). En su análisis, la clave para una baja sostenida del riesgo país está en lograr que el Banco Central pueda recomponer su posición externa de forma duradera.

El informe de la sociedad de bolsa detalló que el Tesoro ya habría adquirido unos u$s 2.200 millones, alrededor de un tercio del flujo total generado por las exportaciones con retenciones cero. Sin embargo, esa cifra resulta insuficiente para garantizar una caída persistente del riesgo país o una mayor confianza en el peso. Para el bróker, el desafío radica en pasar de intervenciones defensivas a una estrategia que privilegie la solidez estructural por encima de la contención coyuntural.

Desde Delphos, en tanto, coincidieron en que el mercado percibe con cautela la capacidad del BCRA para sostener el techo de la banda cambiaria. Los analistas remarcaron que las ventas del Tesoro en el mercado oficial habrían rondado los u$s 500 millones en una sola jornada, una magnitud que refleja la intensidad del esfuerzo oficial. Aun así, el mercado descuenta que el dólar volverá a testear ese límite, en un contexto donde las expectativas se deterioran y las reservas se utilizan como instrumento de contención.

Ambas consultoras coincidieron en que la política cambiaria enfrenta un punto de inflexión. Mientras el Gobierno busca mantener la calma hasta las elecciones, el mercado observa con creciente preocupación el costo en reservas y la sostenibilidad de las medidas. El margen de maniobra se acorta y las señales de Estados Unidos, aunque positivas, todavía no se traducen en una mejora perceptible de la confianza.

Lo que viene: entre la política y el dólar

A ocho ruedas de la esperada reunión entre Javier Milei y Donald Trump, el mercado financiero local se mantiene en modo de espera. Desde Delphos anticiparon que la confirmación de un acuerdo de cooperación o un anuncio concreto por parte de Estados Unidos podría revertir parcialmente el deterioro de expectativas y estabilizar los dólares financieros. Sin embargo, si la incertidumbre persiste, los inversores podrían acelerar su migración hacia activos dolarizados, profundizando la presión sobre el tipo de cambio.

Para Grupo SBS, el escenario hasta las elecciones estará dominado por el intento oficial de contener al dólar dentro de la banda y evitar saltos bruscos. Después de los comicios, la prioridad pasará por redefinir el equilibrio cambiario en función del nivel de reservas y del respaldo financiero disponible. En ese marco, el peso seguirá actuando como el mejor termómetro del humor del mercado.

Ambas sociedades de bolsa coinciden en que la estabilidad actual es precaria. Los flujos extraordinarios del agro, las ventas del Tesoro y las señales políticas externas solo alcanzan para ganar tiempo.

Mientras no haya un anclaje macroeconómico sólido, cada intervención del BCRA será observada como una señal de debilidad y no de fortaleza.

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