• 4/12/2025
ALERTA

El dólar oficial cae a $1.370 y el mercado respira: ¿qué cambió tras el rescate del Tesoro de EE.UU.?

El swap de u$s20.000 millones y la compra de pesos por EE. UU. marcaron un punto de inflexión para el dólar en Argentina. Qué dicen los expertos
13/10/2025 - 15:26hs
dólar

En la primera rueda de la semana, el dólar oficial opera este lunes 13 de octubre con una baja de noventa pesos, a $1.370, en la pizarra del Banco Nación. En el segmento mayorista, la divisa se negocia con tendencia bajista a $1.360. En cuanto a los dólares financieros, el contado con liquidación se vende $1.422 (-0,5%), y el MEP se ubica a $1407 (-0,7%). Por último, en el segmento informal, el blue opera con una caída de setenta pesos, a $1.405.

Durante las últimas semanas, la dinámica cambiaria en Argentina volvió a estar bajo una tensión extrema. La intervención del Tesoro argentino en el mercado oficial se intensificó en un intento por contener la escalada del dólar, al tiempo que el Banco Central profundizó su estrategia de cobertura cambiaria. En paralelo, la asistencia financiera de los Estados Unidos irrumpió como un punto de inflexión en la política económica local, brindando al Gobierno un oxígeno que parecía agotarse.

La secuencia comenzó con una marcada presión sobre el tipo de cambio. Desde fines de septiembre, la autoridad fiscal se vio obligada a vender divisas de manera creciente, tras haber revertido su posición compradora. Las intervenciones se aceleraron hasta alcanzar precios por debajo de los $1500, en un esfuerzo por sostener la cotización del dólar y evitar un deslizamiento mayor del tipo de cambio oficial.

Este escenario se desarrolló mientras el flujo de divisas del sector agroexportador se desplomaba. El final del régimen de retenciones cero provocó una caída abrupta en la liquidación de exportaciones, que pasó de promediar más de u$s1.000 millones diarios durante la ventana extraordinaria a apenas u$s25 millones entre el 2 y el 8 de octubre. Esa contracción de oferta, sumada a una demanda firme de divisas y expectativas crecientes de devaluación, llevó al Tesoro a desprenderse de más de u$s2.100 millones en apenas unos días.

El cuadro financiero se tornó más frágil: las cuentas del Tesoro quedaron prácticamente exhaustas. Con datos oficiales hasta el 6 de octubre, los depósitos disponibles cayeron a niveles mínimos, apenas por encima de los u$s350 millones, lo que dejó en evidencia la urgencia de conseguir respaldo externo para sostener el esquema cambiario y evitar un salto discreto del dólar.

Reservas al límite y la disyuntiva del Tesoro

Los analistas de Ecolatina destacaron que el Tesoro enfrenta un dilema inminente. Con vencimientos por unos u$s300 millones con organismos internacionales hacia fin de mes y una presión dolarizadora persistente, las opciones se reducen: continuar interviniendo mediante la compra de divisas al Banco Central o dejar que la autoridad monetaria actúe directamente en el techo de la banda cambiaria, respaldada por un poder de fuego estimado en unos u$s15.000 millones.

La consultora advirtió que esta situación ocurre en un contexto en el que el flujo de dólares frescos es incierto. Si bien el Gobierno anunció a fines de septiembre el adelanto de desembolsos de organismos multilaterales, solo ingresaron hasta el momento unos u$s100 millones. En consecuencia, la sostenibilidad de la actual estrategia depende, en gran medida, de la llegada efectiva de esos fondos o de nuevos acuerdos bilaterales.

Ecolatina remarcó además que la inédita intervención directa del Tesoro norteamericano en el mercado argentino podría modificar las condiciones de corto plazo. El apoyo de Estados Unidos, mediante compras de pesos y un swap por u$s20.000 millones, alivió la tensión y frenó la tendencia alcista del dólar, al menos temporalmente.

Sin embargo, el margen de maniobra sigue siendo acotado. La reducción de reservas propias obliga al Tesoro a depender de la coordinación con el Banco Central y de la continuidad del financiamiento externo, en un entorno donde las expectativas del mercado siguen extremadamente sensibles a cualquier señal política o económica.

La intervención de Estados Unidos cambió el tablero

El economista Federico Filippini, de Adcap, evaluó que el reciente apoyo financiero de Estados Unidos representa un punto de inflexión para el esquema económico argentino. Según explicó, el respaldo se materializó a través de dos vehículos concretos: un swap por u$s20.000 millones y compras directas de pesos por parte del Tesoro norteamericano, operaciones que calificó de históricas por su escala y por la contundencia de la señal política que transmiten.

El experto sostuvo que la magnitud del nuevo financiamiento equivale al último programa con el FMI (EFF 2025), lo que demuestra el nivel de compromiso de Washington con la estabilidad argentina. También destacó que la alineación ideológica y geopolítica entre ambos gobiernos fue clave para que la administración de Donald Trump aprobara semejante paquete de asistencia.

Para Filippini, la reacción de los mercados no tardó en llegar: bonos, acciones y ADRs argentinos registraron fuertes subas, impulsadas por el optimismo y el alivio financiero. Durante unas horas, el mercado pareció dejar de lado el ruido político y las elecciones presidenciales del 26 de octubre, concentrándose en la magnitud del apoyo recibido.

El especialista añadió que este respaldo extiende la vigencia del régimen de bandas cambiarias, incluso respaldado públicamente por el Secretario del Tesoro norteamericano. A su juicio, el programa ofrece tiempo y estabilidad, aunque el verdadero desafío será traducir ese margen en un fortalecimiento sostenible del esquema monetario y fiscal.

Un esquema en transición: alivio, pero sin margen para errores

Los analistas de Ecolatina coincidieron en que la conjunción entre la intervención del Tesoro argentino, la acción del Banco Central y el auxilio estadounidense generó un alivio temporal en los mercados, aunque el equilibrio sigue siendo precario. El sostenimiento del tipo de cambio, advirtieron, dependerá de la capacidad del Gobierno para administrar sus reservas, mantener el control monetario y evitar una escalada de expectativas devaluatorias.

La asistencia norteamericana otorgó aire financiero, pero también elevó la vara de las exigencias. Si bien el respaldo extiende la vida útil del actual esquema, su efectividad requerirá disciplina fiscal, estabilidad política y una gestión prudente del frente externo.

Ecolatina subrayó que el verdadero desafío comienza ahora. Con los depósitos del Tesoro en mínimos, tasas en alza y reservas bajo presión, el Gobierno deberá demostrar que puede sostener la calma cambiaria más allá del efecto inicial del anuncio. El riesgo, recordaron, es que el alivio sea transitorio si no se consolidan las condiciones estructurales.

En este contexto, tanto los analistas de la consultora como el economista de Adcap coincidieron en que el apoyo de Estados Unidos representa un punto de inflexión, pero no un punto final. La estabilidad, concluyen, dependerá de cómo se gestione el tiempo que este inédito respaldo acaba de comprar.

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