¿Qué pasó con el dólar y el Merval antes y después de las elecciones de 2013, 2017 y 2021?
Las elecciones legislativas o de "medio término" en Argentina son históricamente un termómetro de la gobernabilidad y un driver crucial para los activos financieros. En un país con una economía estructuralmente dolarizada, el dólar y las acciones del Merval se mueven al compás de las expectativas de estabilidad o cambio.
Un repaso por los comicios legislativos de 2013, 2017 y 2021 revela patrones claros: el mercado castiga la debilidad oficialista y premia la consolidación del poder, o la promesa de un giro hacia políticas más market-friendly.
1. El quiebre de 2013: el mercado desafía al kirchnerismo
Las elecciones legislativas del 27 de octubre de 2013 fueron un punto de inflexión para el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El Frente para la Victoria (FPV) perdió las elecciones clave en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral, frente al emergente Frente Renovador liderado por Sergio Massa. Fue una clara derrota política que marcó el declive de la hegemonía K.
Comportamiento de Dólar y Merval
La semana anterior a las eleccion,se registró una fuerte presión alcista del dólar, en tanto que en la Bolsa primó la cautela y hubo una toma de ganancias.
La semana posterior el blue quebró récords históricos, mientras que las acciones mostraron fuerte volatilidad pero sin desplomarse. En cuanto al "sentimiento" del mercado, primó la idea del debilitamiento del poder presidencial y mayor incertidumbre económica.
El mes después se caracterizó por una presión sostenida del mercado cambiario, lo cual trajo aparejado un endurecimiento del cepo. Por el lado de las acciones, comenzó a consolidarse una tendencia alcista de mediano plazo, basada en la anticipación de un cambio de gobierno en 2015.
El mercado leyó la derrota como una señal de que el modelo del kirchnerismo tenía fecha de caducidad. Si bien la presión sobre el dólar fue inmediata, las acciones (medidas en dólares) iniciaron un rally impresionante hacia 2015, anticipando el giro político: la Bolsa de Comercio de Buenos Aires reportó que el Merval cerró 2013 con una suba del 42,49% en dólares, tocando récords históricos.
2. La euforia de 2017: el market-friendly se consolida
El 22 de octubre de 2017, la coalición oficialista Cambiemos (liderada por Mauricio Macri) obtuvo un contundente triunfo a nivel nacional, ganando en 13 de 24 distritos y consolidando su poder en las cámaras legislativas. En la Provincia de Buenos Aires, el triunfo de Esteban Bullrich sobre Cristina Kirchner fue un espaldarazo político y económico.
Comportamiento de Dólar y Merval
La semana anterior mostró un blue muy tranquilo, casi planchado, mientras que la Bolsa registraba un fuerte rally alcista preelectoral. El mercado leyó entonces la fuerte expectativa sobre una victoria oficialista.
Luego de las elecciones, el dólar se "desinfló", el Merval trepó más del 3% y tocó máximos históricos. La respuesta de los operadores fue que apostaron a la consolidación de las reformas que pretendía hacer el Gobierno y a una mayor previsibilidad económica.
Pasados 30 días, el dólar continuaba con escasa volatilidad, el Merval extendía la racha ganadora y el mercado validó el rumbo económico, impulsando inversiones en activos locales.
El resultado fue calificado como una "elección market friendly": el triunfo de Cambiemos fue interpretado como la luz verde para profundizar las reformas pro-mercado. El índice Merval tuvo un aumento histórico y el dólar se mantuvo estable, ya que la necesidad de cobertura cambiaria disminuyó ante la "paz" política.
3. La incertidumbre de 2021: el mercado anticipa la debilidad
En las elecciones del 14 de noviembre de 2021, el oficialista Frente de Todos (FdT) (liderado por Alberto Fernández) sufrió una dura derrota, perdiendo el cuórum propio en el Senado (algo que no sucedía desde 1983) y quedando sin mayoría propia en Diputados. Si bien en algunas provincias logró achicar la diferencia de las PASO, el resultado fue un debilitamiento político irreversible.
Comportamiento de Dólar y Merval
En los días previos a los comicios se registró una clara tendencia alcista en el mercado cambiario, que fue contenida en parte por las intervenciones oficiales. Por el lado de la Bolsa, regía la cautela y cierta volatilidad, lo cual era el resultado del miedo que tenía el mercado, sobre una fuerte derrota oficialista.
Pasados los comicios, en los primeros días el dólar entró en una estabilidad forzada, en tanto que las acciones subieron más del 6%. La conclusión que surge es que el mercado respiró con el fin de la incertidumbre y la necesidad del Gobierno de moderar el rumbo.
Un mes después el blue mostraba cierta estabilidad, amparada por un cepo cada vez más fuerte, con las acciones que continuaban su camino ascendente. A partir de estas elecciones, comenzó a percibirse la posibilidad de un cambio de ciclo en 2023, con activos bursátiles baratos y reaccionando a la derrota como una señal de giro político inevitable.
En definitiva, tras la derrota, el mercado reaccionó con una suba de las acciones, ya que el resultado se interpretó como una presión para que el gobierno moderara su política económica y, quizás, acelerara un acuerdo con el FMI.
A diferencia de 2013, la suba inicial de las acciones no fue por el rally del oficialismo, sino por el rally de la esperanza de un cambio de modelo, o al menos, de una administración más pragmática frente a la debilidad política. La presión cambiaria se mantuvo contenida, aunque con fuerte intervención oficial.
El "Día Después" de las elecciones del 26 de octubre
Las elecciones legislativas del 26 de octubre marcan el fin del período de mayor incertidumbre política y, por lo tanto, serán un punto de inflexión para la dinámica de los activos argentinos. El mercado no solo mira el resultado, sino la composición del Congreso y el mandato que el resultado otorga al Gobierno para continuar o modificar su plan de estabilidad.
La clave estará en si el oficialismo logra mejorar su actual representación parlamentaria o si por el contrario queda debilitado en ambas Cámaras del Congreso. El temor de fondo es que un revés electoral ponga en jaque la sostenibilidad del esquema cambiario actual y complique la aprobación de las reformas estructurales pendientes.
Los escenarios clave
1. Victoria o respaldo sólido: Si el Gobierno obtiene un resultado que supera las expectativas, el mercado lo interpretará como la ratificación de su agenda reformista y la consolidación de la gobernabilidad.
2. Derrota o debilitamiento: Un resultado adverso o peor al anticipado reavivaría el riesgo político. Los inversores temen que el Gobierno se vea forzado a negociar con la oposición, ralentizando las reformas o, en un escenario más extremo, debiendo cambiar el timing del esquema cambiario actual (como el desdoblamiento o la flexibilización de bandas).
En definitiva, la elección del 26 de octubre es un test fundamental para la credibilidad del programa económico. Una señal de fortaleza podría desatar un flujo de capitales que hoy se mantiene en wait and see; una de debilidad, en cambio, obligaría al Gobierno a recalcular y enfrentaría al dólar a una nueva prueba de fuego.