Ethereum subió 15% en lo que va de 2025 y su próximo salto depende de tres factores clave para 2026

Ethereum acumula en el 2025 una ganancia cercana al +15,5 % en dólares, según los últimos datos de la plataforma especializada CryptoRank. El número muestra un rendimiento positivo, aunque lejos del entusiasmo que alguna vez generó la criptomoneda.

Después de un 2024 de transición, el mercado esperaba un repunte más fuerte. Sin embargo, el contexto internacional —con tasas de interés todavía elevadas y menor apetito por riesgo— enfrió parte del rally. Aun así, Ethereum volvió a dar señales de vida y dejó atrás los meses más flojos de la era pospandemia.

Para los inversores argentinos, ese avance tiene lectura doble. Por un lado, ganar en dólares siempre representa una ventaja frente a la inflación local. Pero por otro, el resultado final depende de la brecha cambiaria, las comisiones de los exchanges y la carga impositiva.

En ese marco, 2025 se perfila como un año de consolidación. Ethereum no voló, pero se mantuvo firme. Y eso, en un mercado cripto tan volátil, ya es una señal de madurez.

Cuánto subió y por qué

En lo que va de 2025, Ethereum acumula una ganancia del +15,5 %. El precio promedio pasó de la zona de US$ 3.350 a alrededor de US$ 3.870. El salto no es descomunal, pero sí marca un cambio de tendencia frente al 2024, cuando el activo había cerrado prácticamente estable.

Este avance fue impulsado por varios factores. El primero, el interés institucional, que volvió a crecer a partir de los fondos de inversión y ETFs que replican el comportamiento de Ethereum. Segundo, el crecimiento del staking, donde los usuarios bloquean sus monedas para obtener rendimiento. Y tercero, la expectativa por nuevas actualizaciones técnicas de la red, que prometen reducir costos y mejorar la velocidad de transacción.

El dato que mejor resume el año es simple: Ethereum volvió a ganarle al dólar, algo que pocas inversiones logran en 2025. En un contexto global de tasas altas, obtener un retorno en moneda dura —aunque moderado— no es menor.

Además, los inversores que apostaron por mantener posiciones largas pudieron evitar las caídas bruscas que afectaron a otras criptos. ETH mostró solidez y eso le devolvió confianza al mercado.

Qué dicen los analistas internacionales sobre 2026

Las proyecciones para 2026 dividen opiniones, pero hay consenso en un punto: Ethereum podría retomar protagonismo si los mercados globales acompañan.

Según un informe reciente de JP Morgan, el escenario base para 2026 ubica al ETH entre US$ 4.500 y US$ 6.000, impulsado por la estabilización monetaria en Estados Unidos y un incremento del uso de contratos inteligentes. En ese rango, la ganancia potencial ronda el 20 % al 50 % sobre los precios actuales.

En tanto, Standard Chartered planteó un escenario optimista donde Ethereum podría tocar los US$ 7.500 si las actualizaciones técnicas de la red logran atraer nuevos usuarios y consolidar el staking como fuente de ingresos estable. Para el banco británico, la adopción institucional será el motor principal del nuevo rally.

No obstante, analistas advierten que también existe un escenario de riesgo: si los ETF de Ethereum no sostienen el flujo de entrada o si la macro global se complica, el precio podría retroceder a la zona de US$ 3.000-3.200, repitiendo el movimiento lateral de los últimos meses.

En resumen, los grandes bancos coinciden en que 2026 será un año de definición. Si el ecosistema Ethereum logra crecer en usuarios y transacciones, el salto podría ser importante; si no, la moneda seguirá firme pero sin brillo.

Qué deben mirar los inversores argentinos

Desde Argentina, invertir en Ethereum tiene un sabor particular. No sólo porque la ganancia en dólares se amplifica al convertirla a pesos, sino también por los costos que hay que atravesar.

El tipo de cambio es clave. Si el dólar paralelo sube más que Ethereum, la ganancia real puede reducirse. Por eso, muchos inversores locales usan ETH como cobertura: no esperan duplicar su dinero, sino mantener poder de compra frente a la inflación.

Otro punto importante son los impuestos. Ethereum se considera un activo financiero alcanzado por Bienes Personales y, en algunos casos, por Ganancias. Cada operación local debe registrarse adecuadamente para evitar problemas fiscales.

Finalmente, está el horizonte temporal. Para quienes piensan en un plazo de 12 a 24 meses, el panorama luce razonable: Ethereum tiene fundamentos sólidos, las proyecciones son positivas y el potencial de apreciación sigue vigente. Pero para el corto plazo, el margen de sorpresa es más limitado.

Qué puede cambiar el rumbo en 2026

Hay tres factores que los expertos coinciden en observar. Primero, la macroeconomía global: si la Reserva Federal de Estados Unidos inicia un ciclo de baja de tasas, los activos de riesgo —como las criptomonedas— podrían repuntar.

Segundo, la adopción institucional. Los fondos basados en Ethereum todavía están en una fase inicial. Si logran captar nuevos flujos, el precio podría reaccionar rápido. De hecho, JP Morgan estima que por cada 10 % adicional de aumento en activos bajo gestión de los ETFs, ETH podría sumar entre 5 % y 7 % extra en su cotización anual.

Y tercero, la tecnología. Las actualizaciones previstas para 2026 buscan hacer más eficiente la red y abaratar transacciones. Si eso se cumple, la demanda por usar Ethereum puede dispararse.

De cualquier modo, los analistas repiten la misma advertencia: "El mercado ya aprendió que las criptomonedas no son un casino, sino activos de alto riesgo que requieren paciencia".

Conclusión: un 2025 de consolidación y un 2026 de promesas

Ethereum no fue la estrella del año, pero cumplió. Subió más de 15 %, mostró estabilidad y recuperó parte del terreno perdido. Lo hizo sin euforia, en silencio, y eso vale.

De cara a 2026, el panorama es alentador. Los bancos internacionales ven espacio para un nuevo rally si el entorno macro acompaña. El rango de expectativas se mueve entre US$ 4.500 y US$ 7.500, con probabilidad de mejora si el flujo institucional continúa.

En Argentina, sigue siendo una herramienta útil de dolarización y refugio frente a la inflación. Pero como todo activo cripto, exige información, estrategia y sangre fría.

Ethereum cerró 2025 ganando poco, pero ganando al fin. Y en un mercado que cambia cada semana, eso ya es una victoria.