• 13/11/2025

Dólar post legislativas: por qué volvió la presión y qué camino tomará el tipo de cambio las próximas semanas

Demandas estacionales, banda cambiaria y pagos externos: el rompecabezas que decide si el dólar afloja o acelera tras las elecciones
05/11/2025 - 15:30hs
Dólar post legislativas: por qué volvió la presión y qué camino tomará el tipo de cambio las próximas semanas

El dólar oficial opera este miércoles 5 de noviembre con una baja de diez pesos, a $1.475, en la pizarra del Banco Nación. En el segmento mayorista, la divisa se negocia a $1.465. En cuanto a los dólares financieros, el contado con liquidación se vende $1.502 (-0,1%), y el MEP se ubica a $1.483 (-0,7%). Por último, en el segmento informal, el blue se negocia con una baja de veinticinco pesos, en $1.440.

La elección de medio término reacomodó expectativas y dejó una pregunta central para hogares, empresas e inversores: qué viene para el dólar en el muy corto plazo y durante las próximas semanas. La reacción inicial combinó alivio por la continuidad del programa económico con cautela por los frentes que siguen abiertos: el equilibrio entre oferta y demanda en el mercado de cambios, el calendario de pagos con organismos y la normalización de tasas tras meses de hiperactividad defensiva. En este marco, el comportamiento diario del MULC volvió a ser termómetro de humor, mientras la banda cambiaria continuó actuando como referencia psicológica para operadores y minoristas.

El punto de partida es claro: la presión cambiaria reciente no se explica únicamente por la acción oficial, sino por un mix de factores estacionales y de portafolio que reavivaron la dolarización de corto plazo. El fin de mes, el cobro de salarios y la necesidad de cubrir pagos potenciaron la demanda privada, justo cuando la oferta luce acotada por factores transitorios. A la par, el Gobierno comenzó a enviar señales de gradual normalización monetaria para bajar la volatilidad y moderar el costo del dinero, un paso indispensable si se busca impulsar actividad sin desanclar expectativas.

El frente externo agrega otra capa. Un contexto internacional más laxo por parte de la Reserva Federal, si se consolida, podría ayudar a recomponer acceso a los mercados en los próximos meses. Sin embargo, ese puente solo se cruza con riesgo país en compresión y con políticas domésticas que afiancen credibilidad. La coordinación entre Tesoro y BCRA seguirá bajo la lupa, en especial cuando el tipo de cambio oficial se acerca al techo de la banda y cada intervención o retiro estatal puede amplificar los movimientos intradiarios.

Este informe combina en partes iguales las miradas de Invecq (50%) y Portfolio Personal Inversiones, PPI (50%) para responder, con datos y lógica de mercado, qué puede pasar con el dólar tras el resultado electoral y cómo se acomodan las piezas clave: demanda privada, pagos al FMI, tasas, encajes, licitaciones del Tesoro y condiciones financieras externas.

Demanda privada en primer plano y depósitos del Tesoro

Desde PPI señalaron que la suba reciente del tipo de cambio no encuentra respaldo en compras oficiales de magnitud. Circularon versiones de una adquisición por parte del Tesoro cercana a US$700 millones al Banco Central, pero los datos monetarios no acompañan esa hipótesis.

Los especialistas del bróker detallaron que los depósitos en dólares del Tesoro no aumentaron; por el contrario, cayeron en US$4 millones, ubicándose en US$79 millones, sin movimientos compensatorios en las cuentas en pesos. De allí concluyeron que no hubo flujo oficial que justificara la presión vista en la plaza cambiaria.

Para PPI, la demanda privada fue el motor central de la presión sobre el dólar. El cobro de sueldos y los compromisos de fin de mes suelen gatillar una dolarización transitoria de portafolios minoristas, moviendo el amperímetro del MULC cuando la oferta no crece en la misma proporción.

En ese encuadre, los expertos del bróker explicaron que el oficial llegó a coquetear con el techo de la banda, un nivel que tiende a elevar la sensibilidad del mercado ante cualquier flujo adicional, y que obliga a monitorear con mayor precisión las entradas y salidas de divisas de corto plazo.

Normalización monetaria, encajes y tasas

Para Invecq, el gran desafío poscomicios es reducir la volatilidad y reacomodar las tasas luego del pico observado entre agosto y octubre. Sus analistas apuntaron que el proceso de normalización ya tiene las primeras marcas, con decisiones que buscan suavizar tensiones sin comprometer el anclaje nominal.

Desde la consultora explicaron que el BCRA dio un paso al bajar encajes en el margen y modificar el cómputo del efectivo mínimo, que volvió a ser mensual, con una exigencia de 95% al cierre de cada jornada, en lugar del 100% anterior. Aun así, resaltaron que la exigencia sigue en niveles máximos desde enero de 1993.

Invecq remarcó que algunas tasas de muy corto plazo ya reaccionaron: la caución cerró en torno al 20% y los repo cerca del 30%, señales de distensión incipiente. Sin embargo, advirtieron que falta que el resto de las tasas del sistema converjan a niveles más razonables para destrabar crédito y actividad.

El diagnóstico de la consultora es que la actividad permanece estancada desde febrero y que una baja gradual y ordenada del costo del dinero sería un catalizador relevante. El ritmo de esa flexibilización dependerá de la demanda de cobertura, que empieza a moderarse, y de la oferta de divisas, condicionada por adelantos del agro y por el pulso del sector público.

Licitación del Tesoro y señales de curva: lo que marcó Invecq

Los expertos de Invecq destacaron que la primera licitación tras las legislativas dejó un balance positivo y un guiño para la construcción de una curva más estable. El dato más saliente fue que la tasa promedio ponderada de las LECAP se ubicó en 2,87% mensual, un nivel que no se veía desde marzo de 2025, en línea con el mercado secundario.

Sus analistas apuntaron que, en términos de montos, el Tesoro adjudicó $6,9 billones frente a vencimientos por $11 billones, lo que implicó un rollover del 60%. No cubrió todo, pero liberó liquidez al sistema, algo valioso en un contexto todavía dominado por tasas extraordinariamente elevadas.

Para Invecq, el 100% de la colocación a tasa fija y la extensión de duration hacia 2026 y 2027 marcan un cambio respecto de las licitaciones preelectorales, donde los dollar-linked ganaban protagonismo. La preferencia por tasa fija sugiere una incipiente desactivación de la demanda de cobertura cambiaria.

La recompra de títulos por parte del Tesoro reforzó esa inyección de liquidez y, según la consultora, suma a la normalización monetaria, siempre que el proceso no ponga en riesgo la expectativa inflacionaria ni el delicado equilibrio del mercado de cambios.

Pagos al FMI y mecánica de divisas

Los especialistas de PPI recordaron que el Tesoro enfrenta esta semana pagos por US$853 millones al FMI, correspondientes a cargos e intereses. Con el oficial cerca del techo de la banda, comprar dólares en el mercado para cumplir con esa obligación luce improbable.

Desde el bróker subrayaron que, en ese marco, el Tesoro probablemente vuelva a adquirir divisas directamente del BCRA para atender el compromiso, tal como sucedió el 14 de octubre, cuando compró US$123 millones destinados a cancelar pagos con organismos internacionales.

PPI remarcó que esta mecánica evita sumar presión sobre el MULC en días sensibles, aunque implica un impacto sobre las reservas del Banco Central que el mercado monitorea al detalle. Cada movimiento se traduce en señales que los agentes incorporan a sus decisiones de cobertura.

Para el bróker, el equilibrio de corto plazo dependerá de que la demanda privada pierda intensidad a medida que pasa el pico salarial y de que el flujo oficial se administre con previsibilidad. En ese caso, la presión sobre el dólar tendería a moderarse, siempre que no aparezcan shocks exógenos.

Viento externo y acceso a mercados

Desde Invecq señalaron que un entorno internacional más benigno, apalancado en una política monetaria más laxa por parte de la Reserva Federal, podría favorecer que el Gobierno retome gradualmente el acceso a los mercados internacionales en los próximos meses.

Sus analistas apuntaron que esa posibilidad depende de que el riesgo país continúe comprimiéndose hacia la zona de 400–500 puntos básicos. Mientras tanto, subrayan que cualquier mejora en ese indicador tendría un efecto positivo sobre el costo de financiamiento soberano y corporativo.

Para Invecq, si ese canal se abre, aliviaría la dependencia de las fuentes locales y de la emisión monetaria, reforzando la estabilidad cambiaria. Pero remarcan que no es automático: requiere consistencia en la política económica y señales claras de consolidación.

En paralelo, advierten que, aunque la tensión disminuyó respecto de los picos previos, no puede descartarse algún ajuste en el esquema cambiario si los flujos se desalinean. Por eso, recomiendan monitorear con atención el accionar del Tesoro de EE.UU. y la oferta/ demanda en el MULC doméstico.

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