Nueva estrategia de la City: vende estos bonos para comprar otros y ganar más dólares
Los bonos de la deuda argentina en dólares continúan en ascenso, pleno reflejo del optimismo del mercado tras el contundente triunfo electoral de Javier Milei y el nuevo escenario político. Pero, debido a las nuevas expectativas del mercado, no todos los títulos avanzan en la misma proporción, lo que abre lugar a estrategias para cambiar unos por otros similares con el objetivo de obtener mayor rentabilidad.
Los Bonares ("AL"), títulos de deuda argentina en dólares que rigen bajo legislación local, aún operan con precios muy inferiores a los Globales ("GD"), que tiene el plus de regir bajo legislación estadounidense. En las últimas jornadas, en algunos casos, el precio de los Bonares se ubicaba entre 4% y 5% por debajo de los Globales.
Esta brecha estaba desde antes de las elecciones de octubre, pero llama la atención que, dos semanas después de ese evento y con resultados muy positivos desde el punto de vista de los inversores, aún sigue vigente. Gracias a la mejora de las expectativas, la diferencia debería achicarse muy pronto. Mientras tarde en ocurrir, los tenedores de bonos Globales podrán pasarse a Bonares para ganar con la corrección que se prevé a favor de los segundos.
Los Globales suelen tener un precio mayor al de los Bonares porque cuentan con el plus de estar protegidos por las leyes estadounidenses. En caso de un incumplimiento por parte del emisor de la deuda (el gobierno argentino), los tenedores de bonos Globales podrán reclamar ante los tribunales de Estados Unidos, mientras que con los Bonares actuaría la justicia local.
¿Por qué debería achicarse la diferencia de precios?
Por la mejora de las expectativas del mercado. Cuando hay mayores tensiones financieras, los inversores tienden a demandar más (o desprenderse menos) bonos Globales que Bonares porque brindan mayor seguridad debido a la legislación, lo que amplía la diferencia entre ambos.
En cambio, cuando el clima financiero mejora, tienden a demandar menos Globales y más Bonares, lo que hace que la diferencia de precios se reduzca.
El spread o brecha debería reducirse y favorecer a los Bonares por varios motivos: el riesgo político quedó despejado tras el contundente triunfo de Milei en las legislativas de octubre y el Gobierno, si bien aún no cuenta con suficientes reservas ni acceso al mercado internacional para abonar los próximos vencimientos de deuda en moneda extranjera, tiene a disposición el swap de hasta u$s20.000 millones que firmó con Estados Unidos, el cual podrá activar para enfrentar los compromisos de los próximos dos años.
Cambiar estos bonos en dólares por otros
La consultora 1816 considera que los bonos de la deuda argentina en dólares de menor duración, como los que vencen en 2030, exhiben un spread "excesivo", teniendo en cuenta la "enorme mejora en las condiciones financieras de las últimas semanas". Por lo tanto, a los tenedores de bonos Globales que caducan en 2030 sugiere venderlos para posicionarse en sus pares de legislación local, los Bonares que vencen ese mismo año.
Al cierre del viernes, los Globales 2030 (GD30) cotizaban a u$s66,85 en el mercado local, mientras los Bonares 2030 (AL30) lo hacían a u$s64. Estos precios implican un spread o brecha entre ambos de cerca de 4,5%. En momentos de buen clima financiero local, la diferencia de precios entre ambos títulos suele ser mucho menor o, incluso, como ocurrió a principios de este año, prácticamente nula.
Al pasar de Globales a Bonares, el inversor se desprende de bonos con "sobrecosto" por contar con mayor protección legal (poco necesario en un contexto de mayor confianza) y con el mismo monto obtiene más nominales de otro título de iguales características (excepto la legislación). Luego, el inversor gana en caso de que se cumpla la reducción prevista en la diferencia de precios, que suele darse a favor de los Bonares.
La brecha de precios por legislación también permanece en niveles altos en otros tramos de la curva de vencimientos. Al cierre del viernes, la diferencia entre los títulos GD29 y AL29 en el mercado local era de 5,2%. En el caso de los GD35 y AL35, era de 3,5%, misma diferencia que marcaban los Globales 2038 (GD38) respecto a los Bonares que vencen ese mismo año (AE38). La brecha era menor entre los GD41 y AL41, de "apenas" 2%.
Maniobra moderada, pero buen rédito en dólares
No se trata de una maniobra de ganancias exacerbadas, pero los operadores suelen considerarla como una oportunidad por el rédito que puede otorgar cada vez que se prevé una reducción en el spread de legislación. Asimismo, además de la rotación de bonos, consideran que en este momento los nuevos flujos que ingresen a la renta fija argentina en dólares tiene más sentido que se posicionen en los Bonares que en los Globales.
Los activos financieros argentinos, en general, aún exhiben buenas perspectivas alcistas. Más allá de las posibles correcciones bajistas que registren a corto plazo tras el rally histórico que hubo por la celebración electoral, los analistas del mercado estiman que los bonos en dólares, al igual que las acciones, aún tienen margen para seguir avanzando en el mediano y largo plazo.