¿Fin de cheques físicos? Qué planea el Banco Central y por qué crece el uso del e-cheq en Argentina

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) confirmó que evalúa avanzar hacia la eliminación definitiva de los cheques en papel y su reemplazo por el uso exclusivo del cheque electrónico, conocido como e-cheq. La intención quedó ratificada por el presidente de la entidad, Santiago Bausili, a través de un intercambio en la red social X, donde respondió a una consulta sobre la posibilidad de implementar formalmente esta medida.

El planteo surgió cuando un usuario consultó por la necesidad de avanzar hacia un esquema basado únicamente en documentos electrónicos. En ese mensaje se señalaba que "los e-cheqs deberían ser los únicos disponibles" y se mencionaban beneficios asociados a la digitalización de las operaciones entre empresas. Bausili respondió con un "hacia allá vamos", lo que marcó la posición institucional sobre el futuro de este instrumento.

En la misma interacción, el titular del BCRA volvió a compartir un mensaje del economista Lucas Llach, quien había difundido un gráfico que exhibía el crecimiento sostenido del e-cheq dentro del sistema financiero. Según ese análisis, la utilización del instrumento electrónico experimentó una expansión relevante en los últimos años, en línea con la digitalización de las transacciones.

Antecedentes de la medida y contexto normativo

El objetivo de avanzar hacia un esquema basado exclusivamente en cheques electrónicos había sido mencionado por Bausili meses atrás, cuando se anunció la creación del cheque en dólares, que solo tendrá la modalidad digital. En ese momento, el titular de la autoridad monetaria indicó que el organismo busca que el sistema evolucione hacia la desaparición progresiva del cheque en papel en pesos.

Desde el punto de vista normativo, el BCRA resaltó la importancia del cheque como instrumento financiero por su carácter de título ejecutivo, lo que habilita acciones judiciales en caso de incumplimiento. En paralelo, la entidad impulsa un proceso más amplio vinculado a la competencia de monedas y la rehabilitación de cuentas corrientes en dólares, lo que exige a los bancos adecuaciones en sus sistemas operativos.

Las entidades financieras cuentan con plazo hasta el 1° de diciembre para adaptar sus plataformas y garantizar la operatividad de estas cuentas. El proceso incluye inversiones para reforzar la seguridad, la interoperabilidad y la eficiencia en la compensación de instrumentos electrónicos vinculados a operaciones en dólares. También se prevé que las cámaras compensadoras ajusten sus procedimientos para acompañar la operatoria.

Crecimiento sostenido del e-cheq en el sistema financiero

El uso del e-cheq exhibe un aumento continuo desde su implementación en el sistema financiero argentino. Según datos oficiales del Banco Central correspondientes a octubre, el cheque electrónico representó el 58,9% de los documentos compensados en términos de cantidad, con un total de 3,1 millones de operaciones. En lo que respecta a montos, concentró el 81,8%, equivalente a $16,6 billones.

Dos años atrás, la participación del e-cheq era menor: alcanzaba el 40,6% de la cantidad de documentos y el 65,4% del monto total compensado. La diferencia entre ambos períodos refleja una adopción acelerada, especialmente entre empresas que operan con volúmenes significativos y que incorporaron este instrumento como parte de su operatoria habitual.

La digitalización del cheque permitió reducir el número de rechazos asociados a errores de confección. En documentos escritos a mano, inconsistencias como palabras o cifras poco claras pueden generar rechazos aun cuando el emisor tenga los fondos disponibles. La modalidad electrónica minimiza este tipo de situaciones al eliminar la intervención manual en su elaboración.

Impacto en pequeñas y medianas empresas

La expansión del cheque electrónico tuvo impacto en el financiamiento de micro, pequeñas y medianas empresas, que históricamente utilizan este instrumento para obtener liquidez en el mercado de capitales. La modalidad digital facilita la negociación remota y reduce costos operativos vinculados al traslado y verificación de documentos físicos.

Además, la estructura del e-cheq permite un seguimiento detallado de la cadena de endosos. A diferencia del cheque en papel, el instrumento electrónico no tiene límites en la cantidad de endosos y ofrece trazabilidad completa, de modo que el emisor puede identificar en qué instancia del proceso se encuentra cada documento.

Este nivel de seguimiento agrega previsibilidad al circuito de pagos y permite a las empresas proyectar con mayor precisión la disponibilidad de fondos vinculados a sus operaciones comerciales. Al mismo tiempo, favorece la integración con plataformas digitales de financiamiento, lo cual contribuyó a su adopción en distintos sectores productivos.

Perspectivas del reemplazo definitivo del cheque físico

La eventual eliminación del cheque en papel se enmarca en un proceso de digitalización más amplio que atraviesa el sistema financiero. El BCRA considera que la construcción de un ecosistema de pagos completamente digital puede mejorar la eficiencia operativa y consolidar instrumentos electrónicos en reemplazo de los tradicionales.

El avance del e-cheq en términos de participación, utilización y volumen operado constituye uno de los factores que impulsa esta transición. La confirmación pública del Banco Central respecto de la intención de avanzar en este sentido constituye un paso más en el proceso iniciado con la incorporación del cheque electrónico en dólares y la ampliación de su uso en operaciones comerciales.

La definición de plazos concretos para la eliminación total del cheque físico aún no fue comunicada. Sin embargo, la señal institucional y los datos de crecimiento del instrumento digital anticipan un escenario en el que la modalidad electrónica gane protagonismo en la operatoria financiera y comercial.