Polémica por impuesto al cash: cómo funciona la propuesta de Álvarez Agis por la que Milei lo tildó de "ladrón"

El economista y exviceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, propuso crear un impuesto al uso de efectivo en comercios y extracciones bancarias, con la intención de reemplazar el actual Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios y fomentar la formalización de la economía a través del mayor uso de medios de pago digitales.

Cómo es el impuesto al efectivo que propuso Álvarez Agis

Se trata de un impuesto que grava el pago en los comercios con efectivo y también a las extracciones de dinero. Por ejemplo, al retirar de un cajero automático o ventanilla, el impuesto podría ser de hasta el 10% del monto extraído. "Voy al cajero, pongo $1.000 y salen $900".

Asimismo, para los comercios es más ventajoso exigir el pago con una billetera digital que aceptar efectivo.

El objetivo es que la recaudación de este nuevo tributo compense la eliminación del impuesto al cheque. Álvarez Agis sostiene que esta medida sería fiscalmente neutra en términos de presión tributaria global.

La finalidad es trasladar la presión de la formalización al consumidor final. Al encarecer la extracción de efectivo, se incentivaría al consumidor a exigir y utilizar medios de pago digitales (tarjetas, transferencias, billeteras virtuales), lo que a su vez obligaría a los comercios y prestadores de servicios a formalizarse para poder aceptar esos pagos.

La respuesta del presidente Javier Milei 

El presidente Javier Milei se sumó al debate y redoblando la crítica. En su publicación en X escribió: "KIRCHNERISTA = LADRÓN. El que fue viceministro de economía de Kicillof propone de modo abierto robarte el 10% de tus ingresos que destines al consumo. Jamás piensan en achicar el gasto, si no solo en cómo recaudar más para ser ellos quienes deciden cuánto y en qué gastar tu dinero".

Así, Milei instaló el tema en la agenda pública y amplificó la discusión sobre la arquitectura tributaria vigente.

La reacción oficial no se centró solo en el aspecto técnico de la iniciativa, sino que apuntó a una concepción política sobre el sistema impositivo.

Para el Presidente, cualquier medida que amplifique gravámenes a la demanda implica, según remarcó en sus mensajes, una intromisión estatal y una amenaza a la libertad individual y a la disposición de los ingresos personales.

Cuál es el mecanismo propuesto y el objetivo

Richard Amaro Gómez describe para Errepar cómo sigue el mecanismo que tendría la creación del impuesto al efectivo y sus objetivos.

• Creación: impuesto indirecto al consumo en efectivo, con un porcentaje (por ejemplo, 10%) aplicado al retirar dinero.
• Sujeto económico: el peso recae sobre el comprador o adquirente/consumidor.
• Objetivo fiscal: convertir el uso del efectivo en una opción más costosa, incentivando al consumidor a utilizar medios de pago digitales o bancarios. Esto obligaría, indirectamente, a los comercios a formalizar sus operaciones para aceptar dichas transacciones.
• Compensación: la eliminación del impuesto al cheque (débitos y créditos) busca beneficiar las operaciones ya formalizadas.

Cómo podría jugar con la reforma tributaria del Gobierno

El principal conflicto de esta propuesta radica en su desalineación con la visión tributaria actual del Gobierno, resumida en los compromisos del Pacto de Mayo y la Apertura de Sesiones del Congreso Nacional, afirma Amaro Gómez:

Pacto de Mayo (julio 2024)

El presidente Javier Milei y los gobernadores firmaron este pacto, que incluyó compromisos claves como:

• Una Reforma Tributaria con el objetivo de reducir la presión impositiva.
• Mantener el equilibrio fiscal.
• Revisar la Coparticipación Federal.

Apertura de Sesiones (marzo 2025)

El Presidente anunció en el Congreso los pilares de la reforma, destacando la necesidad de:

• Eliminar 20 impuestos considerados perjudiciales.
• Simplificar el sistema tributario.
• Disminuir la carga tributaria sobre las pymes.
• Combatir la evasión y generar un marco previsible para la inversión extranjera.

¿Es viable un impuesto al efectivo?

La propuesta del impuesto al efectivo, a pesar de su finalidad de combatir la informalidad, no está alineada con el rumbo tributario actual.

La prioridad política es la eliminación de gravámenes para simplificar, no la sustitución de uno por otro con peso en el consumidor.

Gravar el efectivo tendrá un fuerte impacto regresivo y generará resistencia, afectando desproporcionadamente a sectores de bajos recursos o aquellos con menor acceso a la bancarización.

La arquitectura tributaria libertaria busca la simplificación y la reducción de impuestos. Crear un nuevo impuesto al consumo indirecto choca con este pensamiento tributario.

Por lo tanto, es altamente improbable que el impuesto al efectivo prospere en el corto plazo, ya que existen herramientas de control y fiscalización más directas para combatir la informalidad sin cargar con un nuevo impuesto al consumidor final, concluye Amaro Gómez.