Ni Nvidia, ni Microsoft: la "acción tapada" que ganó más del 50% en 2025 y es la nueva apuesta de Wall Street para la IA
Cuando se revisan los ganadores bursátiles de 2025, la intuición nos empuja a mirar Silicon Valley: Nvidia, Microsoft, Meta o todo el ecosistema que orbita alrededor de los chips de IA. Pero los números de este año dejaron al mercado sin palabras. La gran estrella no surgió de un laboratorio de software, sino del mundo del acero, el combustible y las máquinas enormes pintadas de amarillo. Caterpillar (CAT), símbolo de la vieja economía, terminó protagonizando un fenómeno que nadie vio venir.
En lo que va del año, su acción avanza más de un 54% en dólares, superando tanto al S&P 500 como a buena parte del rally tecnológico. No es una anomalía ni una moda pasajera: es el reconocimiento, por parte de Wall Street, de que la Inteligencia Artificial necesita infraestructura física, energía y minerales para expandirse… y que Caterpillar es uno de los engranajes clave de esa cadena.
Los analistas coinciden en algo: si la IA es el cerebro, la energía y los minerales son los músculos, y Caterpillar es la empresa que los pone a funcionar. La narrativa del mercado cambió y, en silencio, los grandes fondos comenzaron a mirar hacia este coloso industrial como la apuesta estratégica para capturar el "lado no obvio" de la revolución tecnológica.
Firmas como JP Morgan y Evercore ISI elevaron sus precios objetivo durante el año, destacando la fortaleza de sus balances y el boom de demanda en dos frentes: data centers e infraestructura minera. Con una suba impresionante en el último año, Caterpillar pasó a ser el "fierro" favorito de los traders institucionales.
El motor oculto de la Inteligencia Artificial
El talón de Aquiles de la expansión digital no está en el software: está en los cortes de energía. Los centros de datos que alimentan modelos como ChatGPT, Gemini o Claude consumen electricidad a niveles que muchas redes no pueden soportar. En ese vacío, la división de Energía y Transporte de Caterpillar se volvió estratégica para Silicon Valley.
Sus generadores de respaldo —capaces de sostener operaciones críticas cuando la red colapsa— se convirtieron en un componente imprescindible para gigantes como Google, Amazon, Microsoft y Meta. Cuando la demanda eléctrica se dispara, son los equipos de Caterpillar los que se encienden para evitar pérdidas millonarias.
La empresa además selló alianzas estratégicas, como su colaboración con Vertiv, para crear sistemas de energía ininterrumpida adaptados al crecimiento explosivo de la IA. La confiabilidad es tan crucial que los márgenes del negocio se ampliaron significativamente este año. En Wall Street lo resumen así: no hay IA sin energía, y en energía de respaldo, CAT es el rey.
Este segmento de la compañía mostró un crecimiento que superó expectativas trimestre tras trimestre. Para los analistas, el ciclo recién empieza. Con más centros de datos, chips más potentes y mayores necesidades térmicas, el mercado cree que este "boom energético" podría prolongarse varios años más.
En este punto, Caterpillar no actúa como una empresa industrial tradicional. Ofrece equipos, sí, pero también contratos de mantenimiento, monitoreo permanente y soporte técnico global. Es un negocio híbrido, mitad maquinaria, mitad servicios recurrentes, que mejora la visibilidad de ingresos y estabiliza los flujos de caja, un atractivo irresistible para los grandes fondos.
El cobre: el nuevo oro de la era digital
La segunda pata de esta tesis alcista es el cobre, el metal que literalmente hace posible la Inteligencia Artificial. Cada aumento en la capacidad de servidores y redes requiere más cableado, más transformadores, más infraestructura… y eso, a nivel global, está empujando la demanda del metal rojo a niveles históricos.
Aquí también aparece Caterpillar. La empresa domina el mercado mundial de maquinaria para minería, desde camiones autónomos hasta perforadoras de superficie. En países como Chile, Perú, Canadá y varias regiones de África, casi todas las operaciones mineras de gran escala trabajan con equipos CAT.
Cada incremento en el precio del cobre impulsa nuevas inversiones, ampliaciones y reemplazos de flotas. Esa dinámica se traduce en ventas crecientes de maquinaria de alta tecnología, un negocio que suele moverse en ciclos prolongados y que hoy está atravesando uno de los más positivos en décadas.
Reportes recientes de Bank of America subrayan que las acciones de maquinaria pesada funcionan como un excelente proxy para invertir en commodities, pero con menos volatilidad que los futuros. En ese sentido, comprar Caterpillar es, en parte, apostar al superciclo del cobre sin exponerse directamente al mercado de materias primas.
Además, la maquinaria moderna es cada vez más eficiente y conectada. Las mineras —presionadas por regulaciones y márgenes crecientes— priorizan equipos capaces de reducir consumo, optimizar tiempo operativo y anticipar fallas. CAT lidera este segmento con ventajas tecnológicas significativas.
Una tecnológica disfrazada de industrial
Muchos inversores siguen creyendo que Caterpillar fabrica "solo máquinas". Nada más lejos. La empresa ya desplegó más de 1,5 millones de equipos conectados a la nube, todos recopilando datos en tiempo real. Ese océano de información se procesa con machine learning para crear diagnósticos predictivos.
En la práctica, una excavadora CAT hoy "avisa" cuándo una pieza está por fallar semanas antes de que suceda. Esto reduce paradas, mejora seguridad y permite planificar toda la operación. Es un modelo similar al de las tecnológicas: vender hardware que abre la puerta a ingresos recurrentes por software, mantenimiento y servicios.
Para el mercado, esta evolución explica por qué la acción subió más del 50% sin parecer "cara". Mientras que las tecnológicas puras cotizan a múltiplos de ganancias que rozan niveles de burbuja, Caterpillar ofrece un crecimiento impulsado por la IA con valuaciones más razonables y con activos físicos que sostienen su valor.
Los márgenes operativos mejoraron incluso en un contexto de tasas altas e inflación global, una señal de que la compañía tiene poder de fijación de precios, una característica de calidad que Wall Street premia. De ahí que firmas como Morgan Stanley hayan comenzado a destacar su posición en sectores cíclicos con viento de cola estructural.
Cómo invertir desde Argentina
Para quienes operan desde Argentina, hay buenas noticias. Caterpillar cotiza en BYMA a través de CEDEARs, bajo el ticker CAT. Esto permite invertir en la empresa en pesos, protegidos por la variación del dólar CCL.
Comprar el CEDEAR es simple: solo necesitás una cuenta comitente en un bróker o banco. Al buscar "CAT", conviene revisar siempre el volumen operado y el ratio de conversión, que históricamente fue 20:1 (20 CEDEARs equivalen a 1 acción en EE.UU., aunque puede cambiar según el programa).
El instrumento ofrece dos beneficios clave para el inversor argentino:
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Dolarización implícita (seguís al CCL).
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Acceso a una empresa global con dividendos crecientes.
Caterpillar forma parte del grupo conocido como Dividend Aristocrats, firmas que aumentan su dividendo por más de 25 años consecutivos. Quien compra el CEDEAR, cobra estos pagos en dólares, lo que agrega un plus de renta pasiva.
En un año donde la acción subió más de 50% en Nueva York y el CCL también avanzó, quienes invirtieron en el CEDEAR multiplicaron su capital muy por encima de la inflación y del rendimiento de instrumentos locales tradicionales.
Riesgos y consideraciones finales
Ninguna acción sube en línea recta. Caterpillar sigue siendo una empresa ligada al ciclo económico global: si EE.UU. o China entran en recesión, la demanda de maquinaria pesada podría moderarse. Tampoco es menor el impacto que tendría una desaceleración del sector inmobiliario chino, uno de los motores históricos de la construcción.
Las tensiones geopolíticas —especialmente en Asia— es otro elemento que analistas de entidades como Morgan Stanley suelen remarcar: pueden afectar tanto los mercados de materias primas como las cadenas de suministro.
La política de tasas de la Reserva Federal también es un factor a observar. Créditos más caros pueden frenar la renovación de flotas o la expansión de proyectos mineros. Sin embargo, la fortaleza del balance de CAT y su flujo de caja sólido le dan un colchón importante frente a escenarios adversos.
Aun así, el consenso es claro: Caterpillar se convirtió en la acción tapada de 2025. Captura la demanda de IA desde un ángulo que pocos miran: el de la energía, los minerales y la infraestructura real. Con fundamentos robustos, exposición al superciclo del cobre y un negocio híbrido industrial-tecnológico, la empresa se consolidó como una herramienta potente para diversificar carteras en tiempos de cambio.