La compra de dólares se derrumbó después de las elecciones, según datos del BCRA
El Gobierno de Javier Milei afirmó que la demanda de dólares mostró una baja marcada durante noviembre, luego de atravesar un período de fuerte volatilidad cambiaria previo a las elecciones legislativas.
De acuerdo con los cálculos del equipo económico y del Banco Central (BCRA), la dolarización preelectoral alcanzó los u$s35.000 millones, aunque ese proceso comenzó a desarmarse durante noviembre a partir de la venta de posiciones en moneda extranjera.
El diagnóstico del BCRA: retracción abrupta de la dolarización
El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, expuso en el Seminario Internacional LarrainVial un análisis sobre el comportamiento reciente de los mercados y del sistema financiero. En su presentación, señaló que la demanda de dólares se redujo con fuerza: pasó de u$s5.300 millones de dólares en octubre a u$s1.100 millones en noviembre, una corrección que atribuyó al cambio en las preferencias de los ahorristas tras la turbulencia electoral. Según explicó, esta modificación reflejó una caída en la percepción de riesgo por parte del público inversor.
Werning destacó que, luego de las elecciones, tanto la demanda de dólares como la cobertura cambiaria disminuyeron sin que hubiera anuncios sobre cambios en el régimen macroeconómico. Las cifras oficiales indican que la reversión poselectoral ascendió a u$s8.400 millones.
El funcionario también señaló que el atesoramiento minorista bajó a 200 millones de dólares mensuales en noviembre, luego de haber tocado un máximo de 4.600 millones de dólares en septiembre. Si se incluyen los gastos turísticos y los pagos por importaciones, el monto trepa a 1.100 millones de dólares en noviembre, lo que contrasta con los 5.300 millones de dólares en octubre y los 6.400 millones en septiembre. El documento oficial no aclara si estos números corresponden a datos finales o provisorios.
Según Werning, la economía argentina enfrentó "un cisne negro": un shock político-electoral que generó una dolarización sin precedentes y un desplome de la demanda de pesos. Sobre ese punto, afirmó que "la historia de ajustes cambiarios en años electorales pesó sobre la confianza: el miedo al pasado, y no un desequilibrio económico, impulsó la demanda de dólares en 2025".
Las estimaciones oficiales confirman que la dolarización llegó a u$s35.000 millones, equivalente a más del 50% del M2 en la previa de los comicios. El análisis del BCRA sostiene que las tensiones cambiarias respondieron más a expectativas políticas negativas que a problemas de los fundamentos económicos. Eso derivó en una "crisis de confianza transitoria", que deprimió la demanda de dinero y obligó a implementar una reacción monetaria inusual. "Ante la aversión al riesgo y con el propósito de eliminar el exceso de oferta de dinero, se endureció la política monetaria en año electoral", explicó Werning.
La estrategia oficial combinó restricción de liquidez y aumento de encajes para frenar la expansión del circulante. La escasez de pesos llevó a una suba de tasas de interés, encareció los créditos y redujo el endeudamiento del sector corporativo. Según el BCRA, esta dinámica empezó a revertirse tras el triunfo del oficialismo.
Werning remarcó que la baja profundidad de los mercados cambiarios y monetarios amplificó la volatilidad y limitó la transmisión de la política monetaria. En cuanto al mercado cambiario, detalló que el Mercado Libre de Cambios (MLC) operaba entre 400 y 600 millones de dólares diarios antes de las elecciones, pero en días de tensión la liquidez cayó a menos de 200 millones de dólares. Respecto al mercado monetario a un día, indicó que la liquidez mejoró gradualmente, aunque tras la eliminación de las LEFI, el volumen operado fue apenas un tercio del promedio previo.
Impacto macroeconómico moderado y normalización financiera
Para Werning, el efecto macroeconómico del shock fue limitado. "El costo incurrido en actividad e inflación fue acotado relativo al tamaño del shock", sostuvo. También destacó que las tasas a un día y los rendimientos de los títulos del Tesoro descendieron tras las elecciones y se ubicaron por debajo de los niveles observados cuando funcionaban las LEFI. "Confianza en la competencia de monedas: los ahorristas que rotaron sus portafolios hacia el dólar lo hicieron manteniendo sus ahorros dentro del sistema bancario", agregó.
El vicepresidente del BCRA subrayó la vuelta de empresas argentinas al financiamiento internacional. Según señaló, más de 4.000 millones de dólares fueron colocados en Obligaciones Negociables (ON) entre noviembre y diciembre, lo que interpretó como el fin de la actitud corporativa de "wait and see".
Werning también resaltó que variables como el riesgo país y las tasas de interés se normalizaron sin cambios en la política de acumulación de reservas. El riesgo país, medido por JP Morgan, se redujo en más de 450 puntos básicos, hasta ubicarse en 624 unidades, mientras que los rendimientos cayeron más de 30 puntos porcentuales.
En su cierre, el funcionario remarcó que, pese a la marcada volatilidad, el impacto sobre la actividad y la inflación fue manejable. Reiteró que lo ocurrido respondió a un shock de expectativas políticas, no a un debilitamiento del esquema económico. La caída en la demanda de dólares, sostuvo, confirma un proceso de normalización de los mercados, impulsado por las medidas aplicadas durante el año electoral.