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Disgeusia y anosmia: dos síntomas que pueden indicar que estás padeciendo coronavirus

El cuadro causado por el coronavirus se puede detectar a través de algunos síntomas característicos, como la disgeusia y la anosmia
21/04/2020 - 15:08hs
Disgeusia y anosmia: dos síntomas que pueden indicar que estás padeciendo coronavirus

Al igual que cualquier otra enfermedad, el coronavirus tiene un conjunto de síntomas característicos que pueden ayudar a su diagnóstico certero. Si bien la única forma de saber con precisión si un paciente padece esta patología es a través de un test bioquímico, la sintomatología puede orientar al profesional para saber si es posible que padezca coronavirus u otra afección.Las manifestaciones centrales del Covid-19 son similares a las de un cuadro gripal. Fiebre, cansancio y tos seca, son los síntomas que aparecen con mayor frecuencia. Además, algunos pacientes pueden padecer dolores musculares, congestión nasal, dolor de garganta o diarrea, pero estos últimos no se dan en todos los casos.

Sin embargo, recientemente se incluyeron otras manifestaciones características que pueden contribuir al diagnóstico, tanto por parte de un especialista como para el propio paciente. Esto último no significa que haya que autodiagnosticarse, pero sí es importante conocer esta información para poder hacer la consulta médica en el tiempo adecuado y contarle al profesional todo lo que le pasa al cuerpo.

El coronavirus presenta síntomas similares a los de una gripe
El coronavirus presenta síntomas similares a los de una gripe

Estos nuevos síntomas son las alteraciones del olfato y del gusto, conocidos técnicamente como anosmia o hiposmia, y ageusia o disgeusia. Si bien no forman parte del primer grupo de manifestaciones características, los especialistas recomiendan tenerla en cuenta al momento de analizar un caso de un paciente enfermo. Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC), entre otras sociedades científicas, se debe sospechar como síntoma de Covid-19, siempre que no haya otras causas para que el o la paciente tenga esas disfunciones. La entidad aseguró que de acuerdo a la información que se tiene de diversos países -Corea del Sur, Italia, Alemania, China, por ejemplo- entre el 30 y el 60% de los afectados reportan este trastorno.

En este sentido, el Ministerio de Salud de la Nación decidió incluir la anosmia y la disgeusia para definir si una persona es un caso sospechoso de Covid-19. Así, se amplió el protocolo de diagnóstico de la enfermedad que todos los profesionales de la salud del país toman como referencia.

¿Qué es disgeusia?

El Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial (NIDCR, por su sigla en inglés), un centro de investigación científico de Estados Unidos, lo define como un "trastorno en el que hay un mal sabor persistente en la boca. Dicho sabor puede ser salado, rancio o metálico".

La disgeusia da un sabor desagradable en la boca
La disgeusia da un sabor desagradable en la boca

Según la organización estadounidense, el trastorno en el que la persona pierde por completo el gusto se llama ageusia; mientras que, la reducción de la capacidad gustativa se llama hipogeusia.

¿Qué es anosmia?

Según la misma entidad, la anosmia es un trastorno del olfato y está vinculado a la incapacidad total para detectar olores. En cambio, cuando la capacidad para detectar aromas se ve reducida se llama hiposmia.

Otras causas de alteraciones del olfato y del gusto

Es importante tener en cuenta que la infección por esta nueva cepa de coronavirus no es la única causa de alteraciones en el gusto y en el olfato. Hay otros trastornos que pueden desencadenar estos síntomas. Por eso es que se hace hincapié en este último aspecto al momento de considerarlos o no como indicio de Covid-19. Si el o la paciente padece alguna otra patología que le pueda causar estos síntomas no necesariamente padece coronavirus.

La causa más común de las alteraciones del olfato y el gusto son los procesos alérgicos o catarrales, sean de origen viral o bacteriano. La congestión y la irritación de las vías respiratorias, en conjunto con algunos medicamentos que se indican en ciertos casos, pueden causar esta sintomatología. En estas ocasiones, una vez que desaparece la enfermedad de base, también lo hacen los efectos adversos.

Las alteraciones en el olfato y el gusto pueden indicar la existencia de enfermedades hereditarias o adquiridas como la anosmia selectiva, la rinitis aguda, algunas alteraciones hepáticas, alteraciones inmunológicas, tumores, traumas nasales, obesidad, diabetes, hipertensión, sarcoidosis, mala nutrición, afectación del lóbulo temporal, autismo, o algunas enfermedades degenerativas del sistema nervioso, como las enfermedades de Parkinson o Alzheimer.Otras causas de estos desórdenes son los pólipos de las cavidades nasales, obstrucción nasal, infecciones de los senos, cambios hormonales o problemas dentales.

Las causas de tipo laboral, como la exposición a determinados productos químicos, como solventes o insecticidas, vapores, polvo, humo, virus, bacterias, hongos, y algunos medicamentos pueden estar en el origen de los desórdenes de la olfacción.

Los pacientes que padecen algún tipo de tumor cerebral o en la zona del cuello y que están expuestos a sesiones de radioterapia pueden experimentar trastornos en el olfato o en el gusto.

La edad, al igual que ocurre con los órganos de la visión o el oído, también es un factor de disminución de los sentidos del olfato y del gusto. Esto es así por el natural deterioro que tienen todos los tejidos por el paso del tiempo y del desgaste del organismo.

El tabaco, la contaminación ambiental, y otros hábitos tóxicos como el uso de cocaína, por ejemplo, también se pueden constituir como causa de trastornos del olfato y del gusto. En algunos se puede dar a corto plazo pero es más frecuente que este efecto adverso se produzca a mediano o largo plazo y de manera paulatina, no repentina. Las alteraciones olfativas pueden ser un primer aviso de un posible tumor cerebral.

Cómo se tratan la anosmia y la disgeusia

El tratamiento varía en función de la causa de los síntomas. Esto significa que es diferente la forma de tratar a una persona que fuma de la manera de tratar a un paciente que padece anosmia por un tumor cerebral.

El tratamiento convencional es el mero paso del tiempo. Dado que la causa más frecuente de estas alteraciones son los procesos respiratorios leves, en la mayoría de los pacientes es necesario esperar que se cure la patología de base para que se vayan la anosmia y la disgeusia. Pueden ser molestos para la persona pero no son de una gravedad mayor.

En los casos de pacientes que fuman o que están expuestos a sustancias tóxicas en su trabajo o en su entorno regular, la desaparición de ese estímulo suele devolver las capacidades gustativas y olfativas. En algunas personas pueden haber dejado daños permanentes, pero no suele suceder de esta manera en la mayoría de los casos.

De todos modos las alteraciones del gusto y del olfato -al igual que de cualquiera de los otros sentidos- no son una situación normal. Esto significa que ante su manifestación es importante consultar con un especialista para que pueda determinar la causa precisa e indique un tratamiento particular, de ser necesario. A pesar de estar atravesando un proceso infeccioso o ser fumador, por ejemplo, siempre se aconseja consultar con un profesional para que determine el desencadenante de la anosmia y la ageusia.