El café es, quizá una de las bebidas más difundidas en la cultura mundial. Cada país y cada cultura lo toma de una manera diferente, en cada rincón del planeta se ha adaptado esta bebida al gusto y necesidades locales. 

Además, es una bebida con una gran versatilidad. Se asocia al trabajo, a la oficina, al estudio y al estrés, pero también a un momento de calma y relajación después de la cena, con una charla amena en familia o en pareja, y algún dulce de por medio. 

Sin embargo, las características de esta bebida hacen que pueda tener interferencia en los gustos de otros alimentos o bebidas que se ingieran. A la mayoría de las personas les ha pasado que después de tomar un café sienten alterados, o al menos distintos, algunos sabores. 

El sabor de algunos alimentos se puede ver alterado por el consumo de café.

Con este disparador se inició un estudio para averiguar cuál era el real efecto del café en la percepción de los gustos. Un grupo de científicos daneses comenzaron una investigación, que estuvo a cargo de la Universidad de Aarhus (Dinamarca). Los resultados se publicaron recientemente en la revista científica 'Foods'.

De la investigación participaron 156 personas, por lo que es importante marcar que la muestra es pequeña y podrían ser necesarios otros estudios más profundos. Todas ellas fueron examinadas en su sentido del olfato y del gusto antes y después de beber café.

Qué resultados se encontraron

En el sentido del olfato los especialistas no encontraron ningún cambio: las personas seguían percibiendo los olores de la misma manera. No obstante, sí pudieron observar cambios en el sentido del gusto, que se había visto afectado por el consumo de café. 

Según explica uno de los autores del estudio, cuando las personas fueron analizadas después de beber café, se volvieron más sensibles al dulce y menos sensibles al amargo. Para descartar la posibilidad de que la cafeína del café pudiera ser un factor, los investigadores repitieron el experimento utilizando café descafeinado, y nuevamente obtuvieron el mismo resultado.

Pero, ¿por qué pasa esto?

Los autores de la investigación analizaron los motivos por los que el café podría alterar el sentido del gusto en sus consumidores. De acuerdo a sus conclusiones, podrían ser algunas de las sustancias amargas del café las que crean este efecto. Esto puede explicar que si se come una porción de chocolate negro con su café, su sabor es mucho más suave, porque la amargura se ve minimizada y la dulzura se percibe aumentada.

El gusto del chocolate se puede ver alterado cuando se come con café.

De acuerdo a sus autores, el estudio arroja algo de luz sobre un nuevo aspecto de los sentidos del olfato y el gusto. Esto significa que si bien ya se sabe que los sentidos tienen interacción y efectos entre sí, pero es una sorpresa que el registro de dulzura y amargura se influya tan fácilmente.

Según uno de los autores centrales de la investigación, los resultados tal vez proporcionen una mejor comprensión de cómo funcionan las papilas gustativas. Sin embargo, advierte que es necesario que continúen los estudios del funcionamiento de los sentidos, así como de la interferencia que pueden tener entre sí. No solo es importante hacer más investigaciones, sino también ampliar la representatividad de las muestras que se toman, de modo que los resultados sean más significativos.

Por último, el estudio concluye que más investigación en este área podría tener importancia para la forma en que regulamos la forma en que se usa el azúcar y los edulcorantes como aditivos alimentarios. En otras palabras, un mejor y mayor conocimiento puede ser potencialmente utilizado para reducir el azúcar y las calorías en los alimentos que se consumen. Tener en cuenta esta variable puede ser importante para algunos grupos de la población, como las personas que padecen sobrepeso, obesidad o diabetes, entre otras patologías.