El sueño es un momento esencial para que el cuerpo y la mente funcionen adecuadamente. Descansar de manera correcta es necesario, y no se trata de dormir únicamente, sino que el descanso debe ser reparador. 

Hay algunos hábitos que pueden perjudicar lo que se conoce como higiene del sueño, que son un conjunto de factores que se relacionan con un descanso adecuado o inadecuado.

¿Usás el celular y comés tarde?

El celular actualmente es casi una extensión de las manos. Se usa para todas las actividades: recordar eventos y cumpleaños, agendar citas médicas, sacar tofos y comunicarse. Todo en un mismo dispositivo. 

Es por eso que muchas personas acostumbran a usarlo hasta el último momento previo a dormir, aunque no es el hábito más saludable precisamente. 

Usar el celular hasta tarde puede resultar perjudicial para la salud

En este sentido, una investigación recientemente realizada por expertos de la Universidad de Murcia (UMU) ha demostrado que este hábito podría resultar perjudicial para el organismo. ¿Por qué?

El estudio señaló que usar el celular hasta tarde y muy cerca del horario de descanso podría incidir de manera directa sobre el índice de masa corporal y marcar el ritmo de pérdida de grasa del cuerpo. Asimismo, el hábito de quedarse hasta tarde expuestos a la pantalla del celular podría impactar de manera más severa: los profesionales indican que podría aumentar los riestos de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, este no fue el único hábito que se analizó. Hubo otros que se incluyeron en el análisos llevado adelante por los expertos españoles. 

Comer tarde también es perjudicial para la salud

Los participantes de la investigación fueron 3.660 personas. A raíz del análisis de sus conductas y de su salud se pudo comprobar que quienes tienen un punto medio de ingesta tardío tenían mayor peso. De esta manera, veían aumentado su riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en comparación con aquellas personas que optaban por realizar sus comidas más temprano. Según los hallazgos del estudio, comer después de las 15 horas y cenar tras las 21 horas ralentizaba el proceso de pérdida de peso.

Cenar tarde puede aumentar el riesgo de padecer ciertas enfermedades

En este ensayo también se demostró que los quienes cenan de manera tardía tienden a comer más cuando están estresados, que lo hacen principalmente por la noche, de forma compulsiva, mientras ven la televisión, y que presentan menos motivación para cuidarse.

Además, la investigación ha demostrado la importancia de las horas del sueño y, especialmente, los hábitos que se tienen antes de irse a dormir, ya que las personas que se quedan hasta altas horas pegados a pantallas, han presentado un cronotipo vespertino, es decir, que se mantienen activos a últimas horas del día y por lo tanto, se retrasa la activación de la melatonina, la hormona reparadora del sueño y empeorala capacidad de concentración.

Este estudio realizado en España pudo demostrar que quienes tienen un cronotipo vespertino presentan triglicéridos más altos y riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.