¿Por qué tenés hambre todo el tiempo? En caso de que no te pase a vos, ¿por qué hay quienes sienten hambre en forma constante?

Las respuestas pueden ser muchas, por es un grupo de expertos que tenía esta misma duda comenzó una investigación para averiguarlo. El estudio, que fue publicado en la revista Metabolismo de la naturaleza, tuvo como autores a científicos de cinco instituciones diferentes de Europa y Estados Unidos. Los resultados señalan cuáles son las razones por las que algunas personas no pueden perder peso a pesar de que controlan la cantidad de calorías consumidas.

Este trabajo contó con 1.070 participantes voluntarios que tuvieron un seguimiento de dos semanas. Durante este período, el grupo debió tomar un desayuno hecho por el investigadores -que siempre era igual-, pero también podía comer otras comidas libremente. En total, los voluntarios consumieron más de 8 mil desayunos y 70 mil comidas en general. 

Los participantes también realizaron una prueba de tolerancia a la glucosa de respuesta al azúcar en sangre en ayunas para medir qué tan bien su cuerpo procesa el azúcar. Además, incluso usaron monitores de glucosa todo el tiempo para medir sus niveles de azúcar en sangre. En una aplicación, el grupo también registró el estado de hambre y atención durante el día. El desayuno estándar consistía en madalenas que contenían la misma cantidad de calorías, pero variaban en composición en términos de carbohidratos, proteínas, grasas y fibras.

Los expertos les dieron el mismo desayuno a todos los participantes del estudio

El resultado mostró que los pacientes que sufren de altas caídas en la presión arterial durante el sueño experimentaron un aumento del 9% en el hambre y comieron un promedio de 30 minutos antes que otros en el mismo período de tiempo. A su vez, consumieron 75 calorías más en las primeras tres horas después del café estandarizado y alrededor de 312 calorías durante el día. Según explicaron los expertos, esto puede ser el motivo de la dificultad de perder a algunas de estas personas.

Los estudios anteriores se habían centrado en las primeras dos horas después de las comidas, donde nivel de glucemia se incrementa. A pesar de esto, la investigación actual ha mostrado fuertes caídas en el nivel de glucosa en sangre incluso después de cuatro horas después del pico. 

Qué es el hambre emocional

Los profesionales llaman de este modo al momento en que ciertas emociones influyen en nuestra alimentación y se gestionan esas mismas sensaciones a través de la ingesta de alimentos, tal como lo indica el sitio 20minutos.es. Las emociones más frecuentes dentro de este grupo son la tristeza, la ansiedad o el estrés, entre otras. 

El estrés o la ansiedad pueden llevar a hábitos poco saludables, como es el hambre emocional

El estrés, la tristeza o la ansiedad, por ejemplo, pueden llevar a diversas reacciones. Cada persona canaliza estas emociones de manera diversa y hay quienes ingieren alimentos como consecuencia de estos sentimientos, que a veces alteran el día a día y modifican la calidad de vida. 

Una experta en psicología citada por el sitio mencionado indica que "es fundamental que seamos capaces de dominar estos estímulos ya que, si no lo conseguimos, podemos caer en excesos o carencias con un impacto negativo en nuestra salud".

La especialista señala que, en primer lugar, es esencial aprender a diferenciar claramente entre hambre emocional y física o apetito. En este sentido, indica que antes de "asaltar la helader" es necesario detenerse y pensar en las siguientes preguntas: ¿realmente tengo hambre?, ¿cuánto hace que comí?. Estos cuestionamientos interpelarán a la propia persona y a sus hábitos y harán posible que se replantee su actitud. A veces, hacerse estas preguntas puede evitar la ingesta excesiva e innecesaria de alimentos, un hábito que si se perpetúa en el tiempo puede repercutir negativamente en la salud y predisponer a diversos trastornos.

Los expertos recomiendan alimentarse de manera saludable, pero nunca privarse por completo de ciertos alimentos

Además, existen técnicas que pueden contribuir al control de esa denominada alimentación emocional. Entre estas técnicas la experta señala el mindfulness, dado que a través de esta herramienta es resulta posible incrementar la capacidad de concentración y de atención. "El mindfulness nos ayudará a entender y controlar emociones, reacciones y pensamientos, lo que será muy útil para afrontar ciertas situaciones de estrés o presión", asegura.

Por su parte, una experta en Nutrición consultada también por este tema indica que el concepto de dieta sana debe estar presente en todo momento. Esto implica mantener una alimentación variada y equilibrada, que incluya todos los grupos de alimentos, lo cual va a aportar todos los nutrientes que el cuerpo necesita, algo que a su vez contribuirá al bienestar general.

Por último, es necesario aclarar algo importante, un punto en el que hacen hincapié la mayoría de los expertos en salud. Llevar una vida sana y una alimentación equilibrada no significa vivir con constantes restricciones, sino que implica tener hábitos saludables en el día a día y permitirse disfrutar de alimentos menos sanos en momentos de disfrute. En otras palabras, cuando se quiera salir a comer una pizza o que el menú de la noche sean hamburguesas con papas fritas, es necesario que la persona pueda hacerlo, dado que esto también forma parte de una vida sana a nivel general.