Estos son los impuestos que el Gobierno eliminó o redujo en los últimos meses: ¿cuál será el impacto fiscal?

Uno de los principales compromisos de la campaña del presidente Javier Milei fue la reducción de impuestos. En su discurso por el primer año de Gobierno, reiteró esta promesa y anunció una reforma impositiva con el objetivo de disminuir en un 90% la cantidad de tributos nacionales y devolver la autonomía fiscal a las provincias.

En los meses transcurridos, se han implementado diversas reducciones impositivas en distintos sectores. Entre ellas, la baja parcial y temporal de retenciones al agro, la eliminación del impuesto PAIS y la reducción de aranceles para la importación de productos de uso personal. A continuación, un repaso cronológico de las principales medidas.

Importación vía courier

Desde diciembre, el Gobierno elevó de u$s1.000 a u$s3.000 los límites de compra a través del sistema courier y eliminó los aranceles para los primeros u$s400 en bienes de uso personal. Estos productos sólo tributan el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que estas medidas buscan ampliar el acceso a precios más competitivos. Un relevamiento de la Fundación Ecosur reveló que en el 88% de los casos analizados, comprar vía courier resulta más económico que adquirir los mismos productos en el mercado local. En promedio, los bienes importados son 40% más baratos, con diferencias de hasta el 73% en tecnología.

Eliminación del impuesto PAIS

El impuesto PAIS dejó de cobrarse el 23 de diciembre de 2024, aunque se mantuvo una retención del 30% a cuenta de Ganancias y Bienes Personales. Este tributo, que había sido establecido por cinco años en la ley de emergencia sancionada en 2019, tuvo impactos en la economía, incluyendo el turismo y las importaciones de servicios como el streaming.

El impuesto PAIS llegó a representar casi el 10% de la recaudación tributaria en 2024. Su eliminación generará un déficit fiscal estimado en el 1% del PBI para 2025.

Reducción de retenciones

El Poder Ejecutivo publicó un decreto estableciendo una baja temporal de retenciones a las exportaciones agropecuarias. Desde esta semana, las nuevas alícuotas se aplican a productos como la soja en poroto, sus derivados, trigo, sorgo, maíz, girasol y economías regionales.

Hasta el 30 de junio, las retenciones quedarán establecidas de la siguiente manera: la soja pasará del 33% al 26% y sus derivados del 31% al 24,5%. Para el trigo, maíz, sorgo y cebada, la alícuota se reducirá del 12% al 9,5%, mientras que el girasol bajará del 7% al 5,5%.

En el caso de las economías regionales, algunos productos quedarán exentos de retenciones de manera permanente. Esto incluye azúcar, algodón, cuero bovino, tabaco, foresto industria y arroz, que en 2024 representaron exportaciones por más de 1.100 millones de dólares.

El costo fiscal de esta medida se estima en 800 millones de dólares, equivalente al 0,13% del PBI. Según el economista Claudio Caprarulo, este monto representa aproximadamente la mitad del superávit financiero del sector público en 2024, que fue del 0,3% del PBI.

Reducción de impuestos para autos y motos

El Gobierno también anunció medidas para reducir el costo de los vehículos e incentivar la importación de autos eléctricos e híbridos. La principal medida es la eliminación de los impuestos internos para los autos con precios entre 41 y 75 millones de pesos, que hasta ahora tributaban un 20%. Además, los vehículos de más de 75 millones, que tenían un gravamen del 35%, pasarán a pagar el 18%.

Según estimaciones oficiales, esta política reducirá los precios entre un 15% y un 20%, lo que podría aumentar la demanda en el mercado automotor.

Rebaja y eliminación de impuestos: el impacto fiscal

Las reducciones impositivas implementadas hasta el momento han generado efectos diversos en la economía. La eliminación del impuesto PAIS alivió la carga fiscal sobre el comercio exterior, pero también representa un desafío en términos de ingresos fiscales.

La baja de retenciones apunta a incentivar la producción agropecuaria y mejorar la competitividad de las exportaciones, mientras que la reducción de impuestos internos sobre vehículos busca estimular el consumo y la renovación del parque automotor.

El impacto fiscal de estas medidas será monitoreado en el transcurso del año, en función del equilibrio entre la recaudación y los objetivos de crecimiento económico y reducción del déficit fiscal. Con la promesa de una reforma impositiva más profunda en el horizonte, el Gobierno deberá equilibrar la disminución de la carga tributaria con la necesidad de sostener los ingresos fiscales para el cumplimiento de sus metas económicas.