La reforma laboral es más urgente que nunca para la promoción del empleo tecnológico
La reforma laboral para la promoción del empleo es hoy más urgente que nunca.
Los cambios que se operan en las relaciones laborales son cotidianos y vertiginosos, donde se produce la anulación de los empleos del pasado, y la sustitución por los sistemas algorítmicos, que enfrentan el desacople entre la legislación caduca e inspirada hace 50 años (LCT, 1975) que hoy no solo es anacrónica, sino que además resulta inaplicable frente a las nuevas demandas imperativas y excluyentes del mercado laboral nacional, regional e internacional.
Los cinco cambios que revisten máxima prioridad son:
La reforma laboral puede contribuir al empleo de calidad
La reforma laboral juega es una clave que condiciona el futuro y puede contribuir al empleo de calidad, registrado y bajo condiciones dignas, pero solo se puede lograr estableciendo un puente entre el modelo del pasado que sin dudas fracasó, y el modelo del HOY y del futuro, que vuelve a generar nuevas oportunidades de empleo en el contexto de las tecnologías exponenciales.
Ya no existen límites al avance de la Inteligencia Artificial Generativa que reemplaza a jueces y abogados, a arquitectos e ingenieros, a médicos y profesionales de la salud, y a cualquier actividad humana, con no pocas críticas y anomalías, pero a la vez aportando ideas precedentes y contenidos, y ahora brindan también consejos, dan apoyo psicológico y hasta religioso en cualquier credo o secta, brindan respaldo en hábitos, juegos, distracciones, y se convierten en "amigos" y en "compañeros" del ser humano que opera cada vez más en soledad.
En ese contexto, el trabajo dignifica según la frase de Carlos Marx, luego revindicado por la OIT en el sentido de que el ser humano como centro indiscutible del escenario social, político y de la cambiante realidad, como lo pregona la "Encíclica Laudato si" sobre "…el cuidado de la casa común…" en contra de la cultura del descarte. (Enc. 24-5-2015).
Las entidades y cámaras empresarias, la CGT y los sindicatos, las organizaciones intermedias, y sobre todo los trabajadores y los que se encuentran no registrados o desempleados, están unidos UNÁNIMEMENTE por un modelo de relaciones laborales, que debería afrontar YA el PARLAMENTO NACIONAL, con el fin de introducir los cambios que favorezcan tanto la multiplicidad de oportunidades en el contexto de diversidad e inclusión en igualdad y equidad, con el claro objetivo de ampliar las posibilidades de crecimiento individual, reforzando la empleabilidad de los trabajadores tecnológicos.