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Chau testamento como lo conocemos: Quién hereda ahora y qué derechos gana el cónyuge

Descubrí cómo la ley argentina regula la herencia, protegiendo a los herederos forzosos y el rol fundamental del cónyuge en la distribución de bienes
Por MD
13/10/2025 - 09:15hs
sucesión

En Argentina, el derecho sucesorio, establecido en el Código Civil y Comercial de la Nación, define cómo se distribuye el patrimonio de una persona tras su fallecimiento. Este sistema busca salvaguardar a los herederos legítimos, adjudicando los bienes a los parientes más cercanos del difunto. A diferencia de lo que algunos podrían creer, el testamento no se elimina, sino que se enmarca dentro de estrictas regulaciones que aseguran la legítima hereditaria a ciertos familiares directos. 

Tipos de sucesión y la validez del testamento

La legislación argentina contempla dos modalidades principales para la transmisión de bienes post-mortem. Es fundamental comprenderlas para saber cómo se adjudicará una herencia.

Sucesión testamentaria: límites a la voluntad del difunto

Se aplica cuando la persona dejó un testamento válido, un documento donde expresa su última voluntad sobre la disposición de sus bienes. No obstante, la ley impone límites significativos a esta voluntad, ya que debe respetarse la legítima hereditaria. Esta porción asegura una parte mínima e indisponible de la herencia a los herederos forzosos, que incluyen a los hijos, padres y el cónyuge.

Sucesión intestada: cuando la ley decide el destino de los bienes

Esta modalidad se activa en ausencia de un testamento, o si el existente no cumple con los requisitos legales o resulta inválido. En tales situaciones, el Código Civil y Comercial de la Nación define un orden de prioridad entre los familiares, determinando quiénes heredan y en qué proporción. La ley suple la falta de voluntad expresada por el difunto para organizar la distribución de su patrimonio.

Cuándo un testamento puede ser declarado nulo

Un testamento puede ser considerado inválido, total o parcialmente, si no respeta las condiciones que establece la ley. Es crucial que el documento cumpla con todos los requisitos formales y sustanciales para asegurar su eficacia.

Las causas más comunes que pueden llevar a la anulación de un testamento incluyen:

  • Incapacidad del testador: Cuando la persona que lo otorgó carecía de discernimiento al momento de hacerlo, sea por una enfermedad mental, ebriedad o cualquier otra causa que afecte su juicio.
  • Defectos de forma: Errores como la falta de firma del testador o la presencia de testigos no aptos legalmente para esa función.
  • Disposiciones contrarias a la ley: Por ejemplo, si el testamento vulnera la legítima hereditaria de los herederos forzosos, afectando la porción que les corresponde por derecho.
  • Coacción, engaño o influencia indebida: Si se prueba que la voluntad del testador estuvo viciada por presiones externas, fraudes o manipulaciones.
  • Otorgado por persona judicialmente incapaz: Salvo que se demuestre fehacientemente que el testador actuó durante un "intervalo lúcido".

El orden de herederos en la sucesión intestada

El artículo 2340 del Código Civil y Comercial de la Nación establece una jerarquía clara para el llamamiento hereditario. Este orden se aplica cuando no hay testamento o este es nulo, garantizando que los bienes lleguen a los parientes más directos del difunto.

El orden de prelación es el siguiente:

  1. Descendientes (hijos, nietos): Tienen prioridad absoluta y excluyen a los demás herederos, salvo al cónyuge en ciertos casos.
  2. Ascendientes (padres, abuelos): Heredan solo si el difunto no dejó descendientes.
  3. Cónyuge: Comparte la herencia con descendientes o ascendientes, según la situación, y puede heredar la totalidad en ausencia de los anteriores.
  4. Colaterales (hermanos, sobrinos): Heredan si no existen descendientes, ascendientes ni cónyuge.
  5. El Estado: En la ausencia total de herederos legítimos o testamentarios, los bienes pasan a manos del Estado, ya sea nacional, provincial o municipal.

[enlace a nota sobre cómo heredar una propiedad]

El rol del cónyuge: derechos en la herencia

El cónyuge sobreviviente posee derechos hereditarios específicos que dependen directamente de la existencia de otros herederos. Su posición en la herencia es particular y está diseñada para proteger su situación.

Derechos del cónyuge según la concurrencia de herederos

  • Con descendientes: El cónyuge hereda una parte igual a la de un hijo, pero es importante destacar que no recibe los bienes gananciales que pertenecían al difunto, ya que estos le corresponden por su carácter de socio de la sociedad conyugal.
  • Con ascendientes: En este escenario, al cónyuge le corresponde la mitad de la herencia, mientras que la otra mitad se distribuye entre los ascendientes.
  • Sin descendientes ni ascendientes: El cónyuge hereda la totalidad de los bienes, convirtiéndose en el único heredero.

Excepciones y protección de la vivienda familiar

Además de los derechos sobre los bienes, el cónyuge tiene un derecho real de habitación vitalicio y gratuito sobre la vivienda familiar. Esto significa que puede seguir viviendo en el inmueble, incluso si no figuraba como titular, mientras no haya herederos que impugnen ese derecho bajo ciertas condiciones. [enlace a nota sobre bienes gananciales y separación de bienes]

Es fundamental considerar algunas excepciones:

  • Matrimonio in extremis: Si el matrimonio se celebró poco antes del fallecimiento y el cónyuge conocía la enfermedad terminal del otro, generalmente no hay derecho a heredar, salvo que exista una convivencia previa que pueda ser probada.
  • Divorcio o separación de hecho: En caso de divorcio o de una separación de hecho sin reconciliación efectiva, los derechos sucesorios del cónyuge quedan automáticamente extinguidos.

El proceso de sucesión en Argentina: pasos clave

El trámite sucesorio se lleva a cabo ante un juez competente del último domicilio del fallecido y comprende varias etapas. Cada paso es crucial para la correcta distribución del patrimonio.

El proceso se desarrolla de la siguiente manera:

  1. Inicio del juicio: Un heredero o cualquier persona con interés legítimo solicita la apertura de la sucesión, presentando el certificado de defunción del causante.
  2. Presentación de documentación: Se aportan documentos clave como actas de nacimiento de los hijos, acta de matrimonio (si corresponde) y los títulos de propiedad de los bienes del difunto.
  3. Declaratoria de herederos: Tras la verificación de la documentación y los edictos correspondientes, el juez reconoce a los herederos legítimos o valida el testamento existente, confirmando quiénes tienen derecho a heredar.
  4. Inventario y tasación: Se realiza un listado detallado de todos los bienes que componen la herencia y se asigna un valor a cada uno de ellos.
  5. Partición y adjudicación: Finalmente, los bienes se distribuyen entre los herederos conforme a lo establecido por la ley o el testamento, quedando formalmente adjudicados a sus nuevos titulares.

De esta forma, el sistema sucesorio argentino garantiza que los bienes del fallecido se transmitan de manera justa y ordenada, respetando tanto la voluntad expresada en vida como los derechos inalienables de los familiares directos.

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