ANSES: cómo es la posibilidad de jubilarse antes de tiempo y sin todos los aportes
La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) cuenta con diferentes sistemas previsionales que buscan atender las realidades de cada sector de la sociedad argentina, más allá de los requisitos de edad y aportes exigidos por el régimen general. En esta línea, el organismo destacó la existencia de una Jubilación Especial, sancionada por el Congreso, que se erige como un derecho fundamental para un grupo poblacional específico que, por su condición de salud, requiere acceder a un retiro con pautas diferenciales.
Se trata de un régimen previsional diferencial establecido por la Ley 27.675, una normativa de alcance nacional que garantiza un haber vitalicio para las personas que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y/o Hepatitis B o C. La creación de este sistema reconoce el impacto que estas patologías tienen en la capacidad laboral y en la calidad de vida de las personas, permitiéndoles acceder a un beneficio previsional con edad reducida y menor cantidad de años de aportes respecto a lo que exige el sistema tradicional.
Este derecho, consagrado con la ley en 2022 marcó un precedente en la legislación argentina, asegurando una cobertura social y económica a aquellas personas que no pueden sostener una vida laboral activa hasta los 60 o 65 años, ni acumular los 30 años de contribuciones debido a su diagnóstico. A continuación, se detallan los requisitos de la Ley 27.675, qué edad se necesita para iniciar el trámite y cómo se gestiona el beneficio en las oficinas de ANSES.
Jubilación anticipada de la ANSES por la Ley 27.675
El corazón de la Jubilación Especial para personas con VIH y/o Hepatitis B o C radica en la flexibilidad de sus criterios de acceso. El sistema reconoce la trayectoria laboral afectada por la condición de salud, ajustando a la baja tanto la edad mínima de retiro como el tiempo de servicios requeridos.
Criterios de Elegibilidad Clave:
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Edad mínima reducida: El régimen permite acceder a la jubilación con una edad considerablemente inferior a la del sistema general. Tanto los hombres como las mujeres pueden iniciar el trámite desde los 50 años de edad. Esto implica una reducción de hasta 15 años en la edad de retiro para los varones y 10 años para las mujeres.
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Aportes reducidos: El requisito de años de servicio también es más laxo. Se exige un mínimo de 20 años de aportes registrados en el sistema previsional.
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Continuidad de aportes: Es obligatorio haber aportado al sistema previsional durante al menos 10 años desde el momento en que se le diagnosticó la patología.
- No tener trabajo en relación de dependencia, ni ser autónomo. Este requisito es fundamental, porque el beneficio es incompatible con el trabajo asalariado o autónomo. Tener una de estas dos condiciones hace caer la prestación.
Es fundamental comprender que esta Jubilación Especial no es una pensión no contributiva. Es un haber vitalicio, equivalente a una jubilación, que se financia a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, lo que le otorga solidez y el mismo esquema de movilidad que a los jubilados ordinarios.
Jubilación anticipada de ANSES: requisitos médicos y residencia para el beneficio
Para acceder al beneficio no solo son determinantes la edad y los aportes, sino también la situación de salud del solicitante y su historial de residencia en el país. El trámite requiere la intervención de organismos de salud y debe estar avalado por la autoridad sanitaria.
El solicitante debe contar con un certificado médico oficial que acredite el diagnóstico de VIH y/o Hepatitis B o C. Este certificado es la base para el inicio del expediente en ANSES, ya que es la prueba fehaciente de la condición que habilita el régimen diferencial.
Además del diagnóstico, existen otras condiciones ineludibles:
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Incapacidad laboral: La ley establece que el solicitante debe acreditar una incapacidad laboral no menor al 33%, determinada por una comisión médica oficial, a causa de la patología.
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Residencia: Es un requisito que el interesado haya residido en el país durante los últimos diez años de forma continua antes de iniciar el trámite de la jubilación.
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Incompatibilidad: Este haber vitalicio es incompatible con el goce de cualquier otra prestación de tipo previsional o pensión no contributiva, salvo el derecho a pensión por fallecimiento.
Cómo gestionar la Jubilación Especial en ANSES
La gestión de este beneficio requiere de un proceso meticuloso debido a la naturaleza de la documentación médica que se exige. El trámite comienza con la recopilación de todos los antecedentes necesarios.
El primer paso es reunir la documentación de salud, que incluye todos los informes médicos que respalden el diagnóstico y el certificado médico oficial. Una vez que se tiene la prueba médica, el interesado debe seguir los pasos habituales en el organismo previsional:
Revisión de historia laboral: El futuro beneficiario debe ingresar a Mi ANSES con su clave de la seguridad social para revisar y confirmar que los 20 años de aportes requeridos estén debidamente registrados. Si faltan períodos, es el momento de recopilar los certificados de servicios para que ANSES los reconozca.
Solicitud de turno: Con la documentación laboral y médica lista, se debe solicitar un turno presencial en las oficinas del organismo. En la solicitud, es recomendable especificar que se trata del inicio del trámite de la Jubilación Ley 27.675.
Evaluación integral: ANSES se encargará de remitir el caso a la comisión médica pertinente para que se evalúe y certifique el porcentaje de incapacidad laboral que padece el solicitante, dando curso final al expediente.
Qué pasa si no tengo la edad mínima para jubilarme o si me faltan años de aporte por la Ley 27.675
La normativa brinda una alternativa para quienes, tengan VIH y/o Hepatitis B o C, y no lograron acumular años de servicio: una Pensión No Contributiva (PNC) vitalicia, administrada por ANSES, que busca evitar la exclusión del sistema previsional.
Los requisitos para acceder a la misma son:
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Ser mayor de 18 años.
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Acreditar el diagnóstico de la enfermedad.
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Ser argentino de nacimiento, naturalizado o extranjero con residencia permanente.
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Aprobar una evaluación socioeconómica, que verifica ingresos, patrimonio y condiciones de vida. En este caso el beneficio no es incompatible con la actividad laboral.