Con una economía en franca retracción y sin perspectivas de mejora; salarios que incluso para profesionales que trabajan full-time no alcanzan para llegar a fin de mes, y proyectos típicos de la clase media –la casa propia, un mejor trabajo, lanzar un emprendimiento, etc.- fuera del alcance de la mayoría, muchos de los jóvenes en Argentina se encuentran evaluando una vez más el difícil camino de la migración.

Así como ocurrió con la crisis de 2001, en las mesas familiares otra vez suena fuerte aquel mantra de que "la única salida es Ezeiza", en referencia a la ubicación del principal aeropuerto internacional del país.

Probablemente no sea una "salida" que aplique para todo el mundo, pero es notorio que muchas de las firmas que asesoran a los argentinos para expatriarse o realizar un viaje de estudios, están con más trabajo que antes.

"Si bien no podemos indicar los motivos exactamente por los cuales han aumentado las consultas -ya que todas son personales y por lo tanto subjetivas-, si notamos que en todas las etapas de nuestro país en las que existe cierta preocupación por el futuro económico, eso empuja a todo aquel que siempre ha querido estudiar en el exterior a hacerlo en ese momento", reflexionó Carola Wober, titular de CW International Education, agente educativo autorizado por el gobierno australiano para asesorar a alumnos extranjeros.

"Hemos notado un aumento (de los interesados en emigrar) en el último tiempo. Por ejemplo, en el mes de enero, que suele ser muy tranquilo, hubo muchísimas consultas, muchas más de lo que usualmente tenemos en esa época del año", agregó en un diálogo reciente con iProfesional.

"Sí, notamos un interés mayor en las personas no sólo por emigrar sino por tener un diferencial en el mercado para asegurarse oportunidades a corto y largo plazo, dentro y fuera del país", coincidió Ayelen Yildiz, Country Product Manager de EF Education First. "Están subiendo las consultas online y también la concurrencia a la oficina. Cada 15 días realizamos charlas informativas y la cantidad de gente que recibimos es mucha más que en otros años", añadió la ejecutiva de la entidad de enseñanza de idiomas e intercambios culturales.

El mismo panorama ven en Calderaro Tyrrell Law Group, el estudio que asesora a personas interesadas en instalarse en el exterior: "Notamos mucho interés en estudiantes y en empresas que desean expandir su operación al mercado estadounidense, enviando a sus empleados allí", contó Renata Calderaro, abogada de inmigración.

También en WATAR, organización que gestiona programas de "Work and Travel" en Estados Unidos para estudiantes universitarios o terciarios, están con más trabajo.

A las tradicionales ferias temáticas que organizan en Buenos Aires y Córdoba, este año sumarán una fecha extra. Serán cinco en total, además de las ferias online para el resto de las provincias.

La firma promete que esos eventos serán más grandes que el año pasado, y asegura que se definirán unas 600 posiciones de empleo temporal bajo esta modalidad. "Sin duda en momentos de crisis notamos interés en este tipo de viajes porque permiten autofinanciarse la experiencia y se abren puertas personales y profesionales muy grandes", le dijo a este medio Rafael Zelmann, director general de WATAR.

No todo negativo

El auge de esta tendencia va más allá de la coyuntura actual del país y es impulsada también por una mayor búsqueda de empleabilidad en medio de un escenario laboral que se pone cada vez más competitivo en todo el mundo.

"La reciente crisis cambiaria y económica incrementó las consulta de quienes desean estudiar, y que manifiestan que tener un titulo otorgado por una universidad estadounidense les da mayores posibilidades de conseguir un empleo con una remuneración económica más alta en su país de origen", expresó Calderaro. "También proporciona la alternativa de conseguir trabajo en EE.UU. si es que el alumno desea establecerse en este país", indicó.

En la misma línea, la directiva de EF Education First recordó que este tipo de iniciativa brinda mucho más que un título o una visa de estudio: "Sentimos que los universitarios y adultos están eligiendo apostar a una formación en el idioma para alcanzar un nivel bilingüe o al menos avanzado, y con esto lograr competitividad en el mercado nacional e internacional. Pero la formación en idiomas es también una experiencia de vida, por lo que las personas que completan el curso ganan una apertura mental, tolerancia con la diversidad cultural e independencia entre otras aptitudes muy requeridas".

Ocurre también que en períodos de "vacas flacas" desde el punto de vista profesional, la oportunidad que los jóvenes tienen a mano pasa entonces no por la remuneración económica directa o el crecimiento mediante nuevas posiciones y empleos, sino por la búsqueda de formación y la suma de experiencias personales diversas que permitan potenciar el CV.

"Estamos recibiendo más consultas que en años anteriores, ya que hoy en día las empresas valoran mucho una experiencia en el extranjero y los jóvenes tienen acceso a más información sobre la oferta educativa", dijo al respecto Verónica Ferreyra, directora de Interlatina. "La crisis económica hace que miren con otros ojos la posibilidad de capacitarse en el exterior, ya que esto abre a nuevos horizontes. En momentos en que hay poca oferta de trabajo en Argentina, es normal que la gente busque capacitarse, mejorar el conocimiento que tiene de un segundo idioma o realizar un posgrado en el exterior. Es una gran decisión", sentenció.

Esta firma se dedica hace casi 20 años a asesorar acerca de programas de intercambio, estudio y trabajo en países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda e Inglaterra. Este último es, según Ferreyra, el destino más codiciado por este segmento de la población argentina que busca emigrar para perfeccionarse, por su alta calidad educativa y variada oferta académica. "Pero en tiempos de crisis también resultan atractivos otros destinos que a la vez permiten trabajar. Por ejemplo: Nueva Zelanda, Australia e Irlanda", dijo la experta de Interlatina.

Ella consideró que Australia resulta atractivo por su gran prestigio, alta calidad de vida y muy buenos programas. No por nada los argentinos están entre los 10 países emisores de estudiantes que más crecieron en los últimos años entre las universidades de ese país al otro lado del mundo, de acuerdo a datos de la Comisión de Inversión y Comercio de ese país (Australian Trade and Investment Commission) a los que accedió iProfesional. Entre 2013 y 2018 la llegada de alumnos argentinos a ese destino tuvo un incremento del 350%.

"Lo que más buscan los argentinos son MBA y luego carreras que tengan que ver con el agro, medio ambiente, energías renovables y la ingeniería, la sustentabilidad, políticas y gestión pública, comercialización y comercio internacional. Asimismo, se trata de profesionales que buscan capacitarse, trabajar en Australia por un tiempo y recuperar parte de lo invertido para luego regresar a nuestro país", añadió Wober.

Yildiz agregó que se mantiene la tendencia de que elijan mayormente las ciudades que tienen la imagen académica más prestigiosa en el mundo: Londres, Oxford, Cambridge y Boston.

"También notamos un crecimiento en la cantidad de jóvenes que eligen un viaje de larga duración (6 meses a 1 año) a destinos en los que, con su visa de estudiantes, pueden obtener un trabajo part-time remunerado. Entre estos destinos se destacan Sydney, Auckland y Dublín", dijo la ejecutiva de EF Education First.

Calderaro, por su parte, fue más allá y dijo que los países que generan cada vez más interés entre los argentinos son China, India, Reino Unido, México, Corea del Sur e incluso Irán. "Estudian ciencia, tecnología, matemáticas y negocios", detalló la letrada.

¿Y ahora qué?

Si bien los expertos consultados por iProfesional concuerdan en que el interés en hacer viajes de estudios o migrar con vistas a realizar un perfeccionamiento o posgrado se incrementaron, la crisis y constante alza del dólar también complicaron los planes de quienes ya se habían embarcado en un plan de este tipo antes de que se agudizara ese panorama.

Quienes viajen becados para cursar algún programa –lo mismo que quienes solventan sus gastos trabajando mientras estudian- cuentan al menos con ese aliciente, ya que los montos de las asistencias financieras están medidos generalmente en moneda extranjera. ¿Pero qué ocurre con quienes pensaban concretar este plan por su cuenta, mediante ahorros personales o después de tomar algún tipo de deuda para ello?

En EF Education First, por caso, decidieron sacar varios planes de contención para determinados casos en los que los alumnos se habían inscripto en distintos hace más de un año, en condiciones diferentes. "Lo que percibimos en comparación a otros años es que, hoy por hoy, en vez de aprovechar los pagos en cuotas flexibles muchos estudiantes eligen abonar su curso en un solo pago para aprovechar bonificaciones y un mismo tipo de cambio, asegurando su vacante en el momento", contó Yildiz al respecto.

"En el peor de los casos, se pospondrá la fecha de inicio hasta contar con los fondos suficientes que le permitan arrancar, pero tratamos de evaluar todas las opciones disponibles", aconsejó la directiva de Interlatina a quienes se les dificulte llegar al monto requerido.

"Nuestra sugerencia es que se manejen de manera prudente, tratando de maximizar el capital con el que cuentan. Si pueden, es conveniente pensar en la opción de estudiar y trabajar al mismo tiempo; creemos que es un plus a su experiencia de vida en el exterior, ya que les abrirá camino por nuevos horizontes y los conectará más con el destino elegido. Al mismo tiempo la experiencia laboral será sin duda un plus cuando terminen sus estudios", añadió.

"Nosotros sugerimos verlo como una inversión en el mediano plazo", opinó por su parte la socia de en Calderaro Tyrrell Law Group. "El estudiante debe ver el beneficio y valor agregado que genera el titulo en una universidad extranjera", aseveró.