El fundador de la marca deportiva Under Armour, Kevin Plank, decidió dar un paso al costado al frente de la compañía que fundó hace 23 años y dejar en su cargo de CEO a partir del 1 de enero a Patrik Frisk, quien está en la compañía desde 2017.

Plank, que había sido CEO y presidente de la firma desde su creación en 1996, se convertirá ahora en presidente ejecutivo y jefe de marca y seguirá encabezando el consejo de administración, según informaron en un comunicado.

Patrik Frisk era hasta ahora jefe de operaciones de la empresa y seguirá por debajo de Plank en el escalafón de mando.

El fundador tiene alrededor de un 15% de la propiedad de la empresa, pero retiene el control con unos títulos especiales que le otorgan diez votos por cada acción.Frisk, que llegó a Under Armour en 2017 tras casi 30 años de trabajo en el sector, aseguró que la empresa tiene por delante un futuro "increíble" y un gran potencial de crecimiento.

Las acciones de la compañía subían con fuerza en Wall Street, en torno a un 5%, tras conocerse la noticia.

El cambio de CEO llega en un momento lógico. Plank lideró a Under Armour durante una reestructuración de varios años que él mismo calificó como uno de los períodos más desafiantes para la compañía. Frisk, un veterano de la industria de la confección, subió a bordo en junio de 2017 para actualizar la estrategia de distribución de Under Armour y desarrollar su plan de crecimiento a largo plazo.

Con la empresa lista para pasar a la ofensiva, en medio de persistentes dudas sobre su dirección, Plank tomó la decisión de hacerse a un lado.

Con sede en Baltimore (Maryland, EE.UU.), Under Armour es una de las grandes marcas de ropa y material deportivo en Estados Unidos y tiene contratos con algunas de las mayores estrellas del país como el baloncestistas Stephen Curry.