El Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU) dio a conocer un informe esta semana en el cual denota que el empleo registrado en el sector privado en la Argentina acumula 22 meses consecutivos a la baja, y el empleo industrial en particular, 53 meses.

Esa disminución, de acuerdo a datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) mostró en junio una merma interanual del -4,8%, lo que representa a 289.600 puestos del sector privado, pero también indica una desaceleración en la tendencia recesiva.

La caída mensual fue menor a la registrada en el mes anterior, aunque alcanzó a 5.646 puestos en junio (-0,1%). El CEU lo ve como una importante mejora luego del desplome récord de 1,7 por ciento en abril.

"Las señales de estabilización se hacen más evidentes en la serie mensual. Una situación similar se vio en el caso del empleo registrado total, aunque lográndose cierta recuperación con más de 28.800 puestos de trabajo en junio. Dicho aumento fue impulsado casi en su totalidad por el crecimiento de los monotributistas en 33.000 registros", apunta el informe el CEU.

En el empleo industrial privado, por otra parte, la baja interanual fue del 2,7% o de 30.195 puestos de trabajo. Pero en la comparación intermensual se vio un incremento del 0,2% o de 1.748 empleos registrados entre mayo y junio.

Aunque parte de esa recuperación puede deberse, entre otras cosas, a la contratación de personal temporario que, como indica el informe de la entidad industrial, fue necesario para adecuarse a los protocolos para operar en la "nueva normalidad". La UIA había relevado que un 14% de los trabajadores de las firmas asociadas a la entidad habían sido dispensados de prestar tareas en el contexto de la pandemia por distintos motivos (más del 33% de los casos por ser mayores de 60 años de edad y en otro 24,5% por presentar factores de riesgo), y los "eventuales" fueron en muchos casos la forma de suplir esas bajas. También en esa instancia la entidad empresaria confirmó que un 27% de las organizaciones relevadas en su estudio habían alcanzado acuerdos por suspensiones. 

"A pesar de las fuertes caídas interanuales del empleo algunas contracciones comenzaron a desacelerarse en términos mensuales y, en algunos casos, a revertirse en el margen", apuntaron desde el CEU acerca de los indicadores vinculados al empleo industrial. Y añadieron que "estas mejoras sucedieron en un contexto de leves recortes en la caída de la actividad de la industria. Luego de la variación récord en la producción de abril de -30,2%, junio reportó una contracción del -10,7%, lo que representó un aumento mensual de la actividad de un 17,7% en relación con mayo", detallaron.

Si bien en la UIA se nuclean las principales empresas industriales del país, en las pequeñas y medianas compañías del sector (Pymes) también están mejorando las perspectivas. Esta misma semana, la Fundación Observatorio Pyme reveló que estas organizaciones esperan una mejora en las ventas y las horas trabajadas, pero también aumentos en el precio de venta de sus principales productos en el tercer trimestre del año.

En materia de empleo, la reducción interanual de la cantidad de ocupados en Pymes industriales durante el segundo trimestre de 2020, que fue desarrollado completamente bajo las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), fue del -2,9%, lo cual la hace menor a la del segundo trimestre de 2019, cuando había caído -5,5 por ciento.

"Aunque fuertemente impactadas por la pandemia en su nivel de actividad productiva, las Pyme industriales mantienen su planta de personal, influidas tanto por la prohibición de despidos sin justa causa y por razones económicas, como por la posibilidad de establecer acuerdos de suspensión con reducción salarial y el acceso a los beneficios del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP)", indicaron desde la Fundación.

No obstante, remarcaron que en este aspecto persisten diferencias muy marcadas entre las empresas de distintos tamaños, y que mientras que en las pequeñas se sigue recortando la nómina de personal, en las medianas "no se experimentaron cambios con respecto al mismo período del año anterior."

Suspensiones, el recurso más utilizado

Para atravesar la crisis muchas de las empresas de la industria textil producen barbijos y equipamiento para médicos

Desde el inicio de la pandemia en la Argentina el CEU calcula que se perdieron en total alrededor de 291.000 puestos de trabajo registrados, de los cuales 168.000 eran industriales del sector privado.

Otro de los indicadores que preocupa al CEU es la baja en la cantidad de empleadores industriales que presentaron declaraciones juradas en el SIPA en junio, por tener trabajadores contratados. Junio mostró una caída en la cantidad de empresas declarantes del orden del -3,6% año contra año, aunque en el caso de la industria la variación fue levemente superior al mes pasado con un -3,8% (-1.999 puestos) en comparación a junio 2019.

Todo indica que las bajas interanuales en el empleo industrial no se profundizaron más de lo registrado durante los meses de pandemia, pese a la baja en el consumo y en la actividad, en gran parte por el acceso a la ayuda del Estado para pagar los sueldos de empleados en blanco (ATP) y por la prohibición de despedir sin justa causa o "por fuerza mayor" que rige junto al aislamiento.

"La continuidad del ATP fue primordial para aliviar la situación de las empresas de manera transitoria, sin las cuales el mercado de trabajo y la actividad no estarían viendo las mejoras relativas de hoy", admite el informe de la UIA.

Pero también fue esencial en este escenario para las empresas poder establecer acuerdos de suspensión de tareas con los gremios, que implicaron rebajas salariales, a cambio de mantener los puestos de trabajo por el tiempo que dure la emergencia sanitaria.

"Las suspensiones volvieron a ser la principal forma de manejar la dotación de personal en un contexto de regulaciones en el mercado de trabajo. El porcentaje de empresas que aplicó suspensiones en junio rompió su récord del mes anterior al llegar al 19,4%. Así, el 8,4% de los trabajadores fueron suspendidos durante el mismo mes", se lee en el informe respecto del uso de este recurso en compañías de todos los sectores.

Desde el CEU recordaron a este medio que en el caso de las firmas industriales, las suspensiones acordadas bajo el acuerdo entre el Gobierno, la UIA y la Confederación General del Trabajo (CGT) contemplan el pago de sueldos con un piso equivalente al 75% del salario neto.

"Además de las suspensiones hay mucho personal licenciado por distintos motivos y nuevos costos vinculados a pago de transporte y testeos", insistieron desde el mencionado Centro de Estudios.

Sectores y provincias

La industria alimenticia fue considerada esencial dentro del decreto de aislamiento

Dentro de esta tendencia de estabilización del empleo industrial, el CEU remarcó varias diferencias.

Por un lado, hubo mayores bajas en las nóminas de personal de las industrias en provincias como Jujuy, Salta, Neuquén y Tucumán. Pero las más afectadas en términos generales fueron San Juan (con una caída interanual del empleo del -10,2%), San Luis (-7,5 i.a.) y Mendoza (-7%).

En tanto, la Provincia de Buenos Aires (-3,3%) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (- 6,2%) fueron las jurisdicciones más afectadas por el freno en la actividad en términos absolutos, con caídas de 62.700 y 93.900 puestos de trabajo respectivamente en junio, aseguró la UIA.

Respecto del empleo registrado privado, el CEO analizó que hay rubros como la Pesca, las actividades empresariales y de alquiler, y los servicios de salud que junto con la industria son el pequeño "grupo de actividades que comienza a recuperar empleo". Se contraponen a la minería y los hoteles y restaurantes, donde en junio hubo bajas del -1,4% y del -1,1% interanual respectivamente.

"Cabe aclarar que los datos registrados corresponden al empleo formal, podría esperarse caídas totales más pronunciadas, en especial en sectores con alto nivel de informalidad", sentencia el informe.