Tras seis años de trabajo desde el inicio de la construcción, Google abrió sus nuevas instalaciones en Bay View (Charleston East, Carolina del Sur, Estados Unidos), el primer campus diseñado y erigido por la compañía, que además se propone reinventar las oficinas para la era post-pandemia.

El proyecto lleva 10 años desde el inicio de su planeación y en 2017 comenzó la construcción, que fue desacelerada durante la pandemia. Ahora se encuentra en la última fase y las puertas del campus ya están abiertas para los "googlers". 

La novedad llega justo cuando otras compañías incluso en Silicon Valley se están reconvirtiendo al modelo 100% a distancia bajo la filosofía "trabajar desde cualquier parte" (work-from-anywhere) y Google se aferró al regreso a las oficinas, incluso recortando salarios de personas que decidan no trasladarse más a sus instalaciones. 

"Con una fuerza de trabajo distribuida, un campus necesita crear armonía entre aquellos que trabajan en la oficina y los que están en otro lado. La naturaleza flexible de los espacios de colaboración y de enfoque en Bay View son solo una manera de acomodarse a estos cambios. Realmente creemos que estos edificios seguirán vigentes a medida que introduzcamos nuevos espacios para mejorar el trabajo híbrido", indicó la compañía. 

El nuevo campus de Google, Bay View

Cómo es Bay View, el nuevo campus de Google

El nuevo campus exclusivo de Google en Charleston East funciona 100% con energía electrica, y tiene la instalación geotermal más grande en Norteamérica. Lo llaman "water-positive" ya que además se potencia con la energía del entorno de la bahía, con el agua y sus vistas panorámicas abiertas. 

"Esto marca la primera vez que desarrollamos uno de nuestros campus mayores y el proceso nos dio la chance de repensar la idea misma de una oficina", afirma la compañía de Internet en una publicación oficial en la que dio a conocer sus instalaciones con un video.

Los diseñadores dicen haber seguido un diseño sostenible y centrado en el humano, que es adaptable y a la vez saludable, priorizando la experiencia que los "googlers" obtienen dentro del edificio en lugar del formato exterior. Esto se expresó en materiales y acceso a la luz del día, a la calidad del aire (que es 100% natural), y en la acústica y el confort.

Ese diseño, aseguran, surgió de entrevistar a los empleados y empleadas y descubrir que se sienten productivos y felices cuando trabajan en equipos, pero que a la vez necesitan espacios de trabajo aislados del sonido y del movimiento para concentrarse en el trabajo. 

Por eso, en el nivel más alto del nuevo campus están todos los espacios para los equipos, mientras que en el de abajo están los de reunión para enfoque y colaboraciones, con accesos sencillos entre ambos. 

El nuevo campus de Google se divide en espacios de enfoque y de colaboración

"El piso de arriba está dividido entre pequeños barrios separados por patios y conectados por rampas que gradualmente se elevan hacia el centro del edificio. Esa variación en el piso le da a los equipos un área designada que cambia con sus necesidades, al tiempo que los mantiene cerca de la comunidad más grande", explicó Google. 

Finalmente, la decoración y el arte quedó en manos de artistas locales a través del programa Google's Artist In Residence.