Hace no muchos años, ser un buen líder era una cuestión de resultados. Si la empresa no estaba "en rojo", si tenía proyectos y trabajaba con responsabilidad, si lograba éxitos en su campo, etc. se consideraba que su número uno era un líder a admirar. 

La idea de lo que es ser un buen líder comenzó a cambiar cuando personas como Bill Gates, Steve Jobs, entre otros, comenzaron a levantar la vara.

Tras la caída en desgracia de muchas compañías más tradicionales como los bancos, con profundas burbujas financieras en las que las personas y las empresas perdían todo su capital, emergían estos líderes que se caracterizaban por ser innovadores, disruptivos, tener espíritu emprendedor y un propósito de cambiar el mundo antes que solo ganar dinero. 

El siguiente cambio en esa vara con la que se mide qué es ser un buen líder llegó del lugar menos esperado: las expectativas de los empleados.

Hoy en día lo que los talentos esperan de sus líderes no es el presupuesto verticalista de antaño, sino flexibilidad, confianza, empatía, entre otras características que se potenciaron con la pandemia. 

¿Qué es ser un buen líder?

Cómo ser un buen líder es una pregunta que no tiene ni nunca ha tenido una respuesta unívoca. No hay un buen líder a secas, sino el mejor para cada compañía, cada situación y proyecto. Incluso, se diría, para la dinámica de cada equipo de trabajo.

Al analizar lo que significa ser un buen líder, el master coach especializado en CEOs y directores, Daniel Colombo, descarta el modelo de "Mando y Control" que existía hace tan solo tres décadas. Dice que se pasó primero a un modelo de coaching y desarrollo de los empleados, a la par del crecimiento de la función de Recursos Humanos, y luego a un modelo de la influencia, en el cual el líder es capaz de motivar a las personas y generar consensos. 

Esos distintos modelos e ideas de lo que es ser un buen líder, indica Colombo, cohexisten en esta época, aunque solo los últimos se adaptan a las expectativas de los talentos. Prima o surge como emergente un liderazgo colaborativo.

Ser un buen líder: hoy prima el liderazgo colaborativo que construye junto con los talentos

Como mencionamos, el mundo del trabajo sufrió un cambio tan radical con la pandemia que las empresas se dieron cuenta de que los líderes que tenían en muchos casos no eran los que necesitaban para el nuevo contexto. Las habilidades para ser la cabeza de un equipo distribuído que solo se reune periódicamente, para confiar en que cada uno haría su trabajo sin la supervisión física de un jefe mirando sobre su hombro, no es algo de lo que gozaran todas las personas con gente a su cargo. 

¿Cuáles son las cualidades que hoy necesitan en las empresas para ser un buen líder? Las siguientes son algunas de las que se repiten en los más recientes artículos publlicados al respecto: 

• coherencia entre el decir y el hacer
• asertividad o habilidad para expresar puntos de vista y realizar pedidos en forma amable,
• resiliencia o capacidad de adaptarse a situaciones problemáticas;
• capacidad de dar feedback constructivo y tener conversaciones con contenido,
• Inteligencia emocional para gestionar las propias emociones y reconocer las del entorno
• eficacia en la comunicación. 
• ofrecer reconocimiento cuando corresponde
• empatía para sentir el pulso de lo que ocurre en la organización, para ponerse en los zapatos del otro

En el fondo, lo que una persona puede hacer para ser un buen líder o al menos no uno malo, es seguir su instinto pero a la vez nunca dejar de capacitarse en esta materia.

Puede realizarse periódicamente las preguntas:

• ¿estoy siendo el mejor líder para mi equipo?
• ¿cómo querría yo que me tratara un superior?
• ¿cómo querría que se tomen decisiones para el beneficio de la empresa? 

¿Qué es lo que no debe hacer un líder?

Ser un buen líder: se deben evitar los actos de violencia, acoso, mobbing, etc. 

Hay muchas actitudes que jamás una persona debería tomar hacia su empresa o hacia sus colaboradores si lo que quiere es ser un buen líder. 

Más allá de cuestiones obvias del trato cordial, equitativo, de cumplir con la ley, evitar abusos, de respetar las reglas de la ética del trabajo, etc. hay más que una persona puede hacer para ser un buen líder antes que uno malo. 

Por lo pronto, como ya mencionamos, los sistemas verticalistas donde una persona de más jerarquía daba órdenes a sus subordinados y esperaba que las cosas ocurrieran solo porque él o ella lo decían, son modelos de liderazgo que ya no funcionan con los talentos actuales. Tener esas expectativas anacrónicas es lo primero que no debe hacer un buen líder si quiere tener buenos resultados y obtener lo mejor de su gente. 

Por otro lado, algo que debe intentar al menos toda persona en un puesto de jerarquía es ofrecer transparencia y lo que se llama en inglés "accountability".

Esto es, hacerse responsable de las decisiones y sus resultados, dar crédito a quien corresponda cuando es debido, y que las personas puedan entender perfectamente por qué las cosas se hacen como se hacen en la empresa. Esto evita malos entendidos, o que los colaboradores piensen que las decisiones ocurren por capricho o privilegio. 

La consultora experta en medición de clima Great Place to Work es una de las que midió recientemente en Argentina el sentimiendo de miles de trabajadores hacia el liderazgo de las empresas en las que se desempeñan.

"El líder con foco en el trabajo del futuro tiene claro que la flexibilidad es determinante para crear equipos exitosos conformados por personas motivadas y que su gestión marcará el pulso de su gente. Y, por ende, de los resultados de la organización. La comunicación activa y dinámica es clave para el trabajo del futuro y determinará si un jefe es o no un buen líder", expresaron en su informe 2023.

Qué esperan hoy los talentos y qué significa para ellos ser un buen líder

La consultora mide variables como la credibilidad, la confianza, el respeto y la capacidad de transmitir el propósito del trabajo para entender qué es lo que se entiende hoy por ser un buen líder.

"El punto de partida para todo buen líder es tener en claro que todas las personas tienen necesidades distintas y que, para motivarlas, deberá ser capaz de dar respuesta a todas ellas manteniendo la cohesión de sus equipos. Por dar un ejemplo: algunos preferirán el trabajo remoto, otros el híbrido, para algunos colaboradores la prioridad será compatibilizar su vida laboral con su maternidad o paternidad, y así sucesivamente. Conocer el punto de dolor del empleado será determinante para aumentar su compromiso para con la empresa", añadieron.

¿Cómo puedo saber si soy un buen líder?

La organización que también evalúa el clima organizacional en empresas multinacionales es Top Employers, y una de las recomendaciones que hacen para responder a esta pregunta sobre ser un buen líder es pedir feedback al equipo.

Se puede consultar directamente a los empleados y reportes directos sobre cómo ven la tarea del líder, pero también es oportuno preguntarle a los pares y a los superiores para saber cuál es la manera de ser un buen líder.

Ser un buen líder implica pedir feedback y mantener las líneas de conversación abiertas

Su análisis en 2023 indica que para ser un buen líder, las personas deberán estar con "doble pantalla", con la mirada puesta sobre el largo plazo pero también sintiendo el pulso de lo que ocurre en el día a día de la organización. 

Para Top Employers hoy las empresas requieren líderes con escucha activa, con capacidad de nutrir, de tener compromiso emocional con sus equipos y con el propósito de la compañía, etc. Ser un buen líder hoy implica tener conexiones profundas y conversaciones constantes con las personas o al menos más frecuentes de lo que se esperaba antes. 

"Una cultura del liderazgo basada en solicitar, dar y construir sobre el feedback está siendo reforzada. Las organizaciones alientan a los líderes a recibir feedback de sus equipos sobre su propia performance, y provén recursos y guía para ayudarlos a construir su confianza y crecer", cierra el informe.