El exéntrico millonario, Elon Musk, confirmó que dará un paso al costado en la dirección de la red de microblogging, Twitter -compañía que compró el año pasado- para instituir a una nueva líder mujer. 

En un escueto tuit, el magnate aseguró ayer que ha contratado a una nueva responsable para dirigir la red social y que empezará a trabajar en el cargo de CEO en aproximadamente seis semanas.

Aunque Musk no dio a conocer el nombre de la nueva CEO, el diario Wall Street Journal adelantó que se trataría de Linda Yaccarino, una ejecutiva de medios que hasta ahora era la encargada del negocio publicitario de la cadena de televisión norteamericana NBC.

Yaccarino, que fue también una de las figuras instrumentales en el lanzamiento del servicio de video bajo demanda de la cadena Peacock, entrevistó a Elon Musk el mes pasado en un congreso internacional de publicidad. En la entrevista, recomendó a Musk que se mostrase más abierto a que los anunciantes tuvieran influencia en la red social y le pidió que tratara de moderarse en sus comentarios.

Un respiro para Elon Musk

Lo cierto es que la dirección que imprimió en Twitter su nuevo dueño no recibió más que cuestionamientos, y tiene aún por convencer al público más exigente.

La llegada de una nueva líder podría dar un respiro al magnate, que adquirió Twitter el pasado mes de noviembre por 44.000 millones de dólares.

En un tuit, Elon Musk anunció que contrató una CEO para Twitter

Muchas de las decisiones que tomó Musk desde entonces, como la restitución de la cuenta del expresidente de los EE.UU., Donald Trump -expulsado por sus declaraciones durante la insurrección en el Capitolio el 6 de enero de 2021- o su errática política de moderación, solo lograron ahuyentar a los grandes anunciantes de la plataforma.

Y según recoge El Mundo, más del 90% de los ingresos de la empresa provienen de la publicidad y todo apunta que desde noviembre aproximadamente la mitad de ese negocio se ha hundido.

Aunque Musk respondió lanzando nuevos servicios de suscripción para compensar las pérdidas, no están teniendo una buena recepción entre la audiencia de Twitter.

Y para ahorrar costos, comenzó por realizar un drástico recorte de personal. Según fuentes de El Mundo, apenas quedan en la empresa poco más de un millar de trabajadores, un 15% de los que había cuando Musk compró Twitter.

La mayoría de los despidos se anunciaron a los pocos días de tomar el control de la empresa. En esas primeras semanas, Musk tomó varias decisiones drásticas -sobre todo en la moderación de mensajes con discursos de odio- que llevaron a muchos usuarios a abandonar el servicio.

Más aún, en diciembre, y ante la avalancha de críticas, Musk realizó una encuesta a través de su perfil preguntando si debería abandonar el cargo de presidente de la empresa. 175 millones de usuarios participaron y el 57% dijo que sí.

Musk, que prometió acatar el resultado, explicó que tan pronto como consiguiera estabilizar el rumbo de Twitter buscaría un sustituto.