Estados Unidos vive su grieta. Pero muchas marcas están sacando buen rédito de ella a partir de la posición que toman frente a temas controvertidos. Es el caso de Nike que, desde que lanzó el anuncio protagonizado por el jugador de fútbol americano e ícono antirracista, Colin Kaepernick, su valor bursátil se incrementó un 5%. En paralelo, miles de estadounidenses conservadores decidieron prender fuego sus zapatillas de la pipa en señal de boicot a la campaña.

Ese 5% ganado equivale a más de u$s6.000 millones en sólo tres semanas, todo un récord para las acciones de la multinacional.

Ese porcentaje vale aún más porque se impuso al 3% de caída que registraron las acciones inmediatamente después de que se diera a conocer la nueva campaña. Después del estreno, el presidente Donald Trump, enemigo reconocido de Kaepernick, afirmó que la campaña mandaba un “terrible mensaje” y que Nike estaba siendo “absolutamente destruida con furia y boicots”.

Pese a los airados tuits de la máxima autoridad de los Estados Unidos, el mercado respondió de otra manera.

“No creo que la decisión de lanzar este anuncio fuese aleatoria y que pensaran: ¡vamos a suicidar nuestra corrección política! La gente vota con sus carteras y el claro ganador en lo que a ropa deportiva se refiere continúa siendo Nike”, declaró Art Hogan, jefe de estrategia del banco de inversiones B. Riley RBR, a CBS News.

La postura política tomada por Nike está siendo considerada por otras marcas. Y los inversores de largo plazo están descubriendo lo que significa tomar una definición sino, además, el valor que significa contratar a figuras mediáticas, como el caso de Colin Kaepernick.

El deportista de 30 años, que desarrolló su carrera deportiva en los San Francisco 49ers, de la NFL, fue el primer jugador en hincar la rodilla durante la escucha del himno nacional en señal de protesta por la brutalidad policial y la opresión a la comunidad afroamericana. No disputa un partido desde 2016, razón por la que mantiene una denuncia contra la liga por impedir su fichaje.

El pasado 3 de septiembre, día del trabajador en Estados Unidos, Nike lanzó una campaña con la cara del desempleado Kaepernick y un eslogan que afirmaba lo siguiente: “Cree en algo. Incluso si significa sacrificarlo todo”. Decenas de seguidores de Donald Trump contestaron al anuncio quemando sus deportivas y el hashtag #BoycottNike se convirtió en Trending Topic. Sin embargo, el ruido nocivo dejó paso a una masiva ola de apoyo a la que sumaron estrellas como Serena Williams o LeBron James –muy significados políticamente y parte del spottelevisivo que completa la campaña–.

La cara del atleta pasó a copar las vallas publicitarias de buena parte del país y las ventas en la tienda online de Nike se incrementaron hasta en un 31%, el doble con respecto al mismo periodo del año anterior.