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El negocio de Antonela Roccuzzo y Sarkany en Barcelona sale a flote por la devaluación argentina

Tras un comienzo con tropiezos, el proyecto pudo hacerse lugar en el mercado europeo gracias al inesperado abaratamiento de los costos de producción
01/09/2018 - 15:00hs
El negocio de Antonela Roccuzzo y Sarkany en Barcelona sale a flote por la devaluación argentina

Cuando la mujer de Lionel Messi, Antonela Roccuzzo, le propuso al empresario argentino Ricky Sarkany asociarse en un proyecto para exportar su marca a tierras ibéricas, poco podía imaginarse todo lo que ocurriría un tiempo después. Corrían los primeros meses de 2017 y, gran admiradora de la firma de calzado, la esposa del “crack” decidió dar sus primeros pasos como empresaria en alianza con su compatriota. Pero algunos eventos políticos y sociales complicaron el aterrizaje de la compañía en territorio catalán.

Si bien a simple vista el negocio parecía tener todos los condimentos necesarios para un rotundo éxito –la cara de la mujer de la estrella argentina del fútbol internacional, una ubicación de lujo en la capital catalana y la promoción que Roccuzzo le podía dar a la tienda como “influencer” con un caudal de 8 millones de seguidores-, el lanzamiento de la marca Sarkany Barcelona fue arduo.

“Ni bien comenzamos, sufrimos fuertemente las consecuencias de los atentados de Barcelona y las protestas civiles por la independencia de Cataluña”, cuenta a iProfesional el empresario Ricky Sarkany, a la vez que afirma que “el primer momento fue muy difícil porque mucha gente no quería salir a la calle esos días y la tienda física se vio perjudicada”.

Además, a nivel más personal, la mujer del argentino culé se encontraba en plenos preparativos para su boda, que fue a mediados del año pasado y, al poco tiempo, quedó embarazada por tercera vez. Todos estos factores trabaron el arranque de la tienda Sarkany Barcelona, a pesar de las grandes expectativas de sus creadores.

Sin embargo, según el mismo empresario admite, el 2018 presentó un escenario bastante más alentador para el negocio. “Llegamos casi a duplicar las ventas en la ciudad española”, señala Sarkany, a la vez que reconoce que uno de los grandes motores del crecimiento del negocio fue la devaluación argentina. No es para menos: en los 15 meses que lleva la apuesta del empresario en la Ciudad Condal, la divisa estadounidense duplicó su valor, ubicándose hoy en 28 pesos mientras que en mayo de 2017 –cuando el local abría sus puertas en la avenida Diagonal Catalana-, el dólar apenas valía 14.

Demasiado caros

La mujer de “Leo” Messi no está sola en su apuesta por el mercado catalán. Además de Sarkany, la WAG rosarina tiene como socia a su amiga Sofía Balbi, pareja del uruguayo Luis Suárez.  

De hecho, uno de los factores que impulsa la imagen de la marca en el Viejo Mundo es que dos de sus principales promotores son los jugadores culés, quienes desde el inicio apoyaron a sus parejas con este emprendimiento. Tal es así que, en los primeros tiempos de Sarkany Barcelona, tanto el deportista uruguayo como el Balón de Oro argentino oficiaron como “modelos” de la firma, para impulsar el negocio de sus mujeres.

Sin embargo, esto no alcanzó para que el despegue fuera el imaginado por los dueños de la marca. En el camino, los gestores de Sarkany Barcelona se encontraron con otro inconveniente: los precios de sus productos eran demasiado elevados para el mercado español.

“Cuando recién abrimos, nuestros zapatos, que promediaban los 250 euros, eran caros para afuera”, admite el empresario, quien explica que hasta el año pasado su firma no era muy conocida en pagos ibéricos. Sin embargo, en 2018 el viento parece soplar a favor de la sociedad que compone junto a la esposa de “Leo” Messi. El motivo: la fuerte devaluación argentina. “Por el contexto económico local, hoy somos mucho más competitivos afuera”, dice a iProfesional Sarkany.

Según explica el empresario de calzado, la crisis protagonizada por el peso argentino –que beneficia la exportación de mercadería local- desencadenó un fuerte abaratamiento de costos que le permitió luego reducir los precios de los artículos de su local ubicado en la prestigiosa avenida Diagonal de la Ciudad Condal. “Arrancamos nuestro local con un dólar a 14 y el escenario actual nos permite ser más rentables en el exterior”, señala el diseñador.

De esta manera, el panorama actual ayuda a repuntar la caída en ventas que protagonizó la tienda en 2017. “Habíamos tenido un pico de ventas en el arranque del negocio y luego se complicó todo por la situación en Cataluña, donde emigraron 120.000 empresas el año pasado, pero ahora estamos experimentando un crecimiento”.

“Boom de turistas”

En el escenario actual, son dos los frentes que el consagrado empresario decidió atacar para sacar provecho comercial a la crisis financiera que atraviesa Argentina: el de su negocio en Barcelona –que le genera ganancias en euros- y el de los turistas que vuelven a venir de compras a Buenos Aires.

“Por el cambio de las condiciones económicas, en el país se dieron cuatro grandes novedades en el negocio”, cuenta a iProfesional Sarkany y enumera: “Nos volvimos más rentables afuera, se suplieron muchas de las importaciones, muchos argentinos que compraban indumentaria en el exterior ahora lo hacen acá y los turistas extranjeros han vuelto a la capital porteña a hacer shopping”.

De acuerdo con el empresario, esta última tendencia se evidencia en la mayor afluencia de público en aquellos locales situados en las zonas más turísticas de la ciudad: “Las tiendas de nuestra marca ubicadas en los centros comerciales Patio Bullrich, Galerías Pacífico y Recoleta Mall se han llenado de extranjeros que vienen a hacer sus compras aquí”.

Especialmente, el diseñador destaca el caso de los “compradores provenientes de Chile”, que fue hasta ahora un destino de consumo de los argentinos y ahora el escenario se invirtió y son ellos quienes encuentran atractivo el ir de shopping en tierras rioplatenses.

De esta manera, no todos son “perdedores” en el contexto de la crisis actual. Y entre los grandes beneficiados del escenario económico se encuentran los empresarios locales que, cuando la devaluación no era todavía previsible, apostaron por el exterior como es el caso de Sarkany, que hoy comparte sus ganancias nada menos que con la mujer del “crack” rosarino.