El año pasado, la industria bodeguera no logró escapar del escenario negativo causado por la devaluación, la crisis económica y la caída del consumo que atravesó el país, especialmente en el segundo semestre.

Con este marco de fondo, los empresarios del sector estiman que el 2019 no será muy diferente, aunque esperan observar algunos síntomas de mejoría frente a la caída de casi el 7% que sufrió la venta de vinos en el mercado doméstico.

Pero más allá de una eventual mejora en la demanda doméstica, la mayoría de las principales bodegas locales apuntan sus estrategias a incrementar las ventas al exterior. Es decir, a aprovechar la sostenida demanda internacional por los vinos argentinos y las ventajas de las diferencias cambiarias entre el dólar y el peso.

La mirada es compartida por ejecutivos del Grupo Peñaflor que admiten que para este año esperan incrementar los volúmenes de exportación y alcanzar ventas por u$s180 millones más que nada a Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa como el Reino Unido.

En términos de volumen, ese monto representa vender 70 millones de litros al exterior y reservar otros 110 millones para abastecer la demanda del mercado local.

“En términos globales, estimamos ventas similares a las del año pasado, aunque vamos a exportar más y vender menos en el país por la caída del mercado interno”, asegura Francisco Do Pico, gerente de Relaciones Institucionales del Grupo Peñaflor.

Para el ejecutivo, las exportaciones crecerán entre 5% y 10% con respecto a las del 2018 y serán producto de una mayor demanda de los mercados hacia los cuales el holding ya comercializa sus marcas.

“De hecho, somos el principal exportador de vinos de la Argentina si tenemos en cuenta que una de cada tres botellas que se venden al exterior salen de nuestras bodegas”, asegura Do Pico en diálogo con iProfesional.

En este sentido, las dos bodegas que apuntalan las exportaciones del Grupo Peñaflor son Trapiche y Finca Las Moras, aunque en ciertos mercados también están presentes los vinos de Navarro Correas. Incluso, con el Trapiche Reserva Malbec, considerado el vino argentino que más se toma en el mundo.

De todos modos, Do Pico espera un, aunque sea incipiente, avance de la demanda doméstica más que nada apuntalado en un nivel de precios que no siguió la lógica de la inflación durante el 2018, marcando un escenario que el ejecutivo considera se mantendrá durante este año.

“Los precios se acomodaron menos que la inflación, en especial porque el principal componente del precio de un vino es la uva y como la cosecha fue voluminosa y hubo mucha oferta se pudo comprar a valores razonables”, explica Do Pico para quien ese escenario ayudó a mantener la competitividad de la industria frente a la caída en las góndolas que mostró todo el sector de bebidas en el 2018.

Con este escenario planteado, desde el grupo también informan sobre parte de sus planes comerciales. Más que nada, los vinculados a la compra de uvas para hacer frente a los volúmenes que plantean como ventas durante este año.

Con un gasto anual de $4.400 millones en adquisición de uvas y vino, desde Peñaflor iniciaron también su vendimia que se extenderá por cuatro meses. La primera recolección ya se dio hace pocos días en la región de los Valles Calchaquíes seguida por San Juan y Mendoza. En breve, será el turno de la provincia de Buenos Aires, en sus viñedos ubicados en Chapadmalal.

Las estimaciones del grupo son las de una molienda de 180 millones de kilogramos de uva durante esta campaña, de las cuales 130 millones provendrán de 700 productores independientes en sus bodegas de San Juan, Mendoza, Salta, Catamarca y Buenos Aires.

“Esta vendimia iguala el récord alcanzado durante el 2018”, agrega Do Pico, para quien en Mendoza las compras de uva superarán los 79 millones de kilogramos, y en San Juan alcanzarán los 49 millones de kilogramos. Entre las principales variedades finas a adquirir se destacan el Malbec, Cabernet Sauvignon, Bonarda, Chardonnay, Syrah y Sauvignon Blanc.

Al respecto, Marcelo Belmonte, director de Viticultura del grupo, estima que “climáticamente, será una vendimia más fresca que la anterior en los valles de Mendoza y San Juan, y con precipitaciones mayores al año anterior”.

Con esta vendimia, el holding apunta a abastecerse para cumplir con ventas anuales estimadas de 110 millones de litros en el mercado interno y 70 millones de litros de exportación.