El renombrado restaurante Rodizio de la Costanera se encuentra hoy lejos del esplendor que supo caracterizarlo durante la década del 90: su delicada situación financiera hace que hoy se encuentre en concurso de acreedores.

Maillol S.A. es el nombre de la empresa detrás del emblemático lugar de Buenos Aires. La caída en el consumo, los costos elevados en los servicios (gas, luz) y el alquiler en alza habrían configurado una situación asfixiante para el negocio.

Así, la firma entró en cesación de pagos en mayo del año pasado. Su deuda actual llega los $34,2 millones.

Rodizio tenía hasta septiembre de 2018 unos 355 cheques rechazados por un valor de alrededor de $7,8 milloes, además de una cuenta embargada en el banco Supervielle.

También trascendió que la compleja situación hizo que el pago de aportes patronales de sus 60 empleados se realizara de manera irregular.

Ahora, Maillol decidió tramitar su concurso en el Juzgado Comercial Nº 31 –secretaría 61-, con el fin de sanear sus deudas y continuar con su operación usual.

"Maillol se encuentra afectada por un cúmulo de variables macroeconómicas y financieras que, como empresa del rubro gastronómico, no puede gobernar. A saber: inflación creciente, aumento de tarifas, aumento del dólar, caída del consumo, altas tasas de financiación y una exorbitante presión tributaria", explicó la empresa en un escrito.