EN EL CONGRESO

Efecto California: impulsan una ley para prohibir la venta del cigarrillo electrónico en Argentina

Si bien están prohibidos desde el 2011 por la ANMAT, su uso en el país ha crecido entre los más jóvenes con los consecuentes riesgos para la salud
NEGOCIOS - 27 de Junio, 2019

La decisión de la ciudad norteamericana de San Francisco (California) de prohibir la venta de cigarrillos electrónicos dentro de su área de influencia, reavivó la polémica en la Argentina donde, a pesar de que su uso está vetado desde el 2011, se sigue comercializando de manera ilegal.

Teniendo en cuenta lo decidido por estos días por los legisladores de esa ciudad de los Estados Unidos, un grupo de diputados y senadores argentinos impulsan un proyecto de ley en el Congreso con el fin de terminar de manera definitiva con la distribución de estos equipos en todo el ámbito del país.

Se basan en que tanto los cigarrillos electrónicos y los llamados vapeadores promueven la adicción a la nicotina entre los más jóvenes y en la necesidad de cumplir con una reglamentación sancionada en el 2011 por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

La norma prohibió la importación, distribución y comercialización del cigarrillo electrónico, medida que fue ratificada por el organismo en el 2016 debido a que "el vapor que liberan estos dispositivos no es inocuo porque contiene nicotina y otros químicos tóxicos y cancerígenos".

De este modo, desde el Gobierno aseguran que su reemplazo por el cigarrillo industrial no es seguro dado que acarrea riesgos similares para la salud tal como también lo establece un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que indica que el valor que liberan no es tan inocuo como sugiere, a pesar de que los fabricantes aseguran que son menos perjudiciales que los tradicionales.

Un informe del grupo de estudio de este organismo destaca que los cigarrillos electrónicos podrían perpetuar la conducta de fumar por lo que se los ha denominado de "doble uso".

Por un lado, mantiene la dependencia de la nicotina en los ambientes donde fumar está prohibido, siendo una de las consecuencias positivas de las restricciones de fumar la desnormalización del consumo de tabaco de productos y el consiguiente aumento en la deshabituación.

Por otra parte, puede desalentar a la gente que quiere dejar de fumar, ya que los usuarios pueden mantener su adicción a la nicotina a pesar de las restricciones de fumar y volver a fumar, donde tales restricciones están ausentes.

El informe consigna también que la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos, encontró en los dispositivos electrónicos ingredientes cancerígenos (como las nitrosaminas) y otros químicos tóxicos peligrosos para la salud, como el etilenglicol, utilizado como anticongelante para los coches.

La agencia estadounidense había manifestado en julio de 2009 que "hasta la fecha no se sabe exactamente qué concentración de nicotina y otros tóxicos inhalan las personas que fuman cigarrillos electrónicos y tampoco existen estudios clínicos sobre los e

Se trata de las mismas razones que tuvieron en cuenta los miembros del Ayuntamiento de California a la hora de votar por impedir la venta de estos equipos tanto en locales comerciales como por internet.

La votación fue unánime y el argumento principal fue que, como gozan de mucha popularidad entre los más jóvenes supone un riesgo para su salud con la aparente paradoja de que se trata de la misma ciudad en la cual no hay limitaciones para la comercialización de tabaco tradicional ni de la marihuana, que es legal desde todo el año pasado.

De esta forma, California se suma a más de 30 países que ya prohíben la venta de estos dispositivos y que buscan combatir el uso del bautizado e-cigar entre adolescentes debido a que se ha duplicado durante los dos últimos años.

A principios de junio, el Ayuntamiento de Beverly Hills, un suburbio de Los Ángeles, prohibió la venta de todos los productos vinculados al tabaco a partir de 2021, incluyendo cigarrillos, puros, cigarrillos electrónicos, tabaco para pipas y para mascar, aunque estableció excepciones para los hoteles y algunos otros establecimientos.

En esos mercados se advierte que sus consecuencias negativas se deben a que contienen nicotina, propilenglicol, formaldehido, entre otros químicos tóxicos y cancerígenos. No obstante, todavía no hay evidencia suficiente sobre los efectos adversos que puedan tener a largo plazo, pero es probable que sean los mismos asociados con el consumo de un cigarrillo común.

A nivel local, en diciembre del 2016 la ANMAT decidió reiterar la prohibición de uso de estos dispositivos, lo cual incluye su publicidad, promoción y patrocinio.

La decisión fue ratificada en virtud de que las pruebas existentes son insuficientes para afirmar que estos dispositivos ayudan a dejar el hábito de fumar.

Además, se ha establecido que sus efectos adversos a corto plazo son frecuentes y moderados, pero pueden llegar a ser graves por intoxicación aguda y por daño potencialmente severo a causa de la explosión de la batería.

Por otra parte, el color atractivo y sabor de los líquidos del cartucho son una nueva fuente de intoxicación inadvertida en niños que toman contacto con ellos.

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