Tras idas y vueltas e innumerables reuniones entre las autoridades oficiales, los gremios y las empresas, el Gobierno decidió prorrogar por otros dos años las concesiones de las terminales del Puerto de Buenos Aires.

De esta forma, se mantiene el status quo actual que le permite la continuidad operativa por otros 24 meses a los tres grupos que hoy se reparten la zona de Puerto Nuevo.

Es decir, a Terminales Río de la Plata (TRP), que controla las zonas 1,2 y 3 y tiene como accionistas a Dubai Ports Word (Emiratos Árabes), y al grupo local Román. También a APM, controlada por Maersk y a cargo de la Terminal 4, y a Hutchinson Ports, en la Terminal 5.

A todos, y como había anticipado iProfesional, se les terminaba este viernes 15 de mayo el contrato de concesión que recibieron en 1994, que ya habían logrado extender en varias oportunidades y que mantendrán por lo menos hasta el 15 de mayo del 2022.

La decisión fue tomada por el Ministerio Transporte y la Administración General de Puertos (AGP), que acordaron "una prorroga en las concesiones de las terminales del único puerto federal del país, garantizando la continuidad de todos los puestos de trabajo", tal como se señala en un comunicado oficial.

Las concesionarias deberán garantizar los puestos de trabajo, la producción y las operatorias de comercio internacional que vienen llevando a cabo mientras el ministerio de dirige Mario Meoni y el organismo a cargo de José Beni avanzan con la elaboración de los nuevos pliegos para la próxima licitación del Puerto Buenos Aires.

Cómo será la próxima licitación del puerto

La convocatoria tendrá como ejes centrales la modernización y la competitividad del principal zona portuaria del país, aunque seguramente con importantes diferencias con respecto al proceso que había iniciado el gobierno anterior de Cambiemos.

Esa licitación proponía reemplazar las tres concesiones actuales por un solo operador internacional en el marco de un proyecto que implicaba inversiones por casi u$s2.000 millones.

Pero con la llegada del Frente de Todos a la Casa Rosada, la iniciativa fue anulada y ahora se comenzarán a preparr los pliegos para que seguramente la actividad se distribuya en dos jugadores.

Mientras tanto, durante esta jornada se firmaron las extensiones de las concesiones con los representantes de las operadoras y en el marco de acuerdos que fueron destacados por el propio Meoni para quien el trabajo de la AGP en la concreción de los acuerdos fue clave y estratégico.

"En estos tiempos complejos, con lo importante y esencial que es el trabajo de la familia portuaria, logramos mantener activo el puerto, trasladando productos vitales para la economía argentina como así también para el resto de mundo", agregó el funcionario.

Puerto de Buenos Aires: el Gobierno tomó sobre la hora la decisión de extender concesiones.

En tanto, José Bení, titular de la AGP, agregó que el acuerdo se logró "gracias a la predisposición de todos los sectores" y remarcó que "las condiciones en las que se celebraron las prórrogas no hacen más que reafirmar que para el gobierno del presidente Alberto Fernández, las prioridades son los trabajadores y mantener en funcionamiento el aparato productivo del país".

Más allá de las declaraciones de los dos funcionarios que más involucrados en encontrar una solución al problema del puerto estuvieron, lo cierto es que con este equilibrio de poderes, los tres grupos concesionarios se ganaron un lugar para participar de la nueva licitación.

Más que nada, las terminales TRP y APM que también alcanzaron un acuerdo en su pelea con el objetivo de mantener la paz en la zona.

Ambas operadoras venían manteniendo una dura batalla por la distribución de los volúmenes de carga que obligó a una fuerte intervención de la AGP para acordar una tregua.

La disputa comenzó en el 2018 tras la fusión de Maerks con el gigante alemán de contenedores Hamburg Sud y una vez que el nuevo grupo consolidado definió un proceso de concentración de sus operaciones en toda América latina como parte de una tendencia global que también llegó a la Argentina.

Con esta premisa, Maersk avisó tanto a TRP como a Hutchinson Ports que unificaría las cargas locales en la terminal de la cual es accionista, es decir Terminal 4.

Se trató de una movida que fue resistida por los accionistas de TRP, teniendo en cuenta que la carga que iban a dejar de recibir de su competidor representa el 78% del total de sus operaciones, con lo cual no les iba a quedar otra opción que despedir personal o abandonar sus operaciones.

En su momento, la presión de TRP ante el Gobierno y los gremios dio su fruto al lograr que Maersk mantuviera el contrato por dos años más que vencieron también durante esta jornada de 15 de mayo.

Si bien el grupo danés en un principio se mostró inflexible con extender el acuerdo, luego de las gestiones oficiales terminó por aceptar que el barco Samba de Hamburg Sud proveniente del norte de Europa y de la costa este de América latina siga arribando a los muelles de TRP.

Puerto: una nueva etapa

A partir de ahora se abre otra etapa en el reparto del negocio portuario, teniendo en cuenta los embates que esa zona también está sufriendo por el combate contra el coronavirus; la recesión doméstica y la caída del comercio internacional.

El movimiento portuario, ante una brusca caída de la actividad como consecuencia de la pandemia.

En los últimos meses, los volúmenes de carga mantienen una tendencia negativa, al punto que la operatoria portuaria actual estaría al 30% de su capacidad total debido a la recesión que arrastra la economía local y que se ha profundizado por las fuertes restricciones impuestas en los países proveedores de la Argentina y también por el gobierno local para contener el avance del coronavirus.

De todos modos, la AGP mantendrá una medida anunciada por el Ministerio de Transporte en los últimos días para que el ente se haga cargo de la distribución de la carga y que ese proceso se active en el caso de la existencia de problemas técnicos en alguno de los muelles.